El mandatario Nicolás Maduro acusó al gobierno colombiano de recibir “bandas de delincuentes paramilitares“, en referencia a los grupos delictivos que mantenían el control de zonas como la Cota 905, en el suroeste de Caracas.
Este martes 3 de agosto, en una transmisión de Venezolana de Televisión (VTV), Maduro acusó al presidente colombiano Iván Duque y al expresidente Álvaro Uribe Vélez, de ser quienes financian y arman a estas bandas que a inicios de julio provocaron heridos y fallecidos al enfrentarse con cuerpos de seguridad del Estado.
“Se están yendo para Colombia los delincuentes porque allá los reciben con los brazos abiertos, los grupos paramilitares delincuenciales que dirigen Álvaro Uribe e Iván Duque, esa es la verdad”, dijo Maduro en un encuentro con los miembros de la comisión electoral de las primarias abiertas del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), la tarde de este martes.
Más temprano el director de la Policía de Colombia, Óscar Moreno, informó que creen que los líderes de estas bandas, Carlos Luis Revete, alias “el Koki”; Garbis Ochoa Ruiz, alias “El Galvis” y Carlos Calderón Martínez, alias “El Vampi”, estarían en Cúcuta, población fronteriza con Venezuela que pertenece al Departamento del Norte de Santander.
Moreno dijo que probablemente ingresaron al vecino país por caminos irregulares, que se conocen como trochas, pero no ofreció mayores detalles sobre por qué de la presunción de que se encuentran en Cúcuta.
Civiles, policías y miembros de banda fallecidos
Entre el 7 y 9 de julio pasados, estos grupos dispararon a sedes policiales, la población civil y después se enfrentaron a funcionarios policiales y militares que tomaron el control de la Cota 905.
Por lo menos cuatro policías y seis civiles murieron por este hecho, mientras que el gobierno de Maduro aseguró que hubo 22 delincuentes fallecidos.
Los voceros de la administración chavista inculparon a la oposición, especialmente a dirigentes de Voluntad Popular (Leopoldo López, Freddy Guevara, Emilio Graterón, Hasler Iglesias, entre otros) de financiar y entrenar a estos grupos con el apoyo de Colombia y Estados Unidos.
Por estos señalamientos detuvieron a Guevara, quien lleva tres semanas en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), privado de libertad y acusado de varios delitos por la Fiscalía que dirige Tarek William Saab, nombrado por la extinta Asamblea Nacional Constituyente de 2017.