Nuevos detalles técnicos sobre la máquina de votación se conocieron durante la auditoría del viernes 16 de octubre. Entre los elementos que preocuparon a los técnicos de los partidos políticos destaca el fácil acceso a la memoria del equipo en la que se registrarán los votos que se emitan el 6 de diciembre.
El representante de Copei ante el Consejo Nacional Electoral, Luis González, sugirió que se estableciera un mecanismo de seguridad adicional para evitar que algún elector descontento acceda a la memoria y entorpezca el proceso.
Los datos del disco duro se almacenan en un pendrive que funge como una memoria de contingencia, que está ubicada en un compartimento lateral de la pantalla donde se ejercerá el voto. Aunque el dispositivo no se ve a simple vista, no es difícil abrir el espacio donde está.
Ángel Elía, técnico del CNE, admitió que no es complicado acceder al pendrive, pero aseguró que cuando es extraído el equipo deja de funcionar automáticamente y emite un sonido de alarma.
“Cuando estábamos trabajando el diseño, el primer prototipo venía con algo para bloquearlo (el acceso a la memoria), pero al final esos dispositivos causan problemas en el campo y queríamos que no fuera tan difícil para el operador de la máquina. Teníamos que buscar un equilibrio entre fácil acceso y que no fuera tan complicado para el operador”, respondió el funcionario electoral.
El Poder Electoral compartió el video de la auditoría en su canal de Youtube:

El representante de Copei insistió en que sí era posible hacer algún cambio de cara a la elección del 6 de diciembre para reforzar la protección y Elía indicó que no.
Otro elemento que suscitó muchas preguntas fue la duración de la batería de litio que tiene incorporada la máquina y que se activa en caso de que ocurra alguna falla en el servicio eléctrico, común en estados como Mérida y Zulia.
Los funcionarios del CNE indicaron que las pruebas que hicieron a la batería confirman que puede mantener el funcionamiento del equipo por 10 horas continuas. Pero no tienen certeza de si puede operar las 12 horas que dura el proceso electoral.
“La capacidad hasta donde la hemos probado es de 10 horas, pero la intención es que no haya luz las 12 horas del proceso. Sabemos que es posible, pero entiendo que el CNE tiene acuerdos con Corpoelec para el día de la elección en todo caso”, respondió Elía.
Secreto del voto
Pese a las preocupaciones por el fácil acceso a la memoria de la máquina, representantes de los partidos participantes no tienen duda de que se garantiza el secreto del voto a pesar de que organizaciones nacionales de observación electoral y especialistas en la materia advierten que se requieren mínimo seis meses para certificar un nuevo software de votación.
Vanessa Robertazzo de Cambiemos destaca que la máquina no tiene manera de saber quién votó por quien porque los votos se guardan “con un encriptado aleatorio”, esto para evitar asociar el orden en el que los votantes ejercen su derecho con el registro que queda de las manifestaciones de voluntad.
Señala que la transmisión de datos (el paquete de votos de cada máquina) se hará de forma encriptada a través de una red que está aislada de internet y que provee la empresa de telecomunicaciones Cantv como ocurrió en comicios anteriores.
Los técnicos del CNE también aseguraron, durante la auditoría del 16 de octubre, que las máquinas estarán totalmente aisladas de cualquier comunicación externa y al final de la jornada es que se le dará la capacidad de conectarse a la red para iniciar la transmisión.
También se precisó que aunque la mayoría de las tarjetas madre tienen capacidad de conexión inalámbrica, lo cual aplica también para la que está instalada en la máquina, el equipo no tendrá acceso a ningún tipo de conexión inalámbrica como wifi o bluetooth.
“Se hicieron las verificaciones que comprueban la imposibilidad de que exista alguna conexión externa durante el proceso de votación. Abrieron la máquina y vimos que no hay puentes ocultos que permitan este tipo de conexión”, afirma Ricardo Ríos, de Avanzada Progresista.
El representante de este partido también explica que como la máquina tiene integrada la información biométrica de los electores se garantiza que los votos se almacenen de forma aleatoria. “En 2005 se demostró que la máquina sabía quién es el elector, desde entonces se aplica un sistema de seguridad. Después de cada tres votos se genera un orden aleatorio, es como si barajaras un mazo de cartas”, argumenta.
Sobre el riesgo de usurpación de identidad, Ríos confirma que Avanzada Progresista envió una comunicación en la que solicitan que, si bien se le debe permitir votar a todo elector aunque la máquina no reconozca su huella (no coincida con la que está almacenada en la base de datos del CNE), estas incidencias deben quedar registradas en las actas del proceso para su posterior revisión.
Sobre el aspecto físico de la pantalla donde se ejercerá el derecho al sufragio, expresa que es positivo el diseño porque facilita el voto.
Persisten las dudas sobre el proveedor de los componentes que integran el hardware, el proceso de compra, el costo asociado a este y si están todas las máquinas de votación en el país.
Foto: Prensa CNE