No hay un riesgo real de una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela porque “los analistas de seguridad saben que logísticamente, en términos de sangre y recursos sería un desastre”, opina el subdirector de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola), Geoff Ramsey.

El analista explicó en la emisión de Con la Luz de este jueves 13 de junio por qué la opción de la fuerza es poco probable: “Hablamos con funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos y del aparato militar de Estados Unidos y coinciden en que una intervención militar podría terminar en una ocupación militar prolongada y un conflicto armado interno que podría durar años”.

Sobre el proceso de negociación que se lleva a cabo en Oslo, Noruega, señaló que es optimista pues “los noruegos son profesionales en todo lo que tiene que ver con la resolución de conflictos”.

Aclaró que el proceso en Noruega no tiene nada que ver con el que se produjo en República Dominicana porque el intento que llevó adelante el presidente Danilo Medina fue una mediación parcializada.

“Hay un consenso muy amplio en la comunidad internacional sobre la necesidad de volver a la democracia en Venezuela, Noruega no ha reconocido el proceso electoral de mayo 2018 (comicios presidenciales) y ha insistido en la necesidad de organizar nuevas elecciones. Si hay que tener cierto optimismo aunque sabemos que este tipo de proceso no es fácil y hay que darle todo el apoyo al equipo negociador”, expuso.

Ramsey también explicó las implicaciones de las labores que realizan el Grupo de Contacto y el Grupo de Lima. “El Grupo de Lima ha impulsado una estrategia de presión, esta presión tiene que ser canalizada en una acción concreta y esto es lo que intenta hacer el Grupo de Contacto que busca organizar las condiciones para que hayan elecciones libres y saben que para esto es necesario un acuerdo político mínimo entre las partes y por eso dependen de Oslo”, afirmó.

Agregó que “nunca antes en la historia hemos visto tanta presión internacional y doméstica. Todo está alineado para que haya una solución política, democrática y pacífica a la crisis actual”.

Sanciones

El subdirector de Wola advirtió que las sanciones petroleras impuestas este año por Estados Unidos agravan la crisis económica que atraviesa Venezuela.

“Si bien es cierto que la crisis económica en Venezuela empezó años antes de la imposición de sanciones económicas por parte de EEUU, no quiere decir que no están agravando la crisis especialmente las sanciones petroleras. Las sanciones financieras de 2017 no aplican para transacciones que tienen que ver con asistencia humanitaria ni con importación de comida ni medicina, pero esas excepciones no están contempladas en las sanciones petroleras y sabemos que Venezuela es un país petrolero”, manifestó.

Solidaridad internacional

Ramsey cuestionó la “dinámica perversa” que a su juicio sostienen algunos países que repudian el régimen de Nicolás Maduro públicamente, pero ponen trabas a los migrantes venezolanos.

“Parece que hubo dos épocas en la respuesta a los refugiados migrantes venezolanos. A finales de 2017 hubo una respuesta bastante solidaria, Colombia anunció los permisos de permanencia, etc. Pero a finales del año pasado (2018) después de la firma de la Declaración de Quito esa dinámica empezó a cambiar y hoy en día hay la solidaridad con los venezolanos termina en el instante en que los venezolanos salen de sus fronteras”, rechazó.

El especialista de derechos humanos y política latinoamericana citó la reciente implementación de visas para venezolanos en Perú y la visa de responsabilidad democrática de Chile como ejemplos de políticas migratorias restrictivas.

La declaración de Quito fue un acuerdo “sobre la movilidad humana de venezolanos en la región” suscrito por diez países latinoamericanos y Estados Unidos en septiembre de 2018.

Ramsey sostuvo que es necesario lograr un consenso para la acogida de los migrantes venezolanos. “Lo ideal sería acoger a todos bajo la Declaración de Cartagena (de 1984) y reconocer que los venezolanos que están huyendo son refugiados”, añadió.

Calificó de positivo y “sumamente importante” la iniciativa que en ese sentido tomó Estados Unidos al permitir pasaportes vencidos de ciudadanos venezolanos. “Estados Unidos es el país que mas restricciones tiene en términos consulares y migratorios y creo que si puede aceptar pasaportes vencidos como validos no existe ningún pretexto para que cualquier otro país lo haga”, concluyó.

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