El presidente de Fedecámaras, Adán Celis, ofreció a la organización empresarial como un mediador que permita al gobierno y la plataforma unitaria democrática reactivar los Acuerdos de Barbados.
En entrevista con el periodista Román Losinzki, en Circuitos Éxitos, aseguró que mantienen conversaciones con el Ejecutivo venezolano para normalizar las relaciones entre empresarios y el Estado, pero aún les falta generar confianza entre los dos sectores.
«Abogamos plenamente por los diálogos de Barbados. Somos un ente (Fedecámaras) que viene de procesos democráticos. Pedimos que esas conversaciones tienen que seguir», afirmó Celis en la conversación este jueves 1 de febrero.
También exigió creatividad a los políticos y que «miren fuera de la caja» para encontrar una solución democrática a las diferencias, tras la inhabilitación política contra la candidata presidencial opositora María Corina Machado.
No más sanciones económicas
Celis rechazó que pretendan reinstaurarse las sanciones de Estados Unidos a la economía venezolana.
«Pedimos que cualquier tipo de decisión no afecte a los venezolanos. La gente piensa que las sanciones son para el gobierno, pero el gobierno tiene sus maneras de evadir sanciones y ya lo ha comprobado y lo ha hecho. Al final quienes terminan pagando las sanciones son los venezolanos», expresó.
Esto después del ultimátum de Estados Unidos de volver a aplicarlas tras el 18 de abril de 2024, cuando vence la flexibilización que ese país dio tras la firma del Acuerdo de Barbados en octubre pasado, debido a la inhabilitación contra Machado por parte de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Pidió a los políticos seguir el ejemplo del diálogo social entre gobierno, empresarios y sindicatos, con la mediación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a propósito de una nueva reunión entre las partes que comenzó este 1 de febrero.
«Nos ofrecemos en este momento para ser puente del diálogo entre las partes», insistió Celis.
Ante la pregunta sobre qué resultados esperaban del diálogo social, reconoció que había avances con el Ministerio del Trabajo, aunque aún hay una agenda por desarrollar.