Geovanny Finol fue constituyente en 1999. Salió electo por el estado Zulia y fue el presidente de la subcomisión de Agricultura. También formó parte del denominado Congresillo, cuando se disolvió el Congreso de la República a raíz del proceso constituyente que se vivió a inicios del primer mandato de Hugo Chávez. Este exdiputado de la Causa R está convencido de que la Constituyente que ahora convoca el presidente Nicolás Maduro no resolverá los problemas del país. Y, además, le ve poca viabilidad a la propuesta, dado que es “roja rojita”, la elección será de segundo grado y no implica una consulta popular.

-La Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, afirmó que la Constituyente es innecesaria en estos momentos. ¿Comparte ese criterio?

-Absolutamente. En Venezuela, en estos momentos, no se necesita la transformación del Estado como solución a la crisis. Por el contrario, me parece irresponsable que cada vez que se presente una crisis en el país se plantee una Constituyente. Desde 1830 hasta la fecha se han producido 27 constituyentes. Repito: es irresponsable seguir planteando que con ese proceso se resuelven los problemas. Con la Constitución de 1999 sí se resuelven problemas. Con esta que están convocando, que es roja rojita, que implica una elección de segundo grado y que no respeta el principio de que la soberanía reside en el pueblo, no habrá soluciones. Esta que convocan no lleva implícita una consulta porque no la quieren hacer. Saben que la consulta popular conlleva al voto directo y secreto.

-¿Por qué no quieren hacer la consulta popular?

– Sencillamente porque la han negado todo el tiempo. La negaron con el referéndum revocatorio, también con las elecciones de gobernadores y alcaldes. Eso significa que no quieren contarse, porque desde hace más de un año las encuestas indican que son removibles. Esa es la verdadera razón para no contarse. Ellos pueden perfectamente elegir una Asamblea Nacional Constituyente roja rojita tratando de emular lo que pasó en 2005, cuando la oposición no concurrió a las elecciones parlamentarias. Pero no toman en cuenta que las condiciones cambiaron. En 2005 ellos eran mayoría, ahora son minoría, antes contaban con el apoyo internacional, ahora no, y además la gente está en la calle.

-¿Cree que la echarán para atrás?

– Es bastante difícil que se concrete. Las condiciones son adversas. Como ya he dicho, han perdido la mayoría y no solo eso tampoco tienen credibilidad interna ni externa. Nadie cree que esta ANC vaya a arreglar los problemas como el desabastecimiento de alimentos y medicinas o a solucionar los problemas económicos como la devaluación de la moneda. La Constituyente no se propone para arreglar los problemas. No se sabe para qué será. No han dicho si será para ampliar las libertades, incrementar el respeto a los derechos humanos o que apoyarán la propiedad privada para que vengan inversionistas. No creo que sea para eso. Por el contrario, pienso que quieren emular al Estado comunista cubano. Una copia de ese Estado es lo que quieren hacer. Eso lo deduzco porque no han dicho para qué es. Dicen que no van a reformar la Constitución vigente, pero toda Constituyente es para refundar el Estado.  Quieren engañar hasta a su propia gente al decir que no cambiarán nada.

– En los considerandos de la propuesta constituyente se señala que se le dará rango constitucional a la protección de los jóvenes. ¿Eso es materia de una Constitución?

– Eso no es materia de una Constitución y, además, ya está establecido en el texto vigente. Eso no amerita un proceso constituyente, porque con cinco leyes que se sancionen en la Asamblea Nacional basta. Las constituciones cambian la esencia del Estado y no se ocupa de cosas menores.

– También proponen constitucionalizar las misiones.

-No sé hasta qué punto eso es necesario. Es parte de la trampa que quieren montar. No es necesario constitucionalizar las misiones; ya eso está institucionalizado en las leyes de la República. Es el anzuelo con el que quieren promocionar algo que no se justifica en este momento. Ahora, después de 17 años, quieren cambiar la Constitución que su jefe Chávez dijo que era la mejor del mundo. No sé cuál es la idea para reformar.  Habrá que preguntárselo a ellos, porque tampoco lo han explicado.

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