El gobernante Nicolás Maduro no participó en la XXVII Cumbre Iberoamericana. En su lugar lo hizo su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, quien se enfrentó a las mismas críticas por parte de los países que desconocen al gobierno venezolano.
“Traigo el saludo a esta cumbre del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro”, dijo Rodríguez al inicio de su intervención vía internet.
En su derecho de palabra, la funcionaria hizo énfasis en la desigualdad que, asegura, existe en el mundo en el acceso a las vacunas contra el COVID-19 y pidió crear espacios de cooperación.
No desaprovechó la oportunidad para solicitar a los gobiernos de países donde existen fondos de Venezuela congelados, liberar esos recursos para poder combatir la pandemia.
«Aquí en esta comunidad iberoamericana hay recursos secuestrados del pueblo de Venezuela. Le pido al presidente de Portugal que coopere para que el pueblo de Venezuela pueda acceder a sus recursos y atender la pandemia“, instó.
La Cumbre se celebra desde Andorra bajo un formato semi presencial, en el que solo están presentes los mandatarios de España, Portugal, República Dominicana y Guatemala. El resto de los países concretó su participación a distancia.
«Creo que aquí, en esta comunidad Iberoamericana, donde hay dos países víctimas de bloqueo criminal, víctimas de medidas coercitivas unilaterales ilícitas, se puede hacer mucho; se pueden tender todos los puentes, abrir espacios de comunicación y diálogo«, pidió.
El gobierno venezolano está sujeto a sanciones internacionales por violaciones de derechos humanos y corrupción por parte de países europeos, EE. UU. y Canadá. Las medidas incluyen congelamiento de cuentas en el exterior en aquellos países donde se reconoce a Juan Guaidó como presidente encargado y a las cuales no tiene acceso la administración madurista.
Palabras contra Duque
Otro punto abordado por Rodríguez fue el del narcotráfico en Colombia, lo cual aseguró afecta no solo a Venezuela sino a los mercados financieros internacionales. Subrayó los esfuerzos de la administración de Maduro para evitar que dicha actividad tome auge en la frontera colombo venezolana.
«Es increíble que en medio de la pandemia Colombia, primer productor de cocaína del mundo, haya incrementado su producción, convirtiéndose además en una situación de salud pública», acusó.
Tildó al presidente del vecino país de «facsímil del fracaso» en sus intentos por desalojar al chavismo del poder en Venezuela, con la colaboración de otros países como el de Estados Unidos.
Las palabras de Rodríguez fueron una respuesta a la intervención del presidente Duque, quien previamente pidió ante el foro mayor presión para la recuperación de la democracia en Venezuela y también se refirió a Maduro como «dictador».
«Desde Venezuela rechazamos cualquier tipo de pretensión de que nuestro territorio sagrado, el suelo sagrado de Bolívar, sea utilizado para el narcotráfico y las relaciones narcóticas de Colombia, los carteles y las agencias de los Estados Unidos», agregó la vicepresidenta.
Se refirió a quienes se oponen al gobierno madurista como «voces menores de intolerancia de la subregión de Suramérica» e instó a quienes se hacen llamar gobiernos democráticos, respetar a las autoridades venezolanas, electas por el pueblo mediante votación popular.
Rechazo
El gobierno interino presidido por Juan Guaidó envió una carta al presidente del gobierno del principado de Andorra, Xavier Espot, para oponerse a la invitación a Maduro.
“La asistencia de Maduro a esta cumbre sería no solo una contradicción con los principios fundamentales que defienden las democracias iberoamericanas, sino un insulto a las víctimas de las graves violaciones de DD. HH. en Venezuela”, sostuvo el comisionado para las Relaciones Exteriores de Guaidó, Julio Borges, el 18 de marzo.
La participación de Rodríguez fue interpretada por dirigentes opositores como una muestra de que Maduro sabe que su presencia no era bien recibida en el foro internacional.