Protesta en isla de Margarita. Foto: La Patilla

El 1 de septiembre dejó a la oposición esperanzada. La #TomaDeCaracas y de otros estados del país contó con una convocatoria mayor a la que ha tenido la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en eventos pasados.

Sin embargo, a pesar de que la oposición llevó como bandera la exigencia de que se cumplan los tiempos del referendo revocatorio, especialistas aseguraron que el #1S no será suficiente para presionar al Consejo Nacional Electoral (CNE). Solo es el primer paso.

La jornada de este jueves es imposible de analizar sin tomar en cuenta los hechos que tuvieron lugar los días previos a la convocatoria. Detenciones a dirigentes de políticos, hostigamiento a figuras de la oposición e intimidaciones estuvieron en la agenda del gobierno de cara a la fecha. El resultado: la facción opositora entró en una etapa de persecución política.

“Ya no solo está la amenaza de ilegalizar partidos, sino también la de perseguir a los dirigentes”, expresó Juan Manuel Trak, politólogo del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello. “La oposición tiene que mantenerse firme en un sistema que se está autocratizando rápidamente”, añadió.

Para Jesús Castellanos Vásquez, politólogo y especialista en materia electoral, el incremento de la violencia política por parte del Estado solo refleja “el talante cada vez más autoritario del régimen chavista-madurista”.

El especialista considera que el país que marchó este 1 de septiembre es el mismo que se pronunció en las elecciones el pasado 6D. Sin embargo, apuntó que hoy es mucho más maduro. “No temo equivocarme al afirmar que esta es la primera vez que la oposición venezolana participa masivamente con claridad en el objetivo”, señaló.

Según Castellanos, en el pasado fueron sectores determinados los que manifestaban por temas específicos o grandes grupos que pedían una salida del presidente Hugo Chávez. Todo esto sin tener en mente un objetivo claro sobre qué vía podría llevar a tal objetivo.

No obstante, Trak precisó que los motivos que llevaron a la gente a votar por la oposición en los pasados comicios parlamentarios son mucho mayores: la inflación, la escasez, la inseguridad y la conflictividad política han empeorado desde entonces. “La presión que se requiere para lograr el objetivo es mucho mayor, pero ha sido un buen paso a los fines de mostrar la fuerza de movilización que tiene la MUD“, dijo.

El especialista del CEP-Ucab añadió que el 1 de septiembre fue un alerta para el Gobierno, sobre todo por la capacidad que demostró tener la oposición. Según Trak, la Toma de Caracas mostró cuánta gente está dispuesta a que haya un referendo revocatorio.

Castellanos también considera que una movilización como la de este jueves fue solo el primer paso para la oposición en lo que será un camino lleno de retos. Para encararlo, agregó, la MUD cuenta con una base contundente que debe utilizarse en favor de que se produzca el revocatorio este año. Para esto también cuenta con la presión de la comunidad internacional.

Por su parte, no solo la oposición es la que tiene un desafío frente a sí. “El reto del Gobierno es enfrentar esto de forma tal que se le garantice un mínimo de gobernabilidad. Es de señalar que no es fácil un ejercicio de esta naturaleza con un pueblo en contra y una mirada crítica a nivel mundial”, indicó.

Foto principal: La Patilla

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