El cardenal Jorge Urosa Savino pidió a los líderes de la oposición dejar a un lado sus diferencias e intereses particulares para lograr una unificación, en la lucha contra la crisis que vive Venezuela.
Después de la misa de acción de gracias que marcó su retiro oficial como arzobispo de Caracas, el prelado declaró a los periodistas su visión sobre lo que debe hacer la dirigencia opositora ante el actual momento del país.
“Tienen que conversar entre sí, deponer sus intereses particulares que tiene que luchar para que se puedan resolver los verdaderos problemas que tiene la gente”, expresó el purpurado este sábado 21 de julio.
Añadió que la situación del país “es crítica y dramática”, por lo que el camino a seguir dentro de los factores que adversan al Gobierno de Nicolás Maduro es unirse, porque “los grupos aislados, los partidos divididos y enfrentados, no van a lograr nada“.
Las palabras de Urosa Savino surgen 48 horas después de que los líderes de AD, Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y Avanzada Progresista, se reunieron a puerta cerrada para tratar de limar asperezas y definir una agenda común de acción política.
Cardenal descarta diálogo
El cardenal descartó que en este momento pueda darse un diálogo con el Gobierno, como proponen algunos dirigentes opositores, entre ellos Henri Falcón, al considerar esto es una “distracción inútil”.
“Para que se dé un diálogo tiene que haber el cumplimiento de unas condiciones que están dentro del cumplimiento de las obligaciones que tienen las autoridades, mientras eso no se dé no será posible ningún diálogo”, resaltó.
Agregó que hoy “está planteado que el gobierno cumpla con su deber y obligaciones con los venezolanos. Hablar ahorita de diálogo me parece a mí que es una distracción inútil”.
El cardenal es uno de los más críticos contra la gestión de Maduro, por lo que es blanco de ataques del oficialismo, a través de sus principales dirigentes.
Más temprano, durante la homilía Urosa Savino dijo que seguirá en Venezuela en “defensa de los derechos de los venezolanos”, pero como obispo jubilado según lo dicta el Código de Derecho Canónico de la Iglesia católica, cuando un obispo cumple 75 años de edad.
Foto: Telesur