Caleb McCarry tiene cara de bonachón. En el avión que trasladó a Joshua Holt desde Caracas, donde estuvo dos años preso, hasta la Casa Blanca en Washington, aparece sonreído de oreja a oreja, un poco despeinado, la cabeza chocando  con el techo de la aeronave que sirvió de vehículo liberador.

Parece  uno de esos gringos que en su tiempo libre salen con la camisa hawaiana y las cholas con medias desgastadas. Parece que sudara a borbotones y que hablara español con acento. Sin embargo, solo son apariencias. En realidad es un factor clave en la relación de los países “problemáticos” y Estados Unidos.

En 2005, Condolezza Rice lo nombró como el coordinador para la Transición en Cuba. Dijo, en esa ocasión: “para acelerar la desaparición de la tiranía de (Fidel) Castro, el presidente George Bush creó la Comisión para la Asistencia de una Cuba libre” y lo puso a él a la cabeza.

Durante ocho años ha sido alto Funcionario Profesional del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos y antes de eso fue vicepresidente para las Américas del programa para el Centro para la Democracia.

Considera a Roger Noriega como su mentor. En 2005 afirmó: Estados Unidos siempre ha sido amigo del pueblo de Cuba...Durante 46 años, la dictadura ha dividido de manera intencional y cruel a la familia cubana. Serán ellos, almas valientes, que determinarán el futuro de la isla…”.

Asimismo participó en programas relacionados con Guatemala y Haití.

El senador estadounidense Bob Corker es la figura más visible de la negociación de la que poco se sabe; sin embargo, aparece McCarry como un elemento vital. En el comunicado se lo agradece: “por ser un miembro increíblemente valioso de mi equipo y por su tenaz determinación. No habríamos alcanzado el éxito sin su intervención”.

My full statement on the release of Josh and Thamy Holt: pic.twitter.com/FsJlzpDy4v

— Senator Bob Corker (@SenBobCorker) May 26, 2018

McCarry tiene estudios en español y es hijo del ex agente de la CIA y escritor Charles McCarry.

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