¿Es legal la licencia de Chevron en Venezuela? Esto dice Rafael Ramírez
¿Es legal la licencia de Chevron en Venezuela? Esto dice Rafael Ramírez

En lo que va de año, como parte de la labor de la firma británica de Banca de Inversión que representamos en Venezuela —Moore GSF—, hemos hecho dos giras para reunirnos con fondos de inversión y potenciales inversionistas individuales, posicionando nuestro país como destino. Dos de ellas han sido a EE UU y la otra a países del Sur, incluyendo Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

Más allá de la complicada conectividad, múltiples vuelos, transbordos, migraciones y lo que todos pasamos cuando salimos de Venezuela, lo que realmente resulta difícil, es “desmontar” la lastimosa imagen que en el exterior tienen de la patria en lo económico, social y político.

Por otra parte, convencer a los potenciales capitales de que nuestro país se ha vuelto una economía y mercado pre-emergente, con inigualables retornos sobre inversión y una tasa de riesgo cada vez más “potable”, resulta una labor titánica.

No han sido menos de 60 encuentros programados con individuos claves del mundo de las inversiones de los que una notoria minoría están dispuestos a asumir el “riesgo Venezuela”.

La aproximación a los inversionistas es siempre la misma: “Usted conoce las riquezas naturales de nuestro país, más de 20 trillones de dólares reposan en nuestro subsuelo en reservas minerales certificadas, incluyendo petróleo, gas, oro, diamantes, coltán, hierro, bauxita y muchas más. Además, contamos con una superficie potencialmente cultivable de 550.000 Km2 y la onceava reserva de agua dulce del mundo. Nuestra posición geográfica envidiable ofrece unas ventajas logísticas insuperables, etc., etc., etc”.

Dudas frecuentes

Entonces, inevitablemente comienzan agudas e inevitables preguntas difíciles:

¿Y el tema político? —Sin duda es complejo, tenemos la esperanza que este año se lleguen acuerdos de sana convivencia entre oficialismo y oposición, con una agenda económica y social, así como acuerdos políticos de cara a las elecciones del 2024. El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y el representante de la opositora plataforma unitaria, Gerardo Blyde, recientemente posaron juntos, asegurando que se retomarían las mesas de negociación. Además, hay un claro acercamiento entre el gobierno y Washington en búsqueda de entendimiento.

¿Y la inflación? —Bueno sufrimos una terrorífica crisis hiperinflacionaria entre 2016 y 2020, que hoy está casi resuelta gracias a nuevas políticas de Estado, que han permitido el uso de divisas en conjunto con el bolívar, sumado a una restricción de liquidez y una rigurosa disciplina fiscal, que casi han extinguido la inflación y la devaluación.

¿Cómo está la economía? —Muy venida a menos respecto al 2013, tenemos una contracción sostenida en los últimos 7 años cercana al 80%, pero desde el año 2021, observamos un crecimiento del 4%, y algunos analistas, entre los que destacan, Credit Suisse, esperan una nueva expansión este año de 10%. Si bien, es cierto, Venezuela no está en una buena situación económica, el país experimenta una «tímida mejora» y el consumo se ha activado. Particularmente en el centro del país se visualiza movimiento y actividad comercial en la calle.

—Venezuela se ha vuelto un mercado pequeño. Con 27 millones de habitantes, unos 10 de ellos, pueden acceder a la canasta alimentaria. Sin embargo, sigue siendo un mercado interesante, con una nueva arquitectura de consumo, muy dinámico, y con modelos de negocio retadores a desarrollar. Compréndalo como un mercado frontera o pre-emergente, con gran potencial de recuperación y allí verá las oportunidades de negocio.

¿La seguridad personal? ¿secuestros y robos? ¿carros blindados? —Mucho mejor que años atrás. El gobierno «se dejó de pendejadas» y se dio a la tarea de desmontar bandas delictivas y azotes de barrio en todo el país. Hoy en día los secuestros son excepciones y no la regla, y definitivamente, más allá de cifras y estadísticas, existe una percepción de mayor seguridad.

¿Seguridad jurídica y expropiaciones? —Aunque le resulte extraño, el gobierno, en los últimos años, dio un viraje hacia una economía de mercado, con liberación de precios y controles centrales, permitiendo al sector privado trabajar con mayor libertad y capacidad de maniobra. Las expropiaciones han cesado, incluso muchos activos en manos del Estado están siendo cedidos al sector privado. Todavía hay un buen camino que recorrer desde el punto de vista de marco legislativo para acompañar las nuevas intenciones, pero la seguridad jurídica es un aspecto que también viene mejorando, y notablemente.

¿Las sanciones? (ahí no puedo evitar fijar posturas) —Las sanciones me parecen un acto salvaje, y de las que estoy totalmente en contra. Están claramente referidas a intercambio financiero y comercial con el gobierno venezolano, no con el sector privado. Parece existir en el horizonte la posibilidad de una flexibilización de las sanciones y el bloqueo. De hecho, el gobierno de Biden permitió la renovación de la licencia de Chevrón. Además, a cambio del inicio de las negociaciones gobierno-oposición, ofrecen aligerar la asfixia sancionatoria.

La pregunta del millón

¿Usted es chavista? —No, soy venezolano. Creo firmemente en el potencial económico y social de Venezuela, y no profeso militancia política alguna.

Aunque representamos a una empresa de consultoría y banca de inversión británica, no venezolana, miradas escépticas, sonrisas sardónicas, sarcasmo, y hasta risas socarronas, son la mayoría de las respuestas. Unos pocos, que ya conocen a Venezuela, muestran real interés cuando comenzamos a hablar de múltiplos, porcentajes de retorno y tasa de riesgo.

La mayoría de los inversionistas supedita su entrada al país a un cambio político de 180 grados. Otros, a mayores garantías jurídicas. La minoría a la realidad económica actual y al potencial futuro de nuestra amada tierra.

He de confesar, que este año 2022 ha sido mejor que el año pasado, desde el punto de vista de cosecha de inversiones.

Para que tengamos una idea, de cada 10 inversionistas contactados y citados de forma personal, tan solo 1 muestra interés por Venezuela. De allí en adelante, luego de seguir nuestra premisa de que debe venir al país para cerciorarse con sus propios ojos que no estamos «hablando paja», sino que Venezuela es realmente una tierra de gracia; tan solo unos pocos muestran intención y realizan serias diligencias para depositar sus capitales, muchos o pocos, en la tierra que nos vio nacer.

Nuestro equipo de mercadeo y ventas, estima, que tan solo 2% de los inversionistas profesionales que muestran real interés en Venezuela, sembrarán pecunio en nuestro país y correrán “riesgo Venezuela”.

Nuestras cuentas son sencillas, si es un 2%, debemos seguir tocando puertas, 100, 1.000, 10.000, 100.000, todos los que hagan falta para poder convencerlos de que no estamos haciendo una falsa oferta. Que Venezuela fue, es y será un destino privilegiado de inversión. No hablamos de nacionalismo, sino de números y bueno algo de amor por la tierra, también se cuela.

Por cierto, me permito comentarles que un inteligente y esquivo inversionista me preguntó qué haría yo mismo para arreglar el tema económico del país y eso me ha tenido dándole vueltas a la cabeza. La semana que viene, sino ocurre otro psicótico e incomprensible asesinato de niños en Texas, y vuelven a excluir a Venezuela de la cumbre de las Américas —sí a Venezuela, no a Maduro—, o vaya usted a saber qué cosa nueva pueda pasar, compartiré con ustedes algunas humildes opiniones de cómo atender el hacer financiero del país.

Seguimos adelante, con el «guáramo venezolano» que nos caracteriza, con la esperanza absoluta de que juntos lograremos construir el futuro de nuestros hijos y nietos, en esta, su tierra, donde están nuestros vivos y reposan nuestros muertos.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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