Los medios de comunicación, además de ponerse al día con los tiempos en términos de tecnología, tienen que hacerlo con los contenidos.  No es solo cantidad de caracteres y el uso de links. Hay algo más y fundamental: quienes operan esos medios, propietarios,  equipo directivo y, sobre todo, quienes redactan los contenidos, tienen que estar en constante actualización con los hechos sociales y sus cambios.

La responsabilidad de ir al día con los tiempos no solo es de la escuelas universitarias, lo es, básicamente, de la persona llamada a informar.  De ella se requiere que tenga interés personal en estar informada, sentido de responsabilidad y compromiso con la función social de transmitir la información.  El asunto es que hoy, cualquiera redacta contenidos y lo que se escribe se puede enredar en las redes.

En días recientes, en Venezuela, se produjeron dos hechos que siendo parte de los muchos que se producen diariamente en este país,  requieren detenernos en ellos por algunas implicaciones sociales que pasaron por debajo de la mesa de redacción. 

Se trata del asesinato de una mujer transgénero y una sesión de fotos pornos de una mujer en una base militar.  En común, las protagonistas fueron mujeres.

A las mujeres transgénero o transexuales las matan hombres que se asumen muy machos y por ello sienten odio/temor a los homosexuales –homofobia- o a lo que pudiera parecerlo, en esta caso, transfobia.  Esto,  a pesar de que algunos de esos agresores, tienen/desean tener relaciones sexuales con una trans.

Los transfobícos detestan a las mujeres trans porque son hombres que se han feminizado hasta el extremo y, quienes las agreden o matan, son hombres misóginos.  Para ellos, las mujeres son lo peor que ha creado Dios y la naturaleza.  

Por ello, los transfóbicos, agreden y matan a personas como Brigitte, la transexual venezolana recientemente asesinada.  Su asesinato fue muy poco reseñado por los medios.  Una mujer trans asesinada pudiera no ser mayor noticia. Una más.  Pero resulta que, en otra óptica, no fue solo una trans a quien mataron, fue a una mujer. Fue lo que ahora se llama un feminicidio más.

Pero quien cubrió la noticia del asesinato de Brigitte y tituló: Asesinan a un hombre transexual, ni siquiera después de muerta le permitió ser como ella quería ser y se sentía: una mujer. NO fue un hombre transexual el asesinado, no. Brigitte era una mujer transgénero o transexual.  

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