Quienes detractan la discusión sobre el papel y los derechos de hombres, mujeres y la diversidad de géneros sexuales existentes en la faz de la tierra, están obsesionados con el tema. Han hecho bandera de todo lo que tiene que ver con el enfoque de género para mover sus maquinarias en contra de los derechos sexuales. Se aparecen, ahora, denunciando una supuesta ideología de género.
Enfoque e Ideología de género
Una cosa es el enfoque de género para explicar cómo está pautada la relación social entre los diferentes sexos o géneros en las sociedades y otra, la ideología de género, un planteamiento que, como su nombre lo indica, presume que lo del género no es un enfoque sino de una ideología. Algo siniestro.
Los creadores de la ideología de género, oscurantistas, reduccionistas y simplistas como son, hacen del concepto de género el centro de su pensamiento, de su política, de sus consignas. Es como una suerte de obsesión con el tema, lo traen para todo, se valen de ese concepto para hacer ver una “amenaza” semejante al comunismo.
Los ideólogos del género no entienden, no quieren entender, que el enfoque de género sí puede ser una política y es una de las metas de los grupos que luchan por la equidad de género y sexual. Pero eso es un planteamiento político, no una ideología, mucho menos, una amenaza.
Conceptos básicos, de entrada, para entendernos
Sexo se refiere a la forma de identificarnos biológicamente, tener (no necesariamente ser) de un sexo u otro. La inmensa mayoría de los mamíferos tienen un pene o una vulva, dependiendo que sea hombre o mujer, o macho o hembra, en caso de animales inferiores, Esos órganos indican que en ese cuerpo hay otros órganos que le harán funcionar de acuerdo al sexo correspondiente. Hay una pequeña cantidad de personas cuyo genital se hace confuso a simple vista. Hace tiempo se les llamó hermafroditas, más modernamente, intersexuales. Una complejidad biológica que requiere de atención individual.
Género es un concepto que la sociedad ha creado para facilitar su funcionamiento de acuerdo a los sexos. Los hombres deben comportarse de una determinada manera, las mujeres de otra, y quienes no se sienten ni hombre, ni mujer, deben hacerlo de forma diferente. Son pautas sociales que pueden variar según la sociedad y se pueden transformar con el tiempo.
El enfoque de género asume a la sociedad como una diversidad de comportamientos sexuales donde todos deben tener visibilidad social y equidad en los derechos.
Tengamos claro: sexo se refiere a la dimensión biológica del organismo y el género a una creación cultural con respecto a lo masculino, lo femenino y sus variantes.
Conceptos derivados de los básicos
No todo hombre, ni toda mujer, se identifican con su sexo (insisto, biológico). Esto ha llevado a crear el concepto de identidad sexual. ¿Te identificas con tu sexo, con ser hombre o mujer? Es una pregunta clave en el abordaje de lo sexual. Alguna gente dirá que no y de allí se deriva la transexualidad.
En términos de atracción sexual, se ha asumido que los sexos opuestos se atraen y así es en la inmensa mayoría de las personas. Pero hay muchas, cada vez más, que se atreven a romper la convención, y personas con el mismo sexo se atraen, se enamoran, según el lugar, pueden casarse, tener hijos o hijas, por diversos métodos, y constituir familias armónicas, o no. Igual que las familias heterosexuales.
En términos de relaciones entre los sexos es necesario incorporar el concepto de identidad de género. La cultura pauta que hombres y mujeres deben diferenciarse en la forma de vestir, por ejemplo, y de comportarse. Lo que se llama el rol de género. Pero algunas personas pudieran sentir que el género que le han impuesto no le calza y tratan de cambiarlo. Esto puede traerle dificultades personales y sociales pero cuando las supera se sienten más satisfechas consigo mismo y con los demás.
Conflictos personales y sociales debido al sexo o al género
Disentir de lo pautado tiene sus costos y cuando la disidencia es en lo sexual o en el género, los costos emocionales y sociales son mucho mayores.
No todo es color de rosa en el mundo de la gente gay, lesbia, bisexual, trans, ínter o cualquier forma de sexo diversa, aunque la gente se ría al verles, o las drag queens monten shows para divertir a los demás. Llegar a eso les ha costado años de sufrimiento.
Por eso asombra la frivolidad con lo que la gente del oscurantismo se refieren a alguien que reconoce tener una sexualidad alternativa o ser género fluido o no binario (personas que pueden asumirse como hombre o como mujer y comportarse como tal en forma transitoria). No, no lo hacen por juego ni porque es una moda, lo hacen después de una larga lucha consigo misma y mucho dolor, miedo de ella y su familia.
La manipulación comienza confundiendo conceptos e ignorando la historia
Cuando, con intencionalidad o ignorancia, género y sexo se hacen sinónimos – como suelen hacer quienes hablan de la ideología de género-, queda claro que de manipular se trata.
El sexo, en muchos sectores sociales y, en particular, en algunos que tienen poder, sigue siendo, un tabú, algo que asusta a mucha gente. Y si la tal ideología de género se presenta como ideología del sexo, entonces se logra el propósito de inyectar miedo.
A la tal ideología de género también le atribuyen maniobras como la de defender el lenguaje inclusivo, aquel que cuestiona que el pronombre y el articulo masculino sea el que arrope a las mujeres y a toda la diversidad sexual. En realidad, es el lenguaje falocentrado la forma de invisibilizar, de discriminar, a los otros géneros.
Quienes denuncian la ideología de género sostienen que es una “tesis estatista” (promovida y financiada por el Estado para cercenar las “libertades individuales”), ignoran, intencionalmente, que en todo el mundo, el enfoque de género está promovido por organizaciones no gubernamentales, quienes son los reales motores de la educación sexual, la no violencia contra las mujeres o las minorías sexuales y promueven los derechos de esos grupos, entre otras muchas labores.
Quienes denuncian la ideología de género consideran a la educación sexual como parte del adoctrinamiento de esa ideología, ocultando que uno de los mayores adoctrinamiento en la historia lo ha hecho la iglesia católica al imponer sus creencias religiosas a los pueblos colonizados, que de paso, esclavizó. Y como parte de su “misión religiosa”, ha abusado sexualmente de mujeres, niñas y niños (y, muy probablemente, de hombres, pero poco se dice). Inclusive, a nombre del Señor, asesinaron a miles de personas no solo en las batallas por la conquista.
Los desmanes de la iglesia católica son tan reales que, en estos días, el Papa Francisco ha pedido perdón a los indígenas canadienses por los asesinatos y abusos sexuales cometidos por sus “misioneros” mientras les adoctrinaba. El perdón no resuelve, pero algo es algo.
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