En estos días hablaba con un muy querido amigo judío, Isac (sí con una sola A), quien me decía -con mucha añoranza- que su abuela había fallecido hace pocos días.

Me contaba que esta buena mujer, cuando niña, fue trasplantada a territorio palestino. Venía de una Polonia arrasada por la Segunda Guerra Mundial. Primero, huyendo de la barbarie Nazi, y después, de las miserias seguras que prometía el estalinismo.

Su abuela creció en el recién creado Estado de Israel, allí fue a la escuela, conoció a su pareja, se casó, y tuvo hijos.

Las confrontaciones entre países, pensamientos y religiones, parecía que no se apartaban de su vida. Ahora, era el mundo árabe contra los israelíes. Quizás por eso, tras la Guerra de los Seís Días en 1967, y temiendo que sus hijos terminaran envueltos en un conflicto bélico, decidió emigrar a Venezuela, tierra de gracia.

Arepas hebreas

Temprano los años 70´s, en Táchira, monta con su esposo una arepera.  A fuerza de jornadas interminables, entre arepas, hebreo, español y yiddish, terminan de criar a sus hijos. Un tiempo después, hubo que mudarse a la capital, a Caracas, para que los muchachos pudieran asistir a universidades de primera. Más tarde, ya profesionales, los hijos se casan y los hacen abuelos.

Comenzando el nuevo milenio, Venezuela se enrarece. Huelgas, amenazas, confrontaciones armadas, insalvables diferencias y continuas arengas entre oficialismo y oposición.  Los hijos y nietos comienzan a dispersarse, buscando una mejor vida. Unos se quedan en Venezuela, otros se van.

De regreso al origen

Tanto la situación que vivía Venezuela, en los inicios del 2000, como la incipiente dispersión de la familia nuclear, determinaron el mejor momento para regresar a la tierra prometida. Ella, con sus maletas y su compañero, regresaron a su origen. De vuelta a un Israel, sin duda mucho más pacífico, moderno y desarrollado.

De vuelta a su tierra madre, a su idioma, a los sabores y olores de la infancia, a tornar presentes sus memorias antiguas. ¿Por qué no envejecer y morir en el sitio “primigenio”? Encontrarse con hijos y nietos, en un mundo global y tecnológico, está “a la vuelta de la esquina”. Basta un vuelo, un celular o una computadora, redes sociales y telecomunicaciones para estar en continuo contacto con los quereres.

Luis Vicente, sí creo en tus encuestas

En días pasados, leyendo una encuesta de Datanálisis -que en lo personal considero una de las encuestadoras político-económicas más serias del país- me encontré un panorama particular, por decir lo menos.

En lo político

  • Maduro y Guaidó, cuentan con un rechazo de su gestión política muy similar, cercana al 95% de los encuestados, para ambos.
  • Además de los anteriores, todos los actores políticos de la oposición y oficialismo, no superan una aprobación popular del 15%.
  • Chávez, es el político más amado por los venezolanos, contando con una popularidad y aceptación, por encima del 60%, con todo y que lleva muerto 8 años.
  • Más del 50% de la población no se identifica con la oposición, ni con el chavismo; por lo que podemos hablar de un masivo resurgimiento de los NiNis.
  • El 75% de los encuestados considera que debe votarse en las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes.
  • El 69% de los venezolanos están en contra de las sanciones económicas americanas, y más del 50%, considera que la injerencia gringa ha favorecido la permanencia del régimen de Maduro

 

Mi madre…

La historia de la muerte de la abuela de Isac, me hizo entrar en laberintos melancólicos, y recordar a mi propia madre: ¿Qué pensaría mi madre y hasta la abuela de Isac, sobre lo que afirma Luis Vicente?

Mamá, ya muerta hace 7 años, era española, y además castellana de nacimiento, pero venezolana por devoción, debido a los 60 años que vivió en esta patria. Además, mi madre era franquista, de derecha, con hijos humanistas de izquierda —como era de esperarse, solo por llevarle la contraria—, furiosa antichavista y sin un solo pelo en la lengua. Imagino que, al ver los resultados de las encuestas, diría algo así, como:

—¡Joder, tantos años votando contra Chávez!, ¡hasta en silla de ruedas voté contra él!. Y, mientras me distraigo un tiempo, haciéndome la muerta, ¿qué me encuentro?, ¿qué disparate habéis hecho?

—Tenemos 2 presidentes, uno de izquierda, Maduro, y uno de derecha, Guaidó, y ninguno es aceptado por la gente. A los otros políticos que quedan, no los quiere ni su madre. La gente prefiere no tomar partido por oficialistas, ni opositores. ¡La gente prefiere que los gobierne un muerto, Chávez!, ¡Debéis estar muy jodidos, hijo!

—Por bestias, repetisteis lo del 2005, y no fuisteis a votar a las elecciones parlamentarias y dejasteis el congreso en manos de los chavistas.  Ahora, todos queréis votar en las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes. ¿Quién os entiende?

—Además, habéis dejado que otros países metan las narices en Venezuela. Estáis sancionados por temas del gobierno, pero la mayoría de la población está en contra de las sanciones. ¿en qué galimatías os habéis metido?

—¡Válgame Dios!, de verdad, no os entiendo. ¿Qué habéis hecho hijo?, ¿No hay nadie nuevo que asuma el liderazgo de la oposición?, ¿No pueden de una vez por todas dejaros de tonterías, y llegar a acuerdos entre oficialismo y oposición?, ¿No os parece necesario tender puentes, a ver si de una vez por todas, salimos del atolladero político y económico en el que os habéis metido?

—¡Hijo, es que no me muero más!, ¡No me muero de nuevo!, ¡No os puedo dejar solos!

 

En lo económico y social… sigue Luis Vicente

  • Más de 5 millones de emigrantes venezolanos fuera de la patria
  • De los que se han quedado en el país existe una mayor tendencia a habituarse al desastre político actual, así como a la precariedad en el suministro de servicios básicos (electricidad, agua, combustible, conectividad), con menor adhesión a mecanismos de huida (migración) o defensa (protestas). La mayoría de los encuestados manifiesta una mayor preocupación por lo económico y social, que por lo político.
  • El 76% de la economía nacional se maneja en dólares. De este porcentaje, el 70% se maneja en efectivo verde.
  • 75,8% de la población tiene acceso a divisas, de los cuales un 8,2% son receptores de remesas y 67,7% son tenedores o generadores de divisas.
  • Se estima que el PIB del año pasado llegó a 35 millardos de dólares. A esta cifra se suma un superávit de unos 20 millardos, no registrados. Esto, debido al intercambio de bienes y servicios a través de la masa de cash flotante. El efectivo en dólares sub-registrado es superior a los 2 millardos de dólares.
  • Percepción de mejora y activación de la economía respecto a los años 2018, 2019 y 2020, en el 45% de la población.
  • Cuarto año seguido de hiperinflación, con 3.500% al cierre de 2020, y una inflación acumulada de 155% hasta abril de 2021.
  • Según cifras oficiales, hasta el momento se han registrado más de 150 mil casos de coronavirus con 3500 muertos. Se presume que estas cifras pueden ser multiplicadas por 10. Los hospitales están desbordados. Un 90% de los casos complicados, se tratan, recuperan, o mueren en casa, con o sin asistencia médica.

 

Mi madre de nuevo…

— ¡De verdad hijo es que sois “re-tontos” !, ¡No os puedo dejar solos, estos 7 años de muerta, que hacéis trizas la economía del país!

— ¿Qué es eso de cuarto año de hiperinflación? Si en la Venezuela que conocí, hombre, siempre ha habido inflación, pera la hiperinflación era de países como Zimbawe. ¿En qué habéis vuelto el país, en Sudán del Sur?

— La economía, hecha trizas, me la habéis contraído más del 90% desde que morí en el 2014. Ese año, no recuerdo bien, habrá estado el PIB sobre los 200 millardos de dólares.

— Además, me dices que sólo hay dólares en efectivo. ¡Que ya no hay transferencias!, ¡Que hay por ahí flotando más de 2 millardos de dólares en cash!, ¡Joder, por eso, la gente siente que está mejor económicamente!, ¡Aunque sea, de mano en mano, pasará esa plata, y se “rebuscarán” acá y allá, como decís vosotros!

— Pero hijo, ¿no os dais cuenta que estáis en una burbuja? Si se habilita alguna modalidad de sacar capitales del país, ya sea por transferencias, por fronteras o como sea, os quedáis en la pobreza más pobre. Claro que la gente se siente económicamente mejor, pero porque están encerrados por las sanciones financieras esas que decís y el ostracismo. Tenéis los dólares pasando entre uno y otro. ¡Pero son los mismos dólares, joder!

— Lo que realmente importaría es que el país se active en la economía y os pongáis a trabajar y a producir bienes, servicios y plata. Aumentar los sueldos, el nivel económico de la gente, y promover el consumo. Eso, sí sanea cualquier economía. No eso que estáis haciendo con los gringos, de aislaros con un fajo de billetes verdes en la cartera. ¡Que locos sois! Tanto lo americanos como vosotros, ambos. ¡Que locos sois!, ¡Dios de mi alma!

— ¡5 millones de venezolanos fuera del país!, cuando los que migrábamos éramos nosotros a Venezuela, para hacernos la vida. ¡De verdad no entiendo que estáis haciendo!

— Además, tenéis un virus que os está matando y no sabéis como atender a la gente. ¡Joder! Y además, leí algo el otro día del “estupro”, que no entiendo mucho. Además, el guapo ese nuevo de El Salvador, ¿Bukele?, se está convirtiendo en un totalitario legitimado. En México, López Obrador quiere re-elegirse por siempre, Lula seguro gana en Brasil, y cuidado, Petro se os elige en Colombia, por las torpezas de Duque.

— ¡Que va, huelo a los rojos muy cerca!, ¡Mejor no me quedo!, ¡Mejor me regreso al más allá, que en el más acá, nada bueno he visto, hijo!

— Antes de irme, te digo, que eres tan responsable de lo que pasa en Venezuela, como cualquiera de los políticos. Al igual que todos los ciudadanos, sois los que elegís, los que os quedáis tranquilitos o protestáis, los que asumís roles políticos u os quedáis en casa esperando que los demás hagan las cosas por vosotros.

Mi madre no cambia, ni muerta. ¡Que vaina! Vaya este artículo en memoria de la abuela de mi amigo Isac, la Sra. J.S. Z”L, quien debe estar montando bicicleta en el cielo, así como montaba bicicleta en Petaj Tikva, Israel; y quien, como mi madre, vino a construir patria en nuestro país. Patria, que nosotros estamos destruyendo, por comisión o por omisión.

Gracias querido Isac, así como a tu valiente abuela, por inspirar este escrito.

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Del mismo autor: ¿Guerra afuera o guerra adentro?