Mediemuseet-Odense, Denmark. Part of Odense City Museums. The Media Museum focuses on the history of print and electronic media in Denmark. Text ready to print in an old "Heidelberg" printing press.

Dos documentos importantes, la Biblia de Gutenberg y los Anales de Primavera y Otoño de Confucio, narran historias separadas tanto por la cultura como por la distancia. Pero es muy probable que no existieran estos libros sin la aparición de un invento genial: la imprenta. Aunque hay un detalle, los textos de Confucio y las Biblias de Gutenberg pueden haber sido impresos con solo una década de diferencia.

Los historiadores señalan la innovación de Gutenberg como un punto de inflexión en la historia humana, innovación que abrió la puerta a la Reforma protestante, el Renacimiento, la Revolución Científica, el advenimiento de la educación popularizada y mucho más. Esta singular máquina ha permitido la difusión masiva del conocimiento, la alfabetización y cambió los estilos de vida en todo el mundo. Por tanto comprender la tecnología que permitió el desarrollo de la imprenta, es clave para entender el mundo moderno y el futuro de la masificación de la información. 

En la Corea de 1442, durante la dinastía Choson, fue cuando la Oficina de Publicaciones del Gobierno Real utilizó una versión temprana de la imprenta para producir por primera vez, los escritos del filósofo chino Confucio. Su imprenta presentaba tipos móviles, estas son piezas que contienen un carácter (letras) en relieve que están invertidos, los cuales podían intercambiarse y reconfigurarse como sellos individuales. Mas tarde, en Alemania, alrededor del 1448, el orfebre Johannes Gutenberg construyó su legendaria imprenta. La imprenta de Gutenberg, que también incluía tipos móviles, permitió la primera producción en masa de la Biblia. En su primera década de uso, produjo 180 textos sagrados, de las cuales 49 de ellos sobreviven en la actualidad.

Las innovaciones clave que se convertirían en una tecnología de impresión comenzaron en el este de Asia, con el trabajo realizado por nobles chinos, budistas coreanos y los descendientes de Genghis Khan. Entonces, si bien Gutenberg es el nombre que recuerda Occidente, los pueblos asiáticos fueron probablemente los primeros en utilizar una imprenta con tipos móviles para producir libros y textos. De hecho, toda la historia de la imprenta está plagada de lagunas. Gutenberg no contó su propia “novela” con documentos creados en las imprentas que construyó; y según lo que se sabe hasta ahora, tampoco dejó ninguna nota sobre su trabajo.

Por ello, no está claro si las dos tecnologías de impresión surgieron de forma independiente o si Gutenberg se inspiró en un modelo asiático. Los investigadores no han podido comparar la construcción de la prensa de Gutenberg con la utilizada en Corea, porque ambas han desaparecido en el tiempo. Así que para averiguar si Gutenberg fue el inventor original, un equipo de científicos empleó poderosos haces de rayos X en los textos antes mencionados, con el objeto de revelar los secretos que contienen y resolver el misterio de casi 600 años. Además, según las crónicas ambos usaban letras de metal, siendo posible que Gutenberg conociera la máquina coreana y construyera una usando aleaciones similares, a partir de níquel y cobre. También pudo haber elaborado la tinta utilizando una técnica parecida a la empleada en Corea, que normalmente estaba compuesta de aceite vegetal y goma. Pero al no quedar ninguna de estas prensas antiguas, los investigadores no pueden realizar ese tipo de examen en profundidad. Todo lo que se tiene son algunos bocetos, aunque no se sabe si eran retratos de la imprenta o interpretaciones.

Para extraer las pistas cruciales escondidas en la tinta y los residuos metálicos que se transfieren al papel durante la impresión, se empleó una poderosa máquina llamada sincrotrón que envía un haz de rayos X intenso, escaneando cuidadosamente las copias originales del documento coreano y una copia sobreviviente de la Biblia de Gutenberg. Un detector colocado cerca del texto, recibe la señal generada por el elemento químico presente en el papel y mide su intensidad. Cada elemento de la tabla periódica emite una respuesta que es exclusiva de ese átomo cuando es golpeado con un rayo X de alta energía. Según el color que se asigna al procesar estos datos, se identifica el elemento que está presente. Las concentraciones de níquel aparecieron como manchas rojas contra los otros elementos químicos, que se mostraron azules en el papel.

Aún cuando no se han publicado los resultados de la investigación, ya se han encontrado algunas pistas interesantes. “Al comparar algunos de los documentos occidentales con los coreanos”, dicen los científicos, “hemos visto aparecer los mismos metales, con tipos de impresión totalmente diferentes, lo cual es muy interesante”. Este resultado muestra que el níquel fue parte del proceso de fabricación de las letras individuales en el tipo móvil desarrollado por Gutenberg. Los investigadores también han notado relaciones en los tipos de tinta utilizados.

Entonces, ¿Gutenberg inventó la imprenta tal como la conocemos? Si las aleaciones de metal en cada conjunto de documentos son similares, puede significar que Gutenberg se inspiró en el concepto de Asia y adaptó la tecnología a Occidente. Pero, la evidencia hasta el momento no parece vincular al inventor alemán. Se necesita más análisis químico para entender si realmente hay relación entre ellos.

Pero en este punto de la investigación, no se puede concluir si las prensas son un caso de evolución tecnológica convergente, donde dos tecnologías sorprendentemente similares con materiales idénticos, surgen en momentos y lugares distintos, sin tener una relación clara o si fue producto de una transferencia tecnológica. Si se pudiera probar un vínculo, entonces probablemente se revelaría la existencia de una red de comercio de impresión utilizando la Ruta de la Seda, en la que los artesanos intercambiaban tipos metálicos y tintas, además de especias y telas.

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