Estamos viviendo una década interesantísima a favor del respeto a los Derechos Humanos fundamentales, pero sobre todo al renacimiento del movimiento feminista en todo el mundo. Ser feministas tiene amplias ventajas para tod@s, pero la más importante creo yo es la Libertad. Decidir quién quieras ser y hacer con tu vida, sin atarte a géneros ni a mandatos patriarcales, ya debería ser suficiente razón para empezar un nuevo año diciendo “ya basta, soy feminista”.

En este año que recién comienza queremos alentarte a fijar alguna meta lograble que contribuya a construir el feminismo como una opción de vida, y acelerar lo más posible su adopción por parte de muchas y muchos en nuestros espacios de convivencia.

Son recomendaciones que están a nuestro alcance, ya que ni somos Gobierno, ni estamos en Organismos Multilaterales, y muchas no tenemos grandes Empresas. Por lo tanto, nos toca trabajar en un ámbito menos público de intervención, pero no por ello menos efectivo para conseguir logros y metas que nos fortalezcan como género. Aquí algunas ideas:

– Háblale a tu gente sobre Feminismo. Desmitifica las creencias y mitos que el patriarcado y el poder constituido por el machismo se ha encargado de difundir para quitarle credibilidad a sus postulados y principios. Déjales claro que no queremos ir en contra de los hombres, sino con ellos; y que buscamos equidad, justicia, acceso al poder en igualdad de condiciones para ambos géneros, así como eliminar estereotipos o roles que limitan nuestro desarrollo como seres humanos.

– Denuncia toda forma de sexismo, exclusión y discriminación por tus redes sociales. Hacer visible el maltrato de género en todas sus formas es parte importante de la solución del problema. Criticar las novelas y los contenidos de las canciones o películas que denigran de la mujer por ejemplo, es un buen comienzo. Pero hay que estar alertas porque pasan de forma subliminal y hasta nos enganchan a nosotros mismos.

– Señala todos los paneles de foros públicos con participación exclusiva de hombres en diversos temas, con la categoría de “expertos”, que no involucran la voz femenina. Escribe a los organizadores y emplázalos a dar explicaciones por redes. Pedir a otros hombres que no participen de esos paneles y proporcionar nombres de expertas dignas de ser incorporadas como panelistas en dichas actividades. Todo espacio humano debe ser copado por hombres y mujeres en igualdad de representación. Ambas visiones se necesitan y complementan.

– Deja de reírte de chistes sexistas, aún a riesgo de ser tildada de pesada o aguafiestas. Los chistes son reflejo de una cultura y, como sin querer queriendo, alientan comportamientos que al manifestarse dejan de ser graciosos.

– Involucra a los hombres en las luchas feministas. Ellos tienen el poder patriarcal y hay que sensibilizarlos y alentarles a que estén dispuestos a perder parte de sus privilegios de forma que compartan el poder. La meta es ser el 50% de todos los espacios donde las decisiones se toman y tener a más mujeres llevando las riendas de empresas, gobiernos, ciudades… los hombres nos pueden ayudar muchísimo.

– Deja de preguntar a las chicas cuándo se van a casar, cuando van a tener un hijo, cuando van a tener la parejita… etc. Esas preguntas responden a un molde machista de las etapas que una mujer debe cumplir en la vida, pero para nada reflejan los verdaderos deseos de todas. Cuando haces esas preguntas induces un modelo pre establecido del rol que las mujeres deben cumplir patriarcalmente y reproduces esquemas de dominación. Que cada quien decida si quiere o no casarse, o tener o no hijos, sin presiones sociales.

– Lee literatura feminista. Ubica autoras, escritoras mujeres que han producido joyas literarias que es preciso conocer y visibilizar para hablar con propiedad acerca de los Derechos de las Mujeres en el mundo. En Internet hay sitios para descargar y leer gratuitamente muchos de estos maravillosos libros. Butler, Beauvoir, Woolf, Friedan… por nombrar algunas de las más influyentes, puede ser un excelente comienzo.

– Comparte información feminista sobre formas sanas de crianza a amig@s con hijos pequeños. Nuestra esperanza es que las nuevas generaciones crezcan libres de estereotipos de género y puedan ser mucho más tolerantes, inclusivas y abiertas que sus antecesores. Prepararlos para un mundo nuevo donde la diferencia sea bienvenida y cada quien tenga un lugar en cualquier espacio humano, debe ser una meta primordial de nuestro movimiento.

– Ayuda a otras mujeres a encontrar su voz. Alentarlas, ofrecerles tips de superación personal, ser mentora de alguna de ellas, es sororidad o solidaridad femenina. Las mujeres debemos apoyarnos y ayudarnos entre todas porque este camino es muy duro para andarlo solas.

– Plantea en tu lugar de trabajo la necesidad de tener políticas de género. Convence a los responsables del nivel gerencial acerca de la necesidad de tener más mujeres en los consejos de dirección de la empresa y ayúdales a identificar prácticas machistas de las cuales pueden no estar conscientes.

– Negocia con tu pareja o familia la distribución equitativa de la carga de trabajo doméstico y de cuidados. No puede recaer todo en ti o exclusivamente en las mujeres de la casa. Involucra a los hombres de la familia para que sea posible lograr conciliar trabajo en la calle y trabajo en el hogar. Con esto ganamos el tiempo que se requiere para alcanzar posiciones de poder.

El feminismo es una elección, una construcción consciente, un camino que debemos transitar para tener sociedades mejores. Ojalá figure alguna de estas sugerencias en tu lista de propósitos de año nuevo.

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