El abordaje responsable y profesional de las noticias sobre el suicidio es uno de los temas que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS), considerando que este fenómeno es un problema grave de salud pública y una de las consecuencias comunes de la depresión sin el tratamiento adecuado.

La OMS considera que parte del éxito de los programas de prevención del suicidio deben incluir la difusión apropiada de información y una campaña de sensibilización del problema.

Tras la muerte del reconocido chef estadounidense Anthony Bourdain, quien fue hallado muerto este viernes 8 de junio en un hotel en Francia, el abordaje sobre el sucidio y cómo deben actuar los periodistas en este tipo de casos, se presentan algunas recomendaciones que el pasado mes de abril destacó la Fnpi.

La Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (Fnpi) recogió varias consideraciones relacionadas al tratamiento periodístico del suicidio, elaboradas por Javier Darío Restrepo, en la sección del consultorio ético del Fnpi.

El catedrático advierte que la cobertura sensacionalista o sin cuidado de los suicidios puede llegar a estimular conductas similares. Instó a los periodistas a preguntarse sobre los efectos de la información que se va a publicar y a tener como norte “informar para servir“, como una manera de ayudar a los afectados por este hecho.

Describe que sobre los hechos se debe contar aquello que sea útil para la sociedad, evitar especulaciones sobre las causas de suicidio o el intento de suicidio “que, en la mayoría de los casos, son personalísimas y complejas“.

Suicidio: Qué hacer y qué no

Restrepo indicó que cuando se informa sobre estos hechos la motivación debe ser “notificar a la sociedad sobre un fenómeno que debe ser mirado como una alerta“, “provocar solidaridad con la familia e impedir que sobre el hecho se de una mirada superficial que lo trivialice y lo convierta en una señal equivocada”.

Recomendó que la nota puede mencionar las opciones de asistencia profesional disponibles para quienes sufren de depresión o tienen tendencias suicidas. Resaltó se debe respetar al máximoa la intimidad de los familiares y amigos de la víctima.

El periodista, autor de varias publicaciones sobre ética, indicó que a la claridad sobre los objetivos de la publicación debe seguir la aplicación de “unas técnicas animadas por unos principios como el apego a la verdad y la conciencia de la responsabilidad para con la sociedad”.

Como parte del Programa de Prevención del Suicidio que lanzó la OMS en 1999, la organización elaboró un manual para escribir sobre el tema. El documento advierte que no se publiquen fotos o notas suicidas, no se informen sobre detalles específicos del método usado, no se usen estereotipos religiosos o culturales ni se aporten culpas.

Por otro lado recomiendan publicar indicadores de riesgo y señales a las que estar alerta, resaltar las alternativas al suicidio y trabajar estrechamente con las autoridades en materia de salud en la presentación de las hechos.

Foto: FNPI

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