Contra todo pronóstico la matrícula de Fe y Alegría creció. Al inicios del año escolar 2020-2021 comenzaron con 106.000 estudiantes y al cierre del período académico tenían 107.035 alumnos. Desde temprano, las escuelas se dieron a la tarea de buscar a los niños, niñas y adolescentes rezagados para que formalizaran la inscripción y participan del hecho educativo. «Podemos decir que Fe y Alegría ha cumplido», expresó el director general del movimiento educativo, Manuel Aristorena.
Sin embargo, en una rueda de prensa virtual este miércoles 28 de julio, el sacerdote jesuita manifestó tener sentimientos encontrados sobre este período académico.
Lamentó que a pesar de todos los esfuerzos, hubo 16.000 niños, niñas y adolescentes a los que no pudieron atender por diversas razones. Principalmente porque no tenían acceso a recursos tecnológicos y conectividad, otros porque se fueron del país, o porque debido a la situación socioeconómica de Venezuela se vieron forzados a abandonar la escuela para ir a trabajar.
Además, parte importante de su personal abandonó sus puestos de trabajo porque no pueden vivir con lo que ganan, y les toca dedicarse a otras actividades para poder mantener a sus familias. Estimó que actualmente tienen uno 1.200 cargos vacantes en sus colegios y los distintos programas de formación. En el caso del programa Escuelas, que perdieron un 35 % de su personal desde que se instauró la educación a distancia.
Aun así, Aristorena también dijo sentir satisfacción. De la matrícula total de sus escuelas, lograron a alimentar a 26.000 estudiantes durante al año escolar a través de bolsas de alimentos.
Hubo una renovación del programa de educación universitaria, para la que además se diseñaron unas 120 aulas virtuales para atender a unos 3.500 jóvenes. Se avanzó en un proceso de reconstrucción de su programa de capacitación (que inició con 2.500 inscritos) enfocado a que responda a las necesidades del país y a una de las misiones de Fe y Alegría que es «preparar a la gente para que sea productiva». El Instituto Radiofónico Fe y Alegría (Irfa) recibió casi 4.000 alumnos.
El sacerdote aseguró que se procuró la cercanía con el personal. Se les ofreció incentivos y apoyo socioeconómico aunque para él fue «poco» respecto a lo que se merecen. Recalcó cómo a pesar del «sueldo miserable» que reciben por parte del Estado venezolano, tuvieron presencia con ganas, entusiasmo y creatividad para usar «todos los medios posibles» y así atender a los estudiantes.
«No me queda sino agradecer… Aunque crezcan las dificultades Fe y Alegría siempre dice presente», expresó.
La coordinadora pedagógica nacional de Ciudadanía del Programa Escuelas de Fe y Alegría Venezuela, Yameli Martínez, precisó que de los 107.035 estudiantes, 11.117 estudian en la etapa de preescolar, 53.255 son de primaria, 17.202 de media general y 25.461 de media técnica.
Al cierre del año escolar pudieron atender a entre 86 y 87 % de su población estudiantil. «Ciertamente hubo un porcentaje de estudiantes a los que no pudimos llegar. Pero tenemos planes para poder ayudarlos a recuperar el año escolar, para poder contactarlos y ayudarlos a alcanzar la meta», dijo.
Destacó que en la actualidad cuentan con 7.869 trabajadores, de los cuales 5.490 son personal directivo y docente y 2.379 son administrativos y obreros. «El hecho que ellos hayan apostado por Fe y Alegría y se hayan quedado y hayan culminado el año escolar para nosotros también es un logro».
Martínez agradeció a las organizaciones nacionales e internacionales que se aliaron con Fe y Alegría y los apoyaron, especialmente para apoyar y formar al personal. Destacó que actualmente desarrollan la campaña «Salvemos la educación», en la que invitan a las distintas personas y gremios a sumarse. También evalúan alternativas para alcanzar la sostenibilidad de las escuelas y para eso resaltó la co-responsabilidad de las familias y a las comunidades.
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Contra todo pronóstico la matrícula de Fe y Alegría creció. Al inicios del año escolar 2020-2021 comenzaron con 106.000 estudiantes y al cierre del período académico tenían 107.035 alumnos. Desde temprano, las escuelas se dieron a la tarea de buscar a los niños, niñas y adolescentes rezagados para que formalizaran la inscripción y participan del hecho educativo. «Podemos decir que Fe y Alegría ha cumplido», expresó el director general del movimiento educativo, Manuel Aristorena.
Sin embargo, en una rueda de prensa virtual este miércoles 28 de julio, el sacerdote jesuita manifestó tener sentimientos encontrados sobre este período académico.
Lamentó que a pesar de todos los esfuerzos, hubo 16.000 niños, niñas y adolescentes a los que no pudieron atender por diversas razones. Principalmente porque no tenían acceso a recursos tecnológicos y conectividad, otros porque se fueron del país, o porque debido a la situación socioeconómica de Venezuela se vieron forzados a abandonar la escuela para ir a trabajar.
Además, parte importante de su personal abandonó sus puestos de trabajo porque no pueden vivir con lo que ganan, y les toca dedicarse a otras actividades para poder mantener a sus familias. Estimó que actualmente tienen uno 1.200 cargos vacantes en sus colegios y los distintos programas de formación. En el caso del programa Escuelas, que perdieron un 35 % de su personal desde que se instauró la educación a distancia.
Aun así, Aristorena también dijo sentir satisfacción. De la matrícula total de sus escuelas, lograron a alimentar a 26.000 estudiantes durante al año escolar a través de bolsas de alimentos.
Hubo una renovación del programa de educación universitaria, para la que además se diseñaron unas 120 aulas virtuales para atender a unos 3.500 jóvenes. Se avanzó en un proceso de reconstrucción de su programa de capacitación (que inició con 2.500 inscritos) enfocado a que responda a las necesidades del país y a una de las misiones de Fe y Alegría que es «preparar a la gente para que sea productiva». El Instituto Radiofónico Fe y Alegría (Irfa) recibió casi 4.000 alumnos.
El sacerdote aseguró que se procuró la cercanía con el personal. Se les ofreció incentivos y apoyo socioeconómico aunque para él fue «poco» respecto a lo que se merecen. Recalcó cómo a pesar del «sueldo miserable» que reciben por parte del Estado venezolano, tuvieron presencia con ganas, entusiasmo y creatividad para usar «todos los medios posibles» y así atender a los estudiantes.
«No me queda sino agradecer… Aunque crezcan las dificultades Fe y Alegría siempre dice presente», expresó.
La coordinadora pedagógica nacional de Ciudadanía del Programa Escuelas de Fe y Alegría Venezuela, Yameli Martínez, precisó que de los 107.035 estudiantes, 11.117 estudian en la etapa de preescolar, 53.255 son de primaria, 17.202 de media general y 25.461 de media técnica.
Al cierre del año escolar pudieron atender a entre 86 y 87 % de su población estudiantil. «Ciertamente hubo un porcentaje de estudiantes a los que no pudimos llegar. Pero tenemos planes para poder ayudarlos a recuperar el año escolar, para poder contactarlos y ayudarlos a alcanzar la meta», dijo.
Destacó que en la actualidad cuentan con 7.869 trabajadores, de los cuales 5.490 son personal directivo y docente y 2.379 son administrativos y obreros. «El hecho que ellos hayan apostado por Fe y Alegría y se hayan quedado y hayan culminado el año escolar para nosotros también es un logro».
Martínez agradeció a las organizaciones nacionales e internacionales que se aliaron con Fe y Alegría y los apoyaron, especialmente para apoyar y formar al personal. Destacó que actualmente desarrollan la campaña «Salvemos la educación», en la que invitan a las distintas personas y gremios a sumarse. También evalúan alternativas para alcanzar la sostenibilidad de las escuelas y para eso resaltó la co-responsabilidad de las familias y a las comunidades.