Piden garantizar la protección de los defensores de derechos humanos
Exigen la participación de organismos internacionales

Un grupo de activistas sociales, comunitarios y defensores de derechos humanos venezolanos exige a las autoridades, en especial al Ministerio Público (MP), una investigación confiable, expedita y transparente sobre la muerte del misionero keniano y defensor de derechos indígenas Josiah K’Okal.

Las organizaciones defensoras de derechos humanos, además, requirieron una respuesta institucional a las denuncias que había realizado el misionero sobre violaciones a los derechos de las comunidades aborígenes en el país.

El pasado 2 de enero, la Iglesia católica venezolana, y, sobre todo, los pueblos indígenas de los estados Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, recibieron con consternación la trágica noticia del fallecimiento de Josiah K’Okal.

Este misionero, originario de Kenia y nacionalizado venezolano, pertenecía a la Congregación de la Consolata y se destacaba por su labor en defensa de los derechos de las comunidades indígenas. Su cuerpo sin vida fue hallado ahorcado en Guara, Municipio Sotillo, Barrancas del Orinoco, del estado Monagas.

Residenciado en Tucupita desde 2006, el misionero de 54 años de edad acompañaba a los indígenas, especialmente a los del pueblo Warao, con fluidez en su idioma y otras lenguas indígenas.

El texto compartido este viernes 5 de enero señala que su compromiso con los derechos humanos y su denuncia constante de problemas, como la trata de indígenas, lo convirtieron en una figura apreciada entre las comunidades originarias de Venezuela.

El pasado 1 de enero se reportó su desaparición; salió en su bicicleta y no regresó. El 2 se encontró su cadáver; las organizaciones señalan que aunque un informe preliminar del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), asegura que el sacerdote se suicidó y que, según el diario Últimas Noticias, se concluyó que el misionero sufría de depresión y había atentado contra su vida, los waraos cuestionan este dictamen y exigen una investigación sobre las verdaderas causas de su muerte.

“Las profundas convicciones espirituales de K’Okal generan dudas razonables sobre esta hipótesis”, señala el escrito difundido por las organizaciones.

La petición de una investigación confiable, expedita y transparente, respaldada por organizaciones de derechos humanos, religiosas y personas comprometidas con los derechos humanos, destaca la necesidad de una exhaustiva pesquisa que incluya las alertas que el misionero venía realizando. Subrayan que la investigación debe contar con la participación de organismos internacionales para generar confianza en los resultados, reconociendo los riesgos que enfrentan los defensores de derechos humanos.

La exigencia se enfoca no solo en esclarecer la muerte de K’Okal, sino también en garantizar la protección de los defensores de derechos humanos en el país.

Las organizaciones reiteraron una investigación profunda en beneficio de los pueblos indígenas, quienes con la muerte del sacerdote pierden a un valioso defensor de sus derechos. Además, se solicita la promoción de políticas públicas en 2024 que aborden el impacto de la emergencia humanitaria compleja en las comunidades más vulnerables del país, especialmente los pueblos originarios.

Las 336 organizaciones y personalidades que firman el documento, extienden palabras de aliento y condolencias a los familiares, amigos y beneficiarios del trabajo pastoral y en derechos humanos del misionero Josiah K’Okal.

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