La portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Marta Hurtado, expresó este jueves 14 de enero que desde esa instancia se encuentran “profundamente preocupados por los constantes y crecientes ataques contra organizaciones de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos y periodistas en Venezuela“.
Hizo referencia al más reciente hecho de este tipo, registrado este 12 de enero en el estado Zulia cuando oficiales de contrainteligencia militar y de la policía regional allanaron la sede de la ONG Azul Positivo.
A seis empleados de la organización los arrestaron, de los cuales cinco continúan detenidos y no han podido ver a sus abogados y familiares.
Hurtado destacó que “es la segunda vez en los últimos dos meses que se ha allanado la oficina de una ONG humanitaria y se ha interrogado a su personal, supuestamente debido a la financiación recibida del exterior”.
Sentenció que los Estados no deberían imponer restricciones indebidas a la capacidad de las ONG de acceder a la financiación de fuentes nacionales, extranjeras o internacionales.
“Es aún más desconcertante que estas incursiones estén acompañadas de declaraciones de funcionarios públicos que exhortan a la criminalización de las organizaciones de la sociedad civil y de su personal”, dijo la portavoz.
Ataques promueven la censura
Entre sus comentarios, recordó que al menos tres medios de comunicación también fueron objeto de ataques el 8 de enero, cuando, supuestamente, funcionarios públicos confiscaron sus equipos, sellaron sus oficinas o intimidaron a su personal.
“Estos incidentes siguen a casos similares de periodistas acosados o intimidados, mientras funcionarios públicos han emitido una serie de declaraciones deslegitimando a los medios de comunicación. Hay informes cada vez más preocupantes de que los periodistas se están censurando a sí mismos por miedo”, manifestó.
La Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH, Michelle Bachelet, también instó a las autoridades venezolana a que “dejen de acosar a personas por realizar un trabajo legítimo, ya sea en el sector humanitario, de derechos humanos, o en los medios de comunicación”.
Su portavoz Marta Hurtado insistió en que “una sociedad civil libre, diversa y activa es crucial para cualquier democracia y debe ser protegida, no estigmatizada o perseguida”.