Niños que no saben leer, maestros con dos comidas al día, ir a clase a pie, escuelas sin agua, inasistencias y graves fallas en las infraestructuras. Estos fueron los principales hallazgos encontrados en un estudio de la Asociación Civil Con la Escuela, correspondiente al año académico 2023-2024.
Con una muestra de 79 escuelas en seis regiones del país, donde participaron siete coordinadores, 79 directivos, 460 docentes y 1.738 estudiantes, la organización encontró que las fallas en las condiciones básicas para el estudio afectan el proceso educativo de manera integral.
Los investigadores aplicaron una prueba de fluidez y compresión lectora a niños de tercer grado de primaria, utilizando estándares internacionales de evaluación. El resultado arrojó que 13,08% de los 1.738 estudiantes de tercer grado no pudieron leer ni una sola palabra.
El texto con el que los investigadores realizaron la evaluación estaba adecuado para niños de segundo grado de primaria y le fue realizado a niñas y niños.
Qué pasó en la evaluación de lectura
En la evaluación de lectura, las y los alumnos debían leer un texto acorde a los estándares internacionales establecidos en América Latina. Los estudiantes debían leer por lo menos 60 palabras en un minuto para ser considerados competentes, quienes leyeran entre 35 y 59 palabras por minutos fueron catalogados como consolidados; mientras que quienes leyeran entre 0 y 14 palabras por minuto estaban en la categoría muy bajos y quienes leyeron de 15 a 34 palabras por minutos eran bajos; ambas categorías preocuparon a los investigadores.
El resultado de fluidez de lectura arrojó que 24,29% de los alumnos encuestados se encontraban en la categoría muy bajo, mientras que el 23,44% se ubicó en la clasificación bajo, el 30,29%, estaba en el estatus de consolidado y solo el 21,97% estaba en la categoría competente.
Los resultados de las pruebas de compresión lectora tampoco son alentadores. El 20,44% de los alumnos evaluados tienen muy bajo nivel de compresión, el 28,09%, arrojó estar en la categoría bajo, el 34,20%, se encuentra en un nivel consolidado y por ultimo el 17.27% está competente para comprender un texto para estudiantes de segundo grado de primaria.
La organización señaló que esta situación se presenta con mayor frecuencia en las zonas rurales del país.
Crisis educativa impacta en comprensión lectora
Estos datos coinciden con los últimos informes de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) que denuncian las consecuencias de la crisis educativa e incluso el Ministerio de Educación llegó a admitir que el desempeño de los estudiantes se ha visto afectado.
A finales del año pasado el Observatorio de la Calidad Educativa Venezolana, adscrito al Ministerio de Educación, aplicó la Prueba sobre Logros de Aprendizaje Nacional a Estudiantes a 362.891 alumnos de tercer grado, que en su mayoría (84,2 %) demostró estar en el nivel I, el nivel más bajo.
Resultados similares se obtuvieron con niños de sexto grado. De un total de 387.485 evaluados, 85,4 % se ubicó en el nivel I.
Además de las fallas en la lectura, la investigación realizada por Con la Escuela, señala que el 42,17% de los docentes reportaron que los estudiantes faltan a clases por fallas asociadas a los servicios de agua, luz y gas.
El estudio indica que el 34,78% de las escuelas de la muestra no tiene el programa PAE activo y el 58,7% afirman que la ausencia del PAE es una causa de inasistencia estudiantil.
El resultado refleja que un 19,47% de los estudiantes falta a las aulas por ayudar a sus padres a conseguir el sustento del hogar y el 93, 48%, de los maestros entrevistados indicaron que sus alumnos se trasladan a pie a las escuelas.
Situación de los maestros
Si bien la situación de los niños con problemas en la lectura y su comprensión es grave, los maestros también están afectados por la condición que se vive a diario en las aulas de clases.
El estudio, presentado durante la mañana del miércoles 13 de marzo, en las instalaciones de la Universidad Metropolitana de Caracas, arrojó que el 14.38% de los maestros comen dos veces al día, mientras que el 65,43% sostuvieron que la calidad de su alimentación es regular.
Otro dato revelado por el estudio señala que el 69,78% de los educadores informó que la cantidad de alimentos que puede adquirir en este momento es menor o mucho menor al que podían comprar hace seis meses.
Qué hace un docente para sobrevivir
Para poder sobrevivir el 51,95% de los educadores indicó que posee fuentes de trabajos alternas, el 50,61% de esas fuentes están ligadas a la educación, mientras que el 36,06% está relacionadas al comercio.
Las inasistencias al salón de clases están ligadas a los problemas básicos que enfrentan los hogares venezolanos. El 37% de los maestros encuestados manifestó que no asistieron a sus salones de clases por fallas de algún servicio público en el hogar.
46,09% de los educadores no fueron a clases por fallas en el suministro de agua potable, 42,72% de los maestros se traslada caminando a sus escuelas, el 30,87% no acudieron a clases por falta de transporte público y el 45,65% de los maestros no pudieron comprar zapatos durante el año 2023.
La investigación señala que 76% de las personas que atienden a los estudiantes son profesionales de la docencia y solo 42% de los maestros que tienen menos de cinco años ejerciendo se graduaron.
Un dato que llama la atención es que en las escuelas que tomaron como muestra, 24% de las personas que atienden a los niños en los salones de clases no son docentes y se concentran principalmente en educación inicial y primaria.
Infraestructura escolar
Las fallas en la infraestructura escolar también afectaron el desarrollo académico según documentó el estudio. El 35,44% de las escuelas, que formó parte de la muestra, reportó ineficiencia en el servicio de agua potable.
En el 30,37% de los planteles educativos hubo suspensión de actividades por fallas en el suministro de agua, el 76,95% alegó no tener bebederos o que no están operativos, mientras que el 48,10% reportó no tener baños o tenerlos en mal estado.
La investigación divulgó que el 30,4% de los planteles educativos donde hay tanques de agua no funcionan o están mal estado.
“El agua es la principal falla para que las escuelas suspendan las clases”, se lee en el informe.
Los investigadores también encontraron que el 30,38 de las aulas están en mal estado y que el 53, 16% de estas no tienen pupitres o están en mal estado. Los encuestados señalaron que el 65,82%no tienen suficientes pupitres para atender a toda la matrícula.
Con la Escuela aseveró que el 55,70% de los estudiantes indicaron no disponer de un espacio adecuado para recibir clases de educación física y el 41, 77% de las escuelas reportan tener techos en malas condiciones.
La organización indicó que el 55,70% de las escuelas no tienen computadoras y el 30,38% de los planteles afirman que las computadoras de las que disponen son insuficientes para atender la necesidad del plantel.