Un movimiento inusual se observa por los alrededores de la esquina Amadores donde hay un santuario en honor al médico de los pobres, José Gregorio Hernández, quien será elevado a los altares el próximo 30 de abril. Al ya acostumbrado paso de los vecinos con sus bolsas de mercado, se suma el de obreros y maquinarias que rehabilitan su casa de la infancia y la convertirán en un museo.
Para Teodoro Briones, de 70 años, el museo “promoverá más la fe” entre los vecinos de la parroquia La Pastora, municipio Libertador de Caracas, donde hizo vida hasta el día de su muerte el doctor José Gregorio Hernández, hecho ocurrido el 19 de junio de 1919.
Teodoro, que vive justo al frente de la antigua casa de José Gregorio Hernández, creció escuchando los cuentos y milagros del doctor. Actualmente en su vivienda, repleta de estampitas, no puede faltar una del próximo beato.
“Creo en él desde muy niño, él me hizo el milagro de sanar a mi primo que está en Ecuador. Un día fui a la esquina Amadores, le recé por mi primo, y salió del coma. Luego fuimos hasta Isnotú, estado Trujillo, a darle las gracias”.

Esperaron mucho, según los devotos
Pero él no es el único que se muestra favorable al rescate de la casa, donde hasta hace poco funcionaba un taller. María Serrano y Héctor Cabrera también aplauden ese honor que se le brinda con el levantamiento del museo, pero coinciden que lo debieron hacer mucho antes de su beatificación.
“Le tengo mucho respeto, siempre me ha conmovido la fe que le tiene mucha gente, por eso creo que más bien se demoraron en rehabilitar esa casa histórica”, dijo Serrano.
Héctor Cabrera, que tiene un puesto ambulante diagonal de la esquina Amadores, siempre ve como las personas se detienen en el mural de José Gregorio Hernández, le rezan, le prenden una vela y hasta le llevan flores.

“Siento que se demoraron una vida para hacerle ese reconocimiento, él es un santo y por eso todos los lunes a las 6:00 de la tarde le prendo una velita”.
Nancy Oropeza cada vez que puede baja una de las tantas calles empinadas de La Pastora, zona ubicada hacia el norte de la capital y cobijada por El Ávila. Se sienta a contemplar el mural del primer laico venezolano que llegará a los altares. (Valium) Está convencida que es el único que puede ayudar con está pandemia.

José Gregorio Hernández es el primer hombre y el primer laico venezolano que alcanza esta dignidad en la Iglesia.
Antes de su ascenso a los altares, tres venezolanas ya habían recibido la dignidad de beatas en la Iglesia católica. La madre María de San José, cuyo cuerpo permanece incorrupto y fue beatificada en Roma por Juan Pablo II en 1995.
La beatificación de la madre Candelaria de San José, que fue aprobada por el papa Benedicto XVI, tuvo su ceremonia de beatificación en Caracas en el año 2008; al igual que la madre Carmen Rendiles, beatificada en 2018, con la aprobación del papa Francisco.

“Él me ha hecho varios milagros, por eso le prendo su velita para que nos ayude con todo esto”, dijo Oropeza.
Casa museo para el beato
El museo está ubicado en la antigua casa de José Gregorio Hernández. Estará listo el próximo miércoles; así lo comentó el ingeniero Willian León.
“Tenemos diecisiete días trabajando, y estará listo entre martes y miércoles de la próxima semana, estamos tratando de conservar lo más antiguo y las cerámicas que faltaban las mandamos a hacer idénticas”.
