¿Qué niño no querría asistir al único lugar creado para «aprender jugando»? Ese fue el lema de Juegos Ecológicos, el programa de educación ambiental que surgió del ingenio de una amante de la ecología: Maritza Pulido. Así, los parques nacionales de Venezuela se transformaron en espacios de aprendizaje durante 30 años. Y por eso este 9 de noviembre, miles de personas que disfrutaron de esta experiencia lamentaron el fallecimiento de su creadora.
Maritza Pulido Santana vivió su infancia en varios países, a causa de tener un padre con carrera diplomática. Su juventud tuvo como marco la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde conoció a quien fuera su esposo, el periodista Pablo Antillano. También a su amiga entrañable desde entonces, la reconocida cantante Soledad Bravo.
Mi gran amiga, mi hermana y mi confidente durante casi 60 años. Qué dolor tan profundo querido Sergio https://t.co/hMSTMvNbPX
— Soledad Bravo (@soledadbravo531) November 9, 2020
Vivió exiliada en Chile varios años luego de que su esposo se convirtiera en perseguido político. Tras el golpe de Estado que da Augusto Pinochet fueron detenidos, pero lograron salir en libertad y regresar a Venezuela en 1973.
Comenzó a trabajar en el Parque del Este «Rómulo Betancourt» en Caracas. Allí integró un equipo de especialistas en temas ambientales que también estuvo conformado por Cristina Pardo y Mario Gabaldón, entre otros, según cuenta su cuñado, Sergio Antillano.
«En el Parque del Este desarrolló una extensa y fecunda labor de sensibilización y educación ambiental. Y allí concibe y ejecuta la idea de los Juegos Ecológicos en los parques», relata.
Desde 1979 y hasta 1999, desde el Instituto Nacional de Parques (Inparques), implementa este programa en el que miles de niños. Primero, durante las vacaciones, y luego a lo largo de cada año, jugaban mientras aprendían más sobre buenas prácticas para la conservación del ambiente.
Anualmente, coordinadores y recreadores en todo el país se reunían desde junio a planificar actividades para que durante poco más de mes, niños, niñas y adolescentes hasta los 15 años obtuvieran nutritivas vivencias sobre el verde entorno que les rodeaba, a través de canciones, dinámicas físicas y retos grupales. Desde cuáles especies estaban en peligro de extinción hasta cómo el reciclaje ayuda reducir la contaminación. Todo quedaba grabado con emoción en las memorias de sus participantes.
En 1991, Maritza Pulido resultó ganadora de un galardón para el que fue postulada por terceros y cuya distinción la tomó por sorpresa. Era el Premio Mundial Global 500, otorgado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). Allí aplaudieron la aplicación de estrategias innovadoras para la enseñanza de la educación ambiental a través de ese programa.
Luego de su salida como coordinadora, Juegos Ecológicos siguió realizándose en casi todos los principales parques nacionales del país (excepto Nueva Esparta). Así fue hasta el 2011, cuando el gobierno de Hugo Chávez decide efectuar un «plan vacacional comunitario». Incluso, la organización pasó a estar a cargo del Ministerio de las Comunas.
Ecorutas en la USB para interpretar la naturaleza
No obstante, la labor para crear mayor conciencia sobre el cuidado del ambiente no se detuvo para la profesora Pulido. Continuó como coordinadora del Servicio Comunitario de la Universidad Simón Bolívar (USB), donde creó las Ecorutas, senderos especialmente ideados para la interpretación de la naturaleza. Además, lideró la Fundación Ecojuegos, desde donde continuó las actividades basadas en su principio de «aprender jugando» de manera independiente.
Durante años fue asesora de gobiernos municipales en distintos estados para la protección de zonas especiales, como el río Tuy. Participó en innumerables iniciativas orientadas a la difusión del conocimiento de la ecología y la botánica, entre otras ciencias, refiere Antillano. Asimismo, fue coautora de tres publicaciones sobre temas vinculados a la educación ambiental y el aprendizaje lúdico:
📖 Juegos Ecológicos en el Aula: Un manual de actividades de educación ambiental para la educación básica (1997) Editado por Fundambiente
📖 Ecojuegos: Aprendizaje Ambiental en Acción (2004) Editado por el Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de las Ciencias (Cenamec)
📖 Jugar con la Naturaleza (2013) Publicado por Ediciones Ivic, dentro de la Colección Ivic Recicla
Pulido también fue docente en el Huerto Escolar del Colegio Emil Friedman por más de 10 años. Aún con más de ocho décadas de vida asistía para cumplir con su propósito de divulgación científica-ecológica con docentes y estudiantes.
Pocos días antes de fallecer, a los 82 años, en varias redes sociales se realizó una campaña para recaudar fondos y cubrir sus gastos médicos. Y en Facebook, el domingo 8 de noviembre, en el grupo que celebra los 40 años de Juegos Ecológicos en los parques se pidió dejar un comentario sobre la influencia de Maritza Pulido en las vidas de los recreadores, coordinadores y participantes del programa allí reunidos.
Su influencia en la sensibilización ambiental alcanzó varias generaciones en Venezuela, como se dejó ver igualmente en las redes tras conocerse su fallecimiento. Y este legado seguirá trascendiendo su existencia, al ser pionera en estrategias metodológicas para la enseñanza al aire libre. Aunque también por ser ejemplo de lucha incansable, así como por amor por la naturaleza, la educación y los niños.
Hay gente que un día tiene una idea, y años después esa idea define el estilo de vida, la personalidad y el destino de varias generaciones.
Me estoy refiriendo a Maritza Pulido, y en este hilo cómo su legado vive en mi y en decenas de amigos que he hecho en la vida.
— Alejandro Moreno (@alemofotografia) November 9, 2020
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¿Qué niño no querría asistir al único lugar creado para «aprender jugando»? Ese fue el lema de Juegos Ecológicos, el programa de educación ambiental que surgió del ingenio de una amante de la ecología: Maritza Pulido. Así, los parques nacionales de Venezuela se transformaron en espacios de aprendizaje durante 30 años. Y por eso este 9 de noviembre, miles de personas que disfrutaron de esta experiencia lamentaron el fallecimiento de su creadora.
Maritza Pulido Santana vivió su infancia en varios países, a causa de tener un padre con carrera diplomática. Su juventud tuvo como marco la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde conoció a quien fuera su esposo, el periodista Pablo Antillano. También a su amiga entrañable desde entonces, la reconocida cantante Soledad Bravo.
Mi gran amiga, mi hermana y mi confidente durante casi 60 años. Qué dolor tan profundo querido Sergio https://t.co/hMSTMvNbPX
— Soledad Bravo (@soledadbravo531) November 9, 2020
Vivió exiliada en Chile varios años luego de que su esposo se convirtiera en perseguido político. Tras el golpe de Estado que da Augusto Pinochet fueron detenidos, pero lograron salir en libertad y regresar a Venezuela en 1973.
Comenzó a trabajar en el Parque del Este «Rómulo Betancourt» en Caracas. Allí integró un equipo de especialistas en temas ambientales que también estuvo conformado por Cristina Pardo y Mario Gabaldón, entre otros, según cuenta su cuñado, Sergio Antillano.
«En el Parque del Este desarrolló una extensa y fecunda labor de sensibilización y educación ambiental. Y allí concibe y ejecuta la idea de los Juegos Ecológicos en los parques», relata.
Desde 1979 y hasta 1999, desde el Instituto Nacional de Parques (Inparques), implementa este programa en el que miles de niños. Primero, durante las vacaciones, y luego a lo largo de cada año, jugaban mientras aprendían más sobre buenas prácticas para la conservación del ambiente.
Anualmente, coordinadores y recreadores en todo el país se reunían desde junio a planificar actividades para que durante poco más de mes, niños, niñas y adolescentes hasta los 15 años obtuvieran nutritivas vivencias sobre el verde entorno que les rodeaba, a través de canciones, dinámicas físicas y retos grupales. Desde cuáles especies estaban en peligro de extinción hasta cómo el reciclaje ayuda reducir la contaminación. Todo quedaba grabado con emoción en las memorias de sus participantes.
En 1991, Maritza Pulido resultó ganadora de un galardón para el que fue postulada por terceros y cuya distinción la tomó por sorpresa. Era el Premio Mundial Global 500, otorgado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). Allí aplaudieron la aplicación de estrategias innovadoras para la enseñanza de la educación ambiental a través de ese programa.
Luego de su salida como coordinadora, Juegos Ecológicos siguió realizándose en casi todos los principales parques nacionales del país (excepto Nueva Esparta). Así fue hasta el 2011, cuando el gobierno de Hugo Chávez decide efectuar un «plan vacacional comunitario». Incluso, la organización pasó a estar a cargo del Ministerio de las Comunas.
Ecorutas en la USB para interpretar la naturaleza
No obstante, la labor para crear mayor conciencia sobre el cuidado del ambiente no se detuvo para la profesora Pulido. Continuó como coordinadora del Servicio Comunitario de la Universidad Simón Bolívar (USB), donde creó las Ecorutas, senderos especialmente ideados para la interpretación de la naturaleza. Además, lideró la Fundación Ecojuegos, desde donde continuó las actividades basadas en su principio de «aprender jugando» de manera independiente.
Durante años fue asesora de gobiernos municipales en distintos estados para la protección de zonas especiales, como el río Tuy. Participó en innumerables iniciativas orientadas a la difusión del conocimiento de la ecología y la botánica, entre otras ciencias, refiere Antillano. Asimismo, fue coautora de tres publicaciones sobre temas vinculados a la educación ambiental y el aprendizaje lúdico:
📖 Juegos Ecológicos en el Aula: Un manual de actividades de educación ambiental para la educación básica (1997) Editado por Fundambiente
📖 Ecojuegos: Aprendizaje Ambiental en Acción (2004) Editado por el Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de las Ciencias (Cenamec)
📖 Jugar con la Naturaleza (2013) Publicado por Ediciones Ivic, dentro de la Colección Ivic Recicla
Pulido también fue docente en el Huerto Escolar del Colegio Emil Friedman por más de 10 años. Aún con más de ocho décadas de vida asistía para cumplir con su propósito de divulgación científica-ecológica con docentes y estudiantes.
Pocos días antes de fallecer, a los 82 años, en varias redes sociales se realizó una campaña para recaudar fondos y cubrir sus gastos médicos. Y en Facebook, el domingo 8 de noviembre, en el grupo que celebra los 40 años de Juegos Ecológicos en los parques se pidió dejar un comentario sobre la influencia de Maritza Pulido en las vidas de los recreadores, coordinadores y participantes del programa allí reunidos.
Su influencia en la sensibilización ambiental alcanzó varias generaciones en Venezuela, como se dejó ver igualmente en las redes tras conocerse su fallecimiento. Y este legado seguirá trascendiendo su existencia, al ser pionera en estrategias metodológicas para la enseñanza al aire libre. Aunque también por ser ejemplo de lucha incansable, así como por amor por la naturaleza, la educación y los niños.
Hay gente que un día tiene una idea, y años después esa idea define el estilo de vida, la personalidad y el destino de varias generaciones.
Me estoy refiriendo a Maritza Pulido, y en este hilo cómo su legado vive en mi y en decenas de amigos que he hecho en la vida.
— Alejandro Moreno (@alemofotografia) November 9, 2020