Al igual que el grueso de pacientes que dependen del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), quienes padecen parkinson se enfrentan a diario al drama de conseguir sus medicamentos. Unos tienen la posibilidad de recurrir a amigos y familiares en el exterior, mientras que a otros no les queda más remedio que recorrer farmacias y acudir a las fundaciones.
Sin importar cuál sea el caso, los días de tratamientos están contados y la angustia que supone no conseguir los fármacos empeora aún más algunos síntomas de la enfermedad: ataques de pánico, depresión, ansiedad e insomnio.
A continuación, la escasez de medicamentos para tratar el parkinson desde la voz de cuatro pacientes:
A Julieth Martínez le prescribieron Mirapex luego de que le diagnosticaran parkinson en junio de 2017. Desde hace dos años el medicamento no se consigue en Venezuela. La única forma de que Julieth tenga acceso al tratamiento es a través de sus amigos que emigraron, quienes compran la medicina en el exterior y se la envían al país.
Alexander Hernández tiene parkinson desde hace ocho años y actualmente preside la Fundación Parkinson Caracas. Una de las medidas del Gobierno en materia de salud pública que lamenta Alexander es la eliminación del programa de financiamiento carbidopa / levodopa, que beneficiaba a los pacientes que tomaban Sinemet. «Ahora están a la deriva», denunció.
A Ana Pastora Rodríguez le diagnosticaron la enfermedad en febrero de 2017 y le recetaron Sinemet para tratar su condición. Hasta septiembre de este año tuvo acceso al medicamento y actualmente toma un genérico. Tiene tratamiento solo para cubrir 17 días más. «Estoy pensando qué me toca después de eso (que se acabe)», expresó.
William Rodríguez trabajaba como taxista cuando le diagnosticaron parkinson. Ya han pasado cuatro años desde entonces y ahora se dedica al comercio. Al igual que otros pacientes, poco a poco ha ido agotando sus reservas de medicamentos: «Tengo suministro para aproximadamente un mes y sigo buscando (…) De dos años para acá ha sido más complicado conseguir los medicamentos», aseguró.
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Al igual que el grueso de pacientes que dependen del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), quienes padecen parkinson se enfrentan a diario al drama de conseguir sus medicamentos. Unos tienen la posibilidad de recurrir a amigos y familiares en el exterior, mientras que a otros no les queda más remedio que recorrer farmacias y acudir a las fundaciones.
Sin importar cuál sea el caso, los días de tratamientos están contados y la angustia que supone no conseguir los fármacos empeora aún más algunos síntomas de la enfermedad: ataques de pánico, depresión, ansiedad e insomnio.
A continuación, la escasez de medicamentos para tratar el parkinson desde la voz de cuatro pacientes:
A Julieth Martínez le prescribieron Mirapex luego de que le diagnosticaran parkinson en junio de 2017. Desde hace dos años el medicamento no se consigue en Venezuela. La única forma de que Julieth tenga acceso al tratamiento es a través de sus amigos que emigraron, quienes compran la medicina en el exterior y se la envían al país.
Alexander Hernández tiene parkinson desde hace ocho años y actualmente preside la Fundación Parkinson Caracas. Una de las medidas del Gobierno en materia de salud pública que lamenta Alexander es la eliminación del programa de financiamiento carbidopa / levodopa, que beneficiaba a los pacientes que tomaban Sinemet. «Ahora están a la deriva», denunció.
A Ana Pastora Rodríguez le diagnosticaron la enfermedad en febrero de 2017 y le recetaron Sinemet para tratar su condición. Hasta septiembre de este año tuvo acceso al medicamento y actualmente toma un genérico. Tiene tratamiento solo para cubrir 17 días más. «Estoy pensando qué me toca después de eso (que se acabe)», expresó.
William Rodríguez trabajaba como taxista cuando le diagnosticaron parkinson. Ya han pasado cuatro años desde entonces y ahora se dedica al comercio. Al igual que otros pacientes, poco a poco ha ido agotando sus reservas de medicamentos: «Tengo suministro para aproximadamente un mes y sigo buscando (…) De dos años para acá ha sido más complicado conseguir los medicamentos», aseguró.
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