Como es tradición, este Domingo de Resurrección ardió Judas en diferentes rincones de la ciudad de Caracas y en todo el país para decretar el fin de la Semana Santa.
En la parroquia La Candelaria, líderes vecinales y miembros de la comunidad se reunieron en la esquina de Tracabordo en horas de la mañana de este 9 de abril para quemar a un monigote hecho de trapos, vestido con camisa y pantalón, zapatos negros y con cuatro cabezas, previa lectura del acostumbrado manifiesto que acompaña a los muñecos.
«Sin miedo, en pleno centro de la ciudad echamos candela a un muñecote de varias cabezas denominado Judas El Aissami Padrino Meléndez de Maduro, ya que esos rostros simbolizan la corrupción enchufada», expresó el coordinador del Frente Norte de Caracas, Carlos Julio Rojas.
El Judas de La Candelaria también rechazó la presencia de grupos armados afines al gobierno (conocidos como colectivos) en la zona y exigió a las autoridades que los someta a la ley. Exigieron a la Alcaldía de Caracas, bajo la gestión de Carmen Meléndez, frenar las invasiones a propiedades privadas que protagonizan dichos grupos afectos al chavismo.
Judas Iscariote es descrito como uno de los doce discípulos de Jesús que lo entregó a las autoridades romanas a cambio de 30 monedas de plata. Para muchos creyentes su quema representa el triunfo del bien sobre el mal.
Comunidades organizadas también prendieron fuego a monigotes alusivos al dólar, al salario mínimo, la corrupción y hasta el maltrato infantil y hacia las mujeres en las parroquias Santa Rosalía y El Cementerio.
En algunas zonas de Caracas como en la parroquia Santa Rosalía, la Alcaldía capitalina acompañó la tradición con actividades culturales y deportivas.
En la parroquia Antímano, dirigentes vecinales del partido Primero Justicia, elaboraron un muñeco con el rostro del exministro del Petróleo, Tareck El Aissami por el reciente escándalo de corrupción que se destapó en Pdvsa y que el Ministerio Público investiga.
En el interior del país también ardió Judas. Uno de los Judas más llamativos este año fue al que vistieron zonas como Barquisimeto, estado Lara y en Monagas con bragas rojas similares a las que usan trabajadores de Pdvsa, con casco blanco y botas para representar igualmente la trama de corrupción que involucra a funcionarios y empresarios y exigir justicia.
En El Limón, estado Aragua, fueron quemados muñecos alusivos a la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y a la protesta de los educadores del país por un salario digno.
Transparencia Venezuela envía a Fiscalía una carta con preguntas sobre la trama de corrupción en Pdvsa
Quién era Juan Almeida, el hacker N33, segundo fallecido en trama de corrupción en Pdvsa
Qué dice la Gaceta Oficial sobre el ajuste de bonos de alimentación y guerra económica
Federación Venezolana de Maestros exige salario digno y justo para educadores
Viceministro dice que en Zulia hay daños en un muro de contención en el Sur del Lago
Rusia dice que funcionarios británicos pueden ser considerados objetivos militares
Llega a Damasco el primer vuelo directo entre Venezuela y Siria en casi doce años
Protección Civil Barinas contabiliza 400 familias afectadas en la capital del estado
Cuánto se han disparado los alquileres en las mayores ciudades de América Latina y qué posibilidades hay de que bajen
Como es tradición, este Domingo de Resurrección ardió Judas en diferentes rincones de la ciudad de Caracas y en todo el país para decretar el fin de la Semana Santa.
En la parroquia La Candelaria, líderes vecinales y miembros de la comunidad se reunieron en la esquina de Tracabordo en horas de la mañana de este 9 de abril para quemar a un monigote hecho de trapos, vestido con camisa y pantalón, zapatos negros y con cuatro cabezas, previa lectura del acostumbrado manifiesto que acompaña a los muñecos.
«Sin miedo, en pleno centro de la ciudad echamos candela a un muñecote de varias cabezas denominado Judas El Aissami Padrino Meléndez de Maduro, ya que esos rostros simbolizan la corrupción enchufada», expresó el coordinador del Frente Norte de Caracas, Carlos Julio Rojas.
El Judas de La Candelaria también rechazó la presencia de grupos armados afines al gobierno (conocidos como colectivos) en la zona y exigió a las autoridades que los someta a la ley. Exigieron a la Alcaldía de Caracas, bajo la gestión de Carmen Meléndez, frenar las invasiones a propiedades privadas que protagonizan dichos grupos afectos al chavismo.
Judas Iscariote es descrito como uno de los doce discípulos de Jesús que lo entregó a las autoridades romanas a cambio de 30 monedas de plata. Para muchos creyentes su quema representa el triunfo del bien sobre el mal.
Comunidades organizadas también prendieron fuego a monigotes alusivos al dólar, al salario mínimo, la corrupción y hasta el maltrato infantil y hacia las mujeres en las parroquias Santa Rosalía y El Cementerio.
En algunas zonas de Caracas como en la parroquia Santa Rosalía, la Alcaldía capitalina acompañó la tradición con actividades culturales y deportivas.
En la parroquia Antímano, dirigentes vecinales del partido Primero Justicia, elaboraron un muñeco con el rostro del exministro del Petróleo, Tareck El Aissami por el reciente escándalo de corrupción que se destapó en Pdvsa y que el Ministerio Público investiga.
En el interior del país también ardió Judas. Uno de los Judas más llamativos este año fue al que vistieron zonas como Barquisimeto, estado Lara y en Monagas con bragas rojas similares a las que usan trabajadores de Pdvsa, con casco blanco y botas para representar igualmente la trama de corrupción que involucra a funcionarios y empresarios y exigir justicia.
En El Limón, estado Aragua, fueron quemados muñecos alusivos a la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y a la protesta de los educadores del país por un salario digno.