Desde el miércoles 21 de febrero, cuando el teniente (R) Ronald Ojeda fue sacado y secuestrado en su departamento en Santiago, capital de Chile, las autoridades judiciales de ese país se han mantenido en constante búsqueda.
El caso ha mantenido al gobierno de Chile y a las autoridades policiales en estado de alerta, debido a la falta de claridad sobre el móvil del secuestro, del cual aún se mantienen tres hipótesis, refleja la prensa de ese país.
Una de las teorías sugiere que podría tratarse de una operación de inteligencia venezolana, mientras que otras sospechas apuntan a un posible ajuste de cuentas por parte del crimen organizado o incluso un caso de autosecuestro organizado desde la disidencia del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Ninguna de la tres hipótesis ha sido probada por las autoridades y tampoco descartadas.
Para intensificar la investigación y reunir la máxima cantidad de antecedentes, el gobierno de ese país ha solicitado a la PDI (Policía de Investigaciones) la creación de un equipo especial dedicado exclusivamente a este caso, que trabajas las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Aunque el caso está bajo la jurisdicción de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales-Antisecuestros (Bipe), el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve ha solicitado al director general de la PDI, Sergio Muñoz, disponer de un equipo especializado debido a la complejidad del modus operandi utilizado por los delincuentes.
El equipo de detectives asignado al caso está llevando a cabo diversas acciones, incluida la revisión de cámaras de seguridad en la zona Costanera Norte y la recopilación de información en puntos de entrada y salida del país. Además, se están realizando entrevistas a testigos que hayan presenciado movimientos sospechosos en el edificio donde Ojeda fue secuestrado.
Fuentes cercanas al caso han señalado que el secuestro fue cuidadosamente planificado y que los delincuentes probablemente llevaron a cabo un estudio previo del terreno.
Gobierno de Chile niega estar involucrado
El subsecretario del Interior de Chile, Manuel Monsalve rechazó categóricamente las acusaciones de cooperación entre Caracas y Santiago en el caso del secuestro del exmilitar Ojeda Moreno.
En respuesta a la publicación del medio de comunicación La Razón, que afirmaba una supuesta cooperación entre ambos países para llevar a cabo el secuestro, Monsalve declaró: «Califico esa publicación de una total mentira. Mi tarea en particular es contribuir a la lucha que el Gobierno da contra las organizaciones criminales, y también llevar adelante procesos de expulsión de personas que constituyen un riesgo para la seguridad nacional».
El subsecretario agregó que «en ese contexto hemos llevado adelante relaciones con otros países como Bolivia, Perú y el Convenio de colaboración policial con Venezuela, convenio público».
Según lo publicado por La Razón y desmentido por el gobierno de Chile, el teniente coronel Alexander Granko Arteaga, jefe de operaciones de la Dgcim, habría solicitado cooperación a Monsalve para la captura de Ojeda, quien se había fugado de la prisión militar de Ramo Verde en 2017.
Monsalve desmintió estas acusaciones, señalando que mantuvo dos reuniones en Caracas, ambas en presencia del embajador, el secretario general de la Cancillería y el subdirector nacional de la Policía de Investigaciones, y que estas reuniones fueron públicas y documentadas con fotografías. «Permítanme decir lo absurdo de la teoría», afirmó.
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Una madre angustiada
Maira Moreno, madre del teniente Ojeda Moreno, expresó mediante un video su angustia y preocupación por el paradero y la seguridad de su hijo.
«Hago un llamado a las autoridades chilenas que se están dedicando a que este caso, el cual claramente es una violación a los DDHH, para que no permitan que esto ocurra y que la vida de mi hijo que fue asilado político en Chile siga en riesgo de igual de forma. Darle las gracias al gobierno de Chile por el atento cumplimiento y la puesta en marcha de todo su sistema de inteligencia y control. Quiero que sepan que como familia estamos sumamente preocupados», dijo.
La madre de Ojeda Moreno también se dirigió a los medios de comunicación, solicitando ayuda para difundir la situación y obtener información sobre el paradero y la vida de su hijo.
«Me dirijo a ustedes, a todos los medios de comunicación. Soy la madre del teniente Ojeda Moreno. Debido a que me encuentro gravemente afectada he decidido realizar mi solicitud a modo de lectura. Yo, Maira Moreno, me dirijo a ustedes con la finalidad de conseguir por la vía de los medios públicos información acerca del paradero y la vida de mi hijo, que fue secuestrado en Chile hace 5 días», indicó.
Moreno aseguró que no pudo viajar a Chile por falta de documentos y pide a todas las personas proporcionar información para dar con el paradero de su hijo.
Militares asilados piden más protección
José Rodríguez, cercano y excompañero de ejército de Ojeda, afirmó que muchos de sus contactos en Chile, tanto superiores como subalternos, también comparten ese temor, tras la desaparición del teniente, con al menos tres de ellos solicitando garantías de seguridad a la policía.
Uno de los cercanos y excompañero de ejército de Ojeda, José Rodríguez, quien actualmente reside en Estados Unidos, dijo al diario El Mercurio de Chile que la situación ha generado temor entre los conocidos y familiares de Ojeda, tanto en Venezuela como en Chile.
Mencionó que además hay otros militares venezolanos en Chile, al menos tres, quienes han buscado protección de las autoridades.
La ministra de Interior de Chile, Carolina Tohá, confirmó el viernes 23 de febrero, que un segundo exmilitar venezolano exiliado en ese país pidió ayuda a la policía porque se sentía inseguro.
“Efectivamente, hay una segunda persona que solicitó apoyo, porque se sentía insegura. No es que haya tenido un incidente concreto, pero tenía temor”, dijo Tohá.
“Temo por mi vida”, les dijo el exmilitar a los carabineros y dijo conocer al teniente Ojeda y estar en la misma condición de él, es decir, refugiado.
La policía derivó la denuncia a Fiscalía, que autorizó la protección. En información publicada por el medio BioBio de Chile, se conoció la policía dispuso una medida de protección que consiste en rondas periódicas para chequear al militar venezolano en Talca. Los patrullajes comenzaron el 22 de febrero. El Ejecutivo chileno conoce de la medida de protección dispuesta y admitió que la preocupación en torno al caso es alta.