«Hagamos hasta lo imposible por ofrecer una escuela segura, bonita, amigable y que invite a estar; y con educadores que tengan condiciones dignas para educar. El aporte económico de ustedes es primordial para ofrecer una educación de calidad a sus hijos», escribió en una carta con la que Manuel Aristorena, director general de Fe y Alegría da la bienvenida al regreso a clases presenciales, este 25 de octubre.
El docente hizo referencia a la postura del padre José María Vélaz quien insistía en que la educación de los pobres no puede ser una pobre educación. «Lastimosamente constatamos que la educación en Venezuela sigue en crisis, aunque hemos hecho grande. Los esfuerzos por llegar cada vez a más personas y ofrecer la mejor educación».
Dijo que hoy nos encontramos en un país distinto. «La Venezuela boyante, rica en recursos, con servicios públicos atendidos, y garante del derecho a la educación gratuita para toda su población ha desaparecido. Nos toca afrontar una nueva realidad; distinta, dura e injusta. Además, estamos ante un cambio cultural que nos abarca a todos y requiere que nos abramos a nuevos retos».
Recordó que Fe y Alegría nació en las periferias, donde no llegaba el asfalto y ahí, junto a las comunidades, fue construyendo sus escuelas para servir a los más necesitados. «Hoy nuevamente, como en los inicios, tenemos el reto de levantar la educación de los sectores excluidos. Para ello necesitamos de la participación activa, comprometida y responsable de todos y cada uno de ustedes. No podemos negar que la sociedad venezolana necesita de una población educada, con valores y capacitada, con competencias productivas, ciudadanas y socioafectivas. Sin educación de calidad no habrá organización, producción, comercio, trabajo, servicios, vida social. Necesitamos del apoyo real, efectivo y constante de todos los sectores. Invertir en educación es asegurar las condiciones para su existencia».
Hizo un llamado también a las familias – padres, representantes, cuidadores – que son fundamentales en este proceso. «A ustedes queremos recordarles que son los responsables directos de la educación de sus hijos. Sabemos la dura realidad económica que padecemos porque apenas nos alcanzan los ingresos. Sin embargo, pensar en la vida de sus hijos requiere asegurarles una buena educación. Por eso contamos con todos, para seguir acompañando la formación que reciben en la escuela. Ya han demostrado de cuánto son capaces».
Sus palabras igualmente las extendió a todo el personal de Fe y Alegría, a quien agradeció agradecemos el empeño que han puesto para la atención de los estudiantes y participantes. «Educar es nuestra razón de ser. Hoy no preparamos para volver a los centros educativos con alegría y cargados de sueños»
Y para ello plasmó algunas claves primordiales:
✅ Sigan demostrando voluntad, creatividad, constancia, apertura a los cambios y pasión en la búsqueda de alternativas.
✅Pongan corazón a todo lo que hacen. «Es fundamental para mantener un buen servicio educativo a nuestros muchachos y comunidades. Nos toca enamorar a las familias para que apuesten por la educación de sus hijos y a las comunidades para que nos acompañen».
«Te esperamos en nuestros centros educativos, institutos universitarios, emisoras de radio, centros de capacitación laboral y centros comunitarios de aprendizaje para seguir compartiendo un modelo de gestión educativa que combina lo pedagógico, lo administrativo, lo espiritual, con un buen clima organizacional y que no da la espalda a su comunidad. Además seguimos contando con un buen número de proyectos para contribuir con tu labor en medio de esta crisis humanitaria compleja. Queremos que nos acompañen a seguir reflexionando para mejorar nuestra práctica educativa, a producir materiales pedagógicos y didácticos para adecuar la atención educativa a los nuevos retos y modalidades, pero lo más importante a hacer sentir a nuestros alumnos que estudiar sí vale la pena».
Aristorena dijo, además, que Fe y Alegría ofrece al país su grano de arena en la recuperación de la educación. «Una educación que transforma positivamente la vida de nuestros muchachos y comunidades; unos espacios seguros, agradables, cálidos, humanos. Una educación que forma hombres y mujeres con alto sentido de ciudadanía democrática y fe firme en un Dios que como Padre y creador nos convoca al amor, la solidaridad y la paz. Estos son nuestros dos ‘pescados y cinco panes’ del joven del evangelio».
Y se ofreció -como institución- a seguir sirviendo a la población más necesitada del país con docentes de vocación, dispuestos al servicio, apasionados por ver crecer la vida de nuestros muchachos, comunicadores de buenas noticias, esperanza y vida.
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«Hagamos hasta lo imposible por ofrecer una escuela segura, bonita, amigable y que invite a estar; y con educadores que tengan condiciones dignas para educar. El aporte económico de ustedes es primordial para ofrecer una educación de calidad a sus hijos», escribió en una carta con la que Manuel Aristorena, director general de Fe y Alegría da la bienvenida al regreso a clases presenciales, este 25 de octubre.
El docente hizo referencia a la postura del padre José María Vélaz quien insistía en que la educación de los pobres no puede ser una pobre educación. «Lastimosamente constatamos que la educación en Venezuela sigue en crisis, aunque hemos hecho grande. Los esfuerzos por llegar cada vez a más personas y ofrecer la mejor educación».
Dijo que hoy nos encontramos en un país distinto. «La Venezuela boyante, rica en recursos, con servicios públicos atendidos, y garante del derecho a la educación gratuita para toda su población ha desaparecido. Nos toca afrontar una nueva realidad; distinta, dura e injusta. Además, estamos ante un cambio cultural que nos abarca a todos y requiere que nos abramos a nuevos retos».
Recordó que Fe y Alegría nació en las periferias, donde no llegaba el asfalto y ahí, junto a las comunidades, fue construyendo sus escuelas para servir a los más necesitados. «Hoy nuevamente, como en los inicios, tenemos el reto de levantar la educación de los sectores excluidos. Para ello necesitamos de la participación activa, comprometida y responsable de todos y cada uno de ustedes. No podemos negar que la sociedad venezolana necesita de una población educada, con valores y capacitada, con competencias productivas, ciudadanas y socioafectivas. Sin educación de calidad no habrá organización, producción, comercio, trabajo, servicios, vida social. Necesitamos del apoyo real, efectivo y constante de todos los sectores. Invertir en educación es asegurar las condiciones para su existencia».
Hizo un llamado también a las familias – padres, representantes, cuidadores – que son fundamentales en este proceso. «A ustedes queremos recordarles que son los responsables directos de la educación de sus hijos. Sabemos la dura realidad económica que padecemos porque apenas nos alcanzan los ingresos. Sin embargo, pensar en la vida de sus hijos requiere asegurarles una buena educación. Por eso contamos con todos, para seguir acompañando la formación que reciben en la escuela. Ya han demostrado de cuánto son capaces».
Sus palabras igualmente las extendió a todo el personal de Fe y Alegría, a quien agradeció agradecemos el empeño que han puesto para la atención de los estudiantes y participantes. «Educar es nuestra razón de ser. Hoy no preparamos para volver a los centros educativos con alegría y cargados de sueños»
Y para ello plasmó algunas claves primordiales:
✅ Sigan demostrando voluntad, creatividad, constancia, apertura a los cambios y pasión en la búsqueda de alternativas.
✅Pongan corazón a todo lo que hacen. «Es fundamental para mantener un buen servicio educativo a nuestros muchachos y comunidades. Nos toca enamorar a las familias para que apuesten por la educación de sus hijos y a las comunidades para que nos acompañen».
«Te esperamos en nuestros centros educativos, institutos universitarios, emisoras de radio, centros de capacitación laboral y centros comunitarios de aprendizaje para seguir compartiendo un modelo de gestión educativa que combina lo pedagógico, lo administrativo, lo espiritual, con un buen clima organizacional y que no da la espalda a su comunidad. Además seguimos contando con un buen número de proyectos para contribuir con tu labor en medio de esta crisis humanitaria compleja. Queremos que nos acompañen a seguir reflexionando para mejorar nuestra práctica educativa, a producir materiales pedagógicos y didácticos para adecuar la atención educativa a los nuevos retos y modalidades, pero lo más importante a hacer sentir a nuestros alumnos que estudiar sí vale la pena».
Aristorena dijo, además, que Fe y Alegría ofrece al país su grano de arena en la recuperación de la educación. «Una educación que transforma positivamente la vida de nuestros muchachos y comunidades; unos espacios seguros, agradables, cálidos, humanos. Una educación que forma hombres y mujeres con alto sentido de ciudadanía democrática y fe firme en un Dios que como Padre y creador nos convoca al amor, la solidaridad y la paz. Estos son nuestros dos ‘pescados y cinco panes’ del joven del evangelio».
Y se ofreció -como institución- a seguir sirviendo a la población más necesitada del país con docentes de vocación, dispuestos al servicio, apasionados por ver crecer la vida de nuestros muchachos, comunicadores de buenas noticias, esperanza y vida.