La prestación del servicio de transporte público en Caracas se ve afectado por la escasez de gasoil. Es por ello que hay menos unidades en circulación y las que ruedan sobrepasan la capacidad de usuarios.
Desde 2016, el transporte público en el área metropolitana de Caracas se ha venido a menos. La fuerte escasez de repuestos por la poca o casi nula disponibilidad de divisas para el sector hizo que más de 1.500 camionetas salieran de circulación en ese momento.
En respuesta el gobierno que administra Nicolás Maduro sacó las famosas perreras cuyo debut y despedida también estuvo relacionada con la falta de repuestos y de mantenimiento.
Casi cinco años después la situación no ha mejorado, según José Sayago, directivo de Transporte Unido Por Venezuela: Ahora la falta de gasoil merma la oferta que intenta salir a flote.
De las 800 líneas que hacían vida en Caracas para 2016, en 2018 habían desaparecido 145 y para la fecha es incierto el número, según el Comité de Usuarios del Transporte.
Muchas rutas fueron eliminadas y ocupadas por líneas piratas que cobraban tarifas sin controles de los gremios o de la municipalidad.
Durante 2018 y 2019 el servicio del transporte se canibalizó. Se podía ver entonces un autobús de Chacaíto haciendo rondas en La Vega o uno de Valle-Coche en El Junquito; mientras el pasajero, el eslabón más débil de la cadena, no tenía otra opción, sino que subirse a la camioneta y ajustar el bolsillo a las tarifas especulativas.
Menos en la calle
Para inicios de 2020 ya se venían más unidades, “y eso fue porque desde Transporte Unido por Venezuela comenzamos a gestionar créditos, a dar apoyo con cauchos, baterías y aceite. Por eso muchas camionetas pudieron salir de los talleres y esa fue la movilidad que se vio en las calles de Caracas”.
Sin embargo, sostiene, la situación es muy crítica. Dice que los costos de los insumos automotrices son inalcanzables y a esa situación se suma la falta de seguridad y las malas condiciones de la validad.
Son múltiples, a su entender, los problemas. “Y más si tenemos una tarifa de 150 mil bolívares. La propuesta nuestra ha sido mantenerla en 10 centavos de un dólar. No obstante, sabemos las condiciones de los usuarios, muchos son de la tercera edad, jubilados y trabajadores de la administración pública. No les alcanza costear una semana de pasaje, los bancos no dan suficiente efectivo y nosotros estamos conscientes de ello”.
Estos dos últimos tres días, para los transportistas, la traba es las largas colas que se hacen en las bombas de gasolina.
Una muestra son las estaciones ubicadas en el sector La Bandera, parroquia San Rosalía, donde hay cientos de carros esperando para surtir. “Por eso no son suficiente las unidades y, en consecuencia, las paradas están repletas de pasajeros”.
¿Y el metro?
Ahora, ¿están en capacidad de soportar un flujo mayor de usuarios a partir de esta semana, cuando comiencen a cobrar las tarifas del Metro de Caracas?
El Metro de Caracas comenzó el lunes 1 de marzo un plan piloto de su sistema de cobro de pasaje con tarjetas inteligentes que permitirán ingresar al sistema de transporte.
La tarifa será de 900.000 bolívares, alrededor del 75 % del salario mínimo en el país y se hace efectivo este 8 de marzo.
El sistema de tarjetas inteligentes en el Metro de Caracas se usó hasta 2018, desde entonces el servicio pasó a ser gratuito y los torniquetes fueron liberados, en su mayoría por estar dañados.
Es posible que con el aumento de las tarifas los usuarios migren al transporte superficial. “Ahora, hay un poco más de unidades, incluso se puede hablar de una leve normalización del servicio, y es porque dimos créditos a más de 280 conductores, pero será una situación crítica.
A nosotros también nos quieren imponer una máquina. No estamos de acuerdo, pues no hay una logística, un estudio verdadero sobre el sector y existe el miedo de cómo va a funcionar, por un lado y, por el otro, no queremos ser sometidos con una tarifa que no nos permita mantenernos. Ahora estamos sobreviviendo y si el pasaje va a ser regulado será un enorme retroceso”.
Este nuevo mecanismo de pago digital para el transporte público se estaría trabajando para el cobro del pasaje en el país bajo las herramientas VeTicket y VePOS, según aseguró el mandatario Nicolás Maduro la noche del 12 de enero en su mensaje anual de Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional.
La propuesta igual que la tarjeta inteligente del Metro es una medida reciclada. En 2017 el gobierno le prometió al sector transporte máquinas para el cobro del pasaje estudiantil, un subsidio que desde el año 2016 tenían sin cobrar por parte del Estado.
Al día de hoy los camioneteros no cobran el pasaje preferencial ni a la tercera edad ni a los estudiantes.
Habrá que empezar por poner sobre las mesas las deudas con el sector, retomar las mesas de diálogo que se hicieron hasta 2019 y volver a la legislación municipal, que dice que durante el primer trimestre de cada año las alcaldías deben revisar las tarifas.