Antes de cerrar la sesión extraordinaria de este miércoles 8 de septiembre, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, le respondió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la sentencia que emitió hace dos días en la que exige la restitución de la señal de Radio Caracas Televisión.
“Agarren esa sentencia de la Corte, la doblan bien, y se la meten en el bolsillo. Venezuela es un país libre y soberano que administra el espectro radioeléctrico como lo administra cualquier otro país libre”, sentenció.
Aseguró que la decisión del organismo internacional es inadmisible y rechazó la injerencia que, a su juicio, obedece a “intereses imperiales”.
También se refirió al secretario de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, a quien pidió le llevaran el dictamen para que lo guarde junto a las otras decisiones tomadas en contra de Venezuela que tildó de “inmorales”.
El presidente del Colegio Nacional de Periodistas, Tinedo Guía, se pronunció la mañana de este miércoles para exigirle al gobierno nacional que acate la sentencia de inmediato y restablezca el derecho a la libertad de expresión y de información veraz.
“Hoy estamos celebrando la buena noticia de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que obliga al gobierno a renovar la concesión de Radio Caracas Televisión y propiciar un proceso transparente en el cual puedan solicitar dentro de la legalidad una concesión por más tiempo, fueron ocho años de litigio”, manifestó.
Y si no van a acatar la decision… entonces por que razon fueron al juicio y durante 5 años o mas ejercieron su derecho a la defensa? Estamos gobernados por puros malandros
El ilustre Historiador Manuel Caballero a menudo insistía en sus geniales artículos de Opinión en la condición del Vocabulario de Chávez, hoy el Charlatán Eterno, como propia de un Portero de Burdel. Sus sucesores al mando persisten en mantener la vulgaridad y la chabacanería como blasones de su prostibularia expresión. Un constante irrespeto a las audiencias nacionales e internacionales. A años luz de los genuinos Estadistas. Se empeñan en identificarse como malandros.