Hacer valer el conocimiento, retener a los estudiantes, defender la academia y hacer entender al Gobierno por qué es importante la Universidad para el desarrollo del país, son algunos de los principales desafíos que enfrentan las universidades públicas de cara al 2019.
Este año, entre otras dificultades, las casas de estudio padecieron de una asfixia presupuestaria continuada, los precarios salarios de sus trabajadores y la diáspora de profesores, empleados y alumnos que abandonaron sus carreras, muchos para migrar.
Y aunque considere que en 2019 el panorama no luzca mejor, la vicerrectora administrativa de la Universidad Simón Bolívar (USB), Mariela Azzato, recalca la necesidad de reinventarse y diseñar estrategias para lograr la mayor “autonomía económica” posible.
“Si dependemos solo de lo que me manda el Ministerio (de Educación Universitaria) estamos destinados a salir del juego”, advirtió.
La profesora señaló que la USB prevé involucrarse en proyectos que apuesten por el talento competitivo de la universidad, para que la actividad académica y de investigación de los docentes aporten a la producción y el conocimiento pueda ser comerciable “dentro y fuera del país”.
Azzato señaló que, entendiendo la carencia en las providencias estudiantiles, buscarán estimular a los estudiantes con la creación de bolsas de trabajo, como ocurre en Europa y Estados Unidos. “Esta es una manera en la que podrán participar en la resolución de problemas de la universidad y recibir bonos de reconocimiento como un mecanismo de empoderamiento de las competencias educativas“.
Lucha contra el pensamiento unitario
El secretario de la Universidad Central de Venezuela, Amalio Belmonte, consideró que este 2018 el Gobierno nacional dio muestras de cómo la autonomía “pareciera un estorbo, un obstáculo para que se imponga una forma de pensamiento único en el país”. Advirtió que la respuesta debe ser continuar promoviendo la pluralidad y espacios de diálogo.
Señaló que para luchar contra las pretensiones del Ejecutivo de cambiar la esencia de las universidades han recibido respaldo de los familiares de la comunidad universitaria que hace vida en el campus, así como de los egresados ucevistas. “No solo en términos de materiales sino para constituir un frente de defensa de la universidad”.
Belmonte añadió: “Nos esperan días difíciles pero no vamos a permitir que la cierren ni la vamos a dejar cerrar porque nos sintamos asfixiados económicamente, atacados políticamente o intervenidos por la vía judicial” dijo refiriéndose en el último caso a la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia sobre las elecciones estudiantiles en la Universidad de Carabobo.
En ese contexto, celebró que la UCV logró graduar este año alrededor de 3 mil 400 estudiantes de pregrado y más de mil de posgrado.
Campaña por la academia
El rector de la Universidad de los Andes (ULA), Mario Bonucci, opinó que el principal reto para las universidades del país será “convencer a los ministros y al Gobierno de la importancia de la academia para el desarrollo de Venezuela”.
Indicó que, en este punto, es necesario visibilizar el deterioro en el que se encuentra la universidad pero cómo ha resistido al punto que aún muchas casas de estudio figuran en ranking internacionales sobre calidad de la educación.
La máxima autoridad de la ULA también recordó que es importante denunciar la inacción ante las arbitrariedades en las que ha incurrido el Gobierno frente la crisis que vive el sector.