Una investigación exhaustiva solicitó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) ante el fallecimiento del preso político Salvador Franco, miembro de la etnia pemón, quien murió aparentemente por falta de atención médica mientras estuvo detenido como preso político en el internado judicial de El Rodeo II, del estado Miranda.
La solicitud fue hecha a través de la red social Twitter 24 horas después de que se conociera el fallecimiento de Franco, quien permanecía detenido desde diciembre de 2019, tras haber sido acusado del asalto a un fuerte militar en el estado Bolívar.
“La #CIDH insta a #Venezuela iniciar una investigación por estos hechos, con un enfoque interseccional por motivo de pertenencia al pueblo Pemón, y reitera que el Estado, como garante, tiene el deber de proteger los #DDHH de todas las personas bajo su custodia”.
El organismo internacional recordó que Franco tenía una orden de un tribunal para ser traslado a un centro asistencial y no se cumplió.
#Venezuela?? La @CIDH/#MESEVE expresa preocupación por el fallecimiento del indígena pemón, Salvador Franco, el #3Ene; quien estaba privado de libertad en delicado estado de salud y contaría con orden judicial, no ejecutada, de traslado al centro asistencial desde el #27Nov.1
— CIDH – IACHR (@CIDH) January 5, 2021
Alfredo Romero, director de la organización no gubernamental Foro Penal, indicó el mismo 3 de enero cuando se conoció la noticia del fallecimiento de Franco que el tribunal cuarto de Primera Instancia en Funciones de Control del Área Metropolitana de Caracas emitió una orden el 21 de noviembre del 2020 para trasladar al preso político a un centro de salud.
Una muerte anunciada
El pasado 23 de diciembre los familiares de Salvador Franco anunciaron a la opinión pública que el preso político acusado de rebelión presentaba un cuadro de desnutrición severa.
Debido a su delicado estado de salud, familiares indicaron que temían por la vida de Franco, ya que su estado de salud iba en plan de deterioro y no presentaba ningún tipo de mejoría.
“Tememos por su vida… Se ha complicado y está tosiendo sangre”, alertaba su hermana Liseth Franco hace dos semanas, mientras pedía ayuda a organismos internacionales de derechos humanos, antes del 3 de diciembre que fue cuando se conoció su muerte.