Este 10 de enero el arte pierde otro grande

Las mujeres robustas, mestizas, acomodadas en sofás, hamacas y sillas se despiden este domingo 10 de enero de su creador, el gran escultor Cornelis Zitman que falleció hoy a sus 89 años. El gran artista, aunque holandés de nacimiento, deja un legado invaluable en Venezuela, tierra que lo acogió desde finales de la década de los 40.

Zitman fue un importante escultor, dibujante y diseñador industrial que nació en Leiden, Holanda el 9 de noviembre de 1929 en el seno de una familia de artesanos y constructores. Desde muy pequeño el joven se interesó por el dibujo y cursó estudios en importantes academias de arte holandesas. En 1947 coge rumbo a Aruba y finalmente se instala en Coro, Falcón, donde empieza a trabajar como dibujante técnico en una compañía de construcción.

Un año más tarde contrae nupcias con Vera Roos, a quien conoció en su tierra natal. Ambos tienen tres hijos Berend, Lourens y Bárbara. Para 1950, el matrimonio se muda a Caracas donde el artista se desempeña como diseñador de muebles. Se dice que en sus ratos libres empieza la práctica de la escultura. Ejecuta, entonces, sus primeras obras tridimensionales en yeso y posteriormente con el bronce.

Es precisamente por la versión en bronce de “Mujercita” que obtiene el Premio Oficial de Escultura en el año 1951, pero no descuida el diseño de muebles. Funda entonces “Talleres Zitman” que le precedió a Tecoteca, Industria Nacional del Mueble, pionera del diseño de muebles modernos en el país.

En 1955 el ya exitoso artista es contratado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (FAU-UCV) para dar cursos y talleres de diseño. Tres años después deja todo y se muda a la isla de Granada para dedicarse completamente a la pintura y afinar su trabajo de escultor. Decide profundizar la técnica de la fundición en bronce por lo que regresa a Holanda a recibir estudios especializados.

No es hasta 1964 cuando el estilo artístico de Zitman empieza a cobrar evidencia. La obvia influencia latinoamericana se vislumbra en los rasgos mestizos de sus musas, que con sus robustas figuras empiezan a adornar numerosos espacios.

Zitman vuelve a Venezuela y en las ruinas del trapiche de la hacienda La Trinidad (Baruta, Edo. Miranda) construye su casa-taller en 1970. Allí se enrumba a la fama y logra la obtención de importantes reconocimientos dentro y fuera del país. Mujeres, perros y niños, con sus característicos rasgos se presentan en galerías de Estados Unidos, España, Suiza, Holanda, Noruega, Japón, Francia, Colombia y otros. Allí Zitman dejó su marca, pero nunca como en Venezuela donde logró inspirarse y a través de sus obras homenajear a la mujer local.

Aquí el listado de sus premios:

  • 1951 Premio Oficial de Escultura, XII Salón Oficial
  • 1967 Premio Julio Morales Lara, XXV Salón Arturo Michelena
  • 1971 Premio, I Bienal de la Pequeña Escultura, Budapest, Hungría
  • 1976 Premio Henrique Otero Vizcarrondo, Salón Nacional de las Artes Plásticas en Venezuela, MBA
  • 1981 Premio de adquisición, Bienal de Artes Visuales de Caracas, MACC
  • 1982 Premio especial de escultura figurativa, II Kotaro Takamura Grand Prize Exhibition, Museo al Aire Libre de Hakone, Kanagawa, Japón
  • 1983 “Dibujos”, Casa de la Cultura, La Victoria, Edo. Aragua

Con infromación de: vereda.ula.ve

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