Luego de vivir un inusual y acalorado diciembre, los habitantes de Nueva York acaban de conocer los gélidos efectos de la segunda peor tormenta ocurrida en esta ciudad, desde que se lleva registro oficial a partir de 1869, al confirmarse que cayeron 68,07 centímetros de nieve durante el sábado.
Refiere EFE que la más intensa ocurrió en febrero de 2006, cuando se midieron 68,33 centímetros.

Ante la severidad del suceso, el Gobierno del estado de Nueva York suspendió el tránsito automotor privado desde ayer en la tarde, para evitar sumar más víctimas a los 18 fallecidos que ha dejado como saldo la helada.

La prohibición fue levantada las 7.00 hora local (12.00 GMT), como se había anunciado anoche, lo que permitió a los equipos quitanieves limpiar las vías para el libre tránsito. Solo se permitía la circulación de vehículos de emergencia. También han quedado libres los túneles y puentes que enlazan a la isla de Manhattan con el resto del país.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció que también se restableció el servicio público de autobuses en la ciudad, mientras que el metro, el mayor del país, reanudó todas sus operaciones esta misma mañana.

Tanto Cuomo como el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ofrerán hoy ruedas de prensa para con el propósito de hacer una evaluación del impacto de la tormenta de nieve, la primera más grande que recibe Nueva York esta temporada.

Indica EFE que el sábado fueron cancelados miles de vuelos en las terminales aéreas de la costa oriental de Estados Unidos, y, según Cuomo, la mayoría de los vuelos en los dos aeropuertos de Nueva York estaban cancelados hoy también.

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