El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, pidió hoy a Arabia Saudí y Catar que resuelvan sus diferencias y preserven la unidad, y se ofreció a mediar en la crisis, después de que Riad y otros tres países árabes rompieran relaciones diplomáticas con Doha.

“Si hay algún rol en el que podamos desempeñar para ayudar a tratar esta situación, creemos que es importante que el GCC (Consejo de Cooperación del Golfo) permanezca unido”, dijo Tillerson.

Arabia Saudí, Egipto, Baréin y EAU anunciaron hoy la ruptura de sus lazos diplomáticos con Catar por apoyar al terrorismo, acusación que el emirato rechazó y calificó como “calumnia”.

“Alentamos a las partes a sentarse juntas y a abordar sus diferencias”, insistió el secretario de Estado a la prensa en Sídney, tras una reunión de Ministros de Exteriores y de Defensa de EEUU y Australia.

Además, atribuyó el conflicto a “una lista creciente de (conflictos) irritantes que hace tiempo están ahí” y que han llevado a algunos países a tomar medidas para que esas diferencias sean abordadas.

Tillerson aseguró que la medida liderada por Arabia Saudí contra Catar no tendrá un impacto significativo en la unidad de la lucha contra el terrorismo en la región y globalmente, y destacó que todos los países implicados han mostrado su oposición al Estado Islámico.

Catar acoge la sede avanzada del Centro de Mando de EEUU, que opera en la base aérea de Al Udeid, en Doha, donde hay unos 10.000 efectivos de las fuerzas armadas estadounidenses.

Países árabes rompen relaciones con Catar acusado de apoyar el “terrorismo”

Varios países árabes, con Arabia Saudí y Egipto a la cabeza, han decidido este lunes poner fin a las relaciones con Catar, país que acusan de apoyar el “terrorismo” y de socavar la estabilidad de la región de Oriente Medio.

Pocas horas después de una reunión en El Cairo entre los ministros de Asuntos Exteriores de Egipto, Sameh Shukri, y su homólogo saudí, Adel al Yubeir, fue anunciado el corte de los lazos diplomáticos entre ambos países con Catar.

Riad tomó esta decisión, según un comunicado reproducido por su agencia oficial de noticias, SPA, por las “violaciones graves de las autoridades de Doha, en privado y en público, en los últimos años con el fin de romper la unidad interna saudí”.

Así como por “incitar al abandono del estado, poner en peligro su soberanía y la adopción de organizaciones terroristas (…), entre ellas los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico y Al Qaeda”.

El ultraconservador reino acusó también a Doha de respaldar a Irán en su apoyo a los “grupos terroristas” en la provincia de mayoría chií saudí de Qatif, así como en Baréin, además de apoyar a los rebeldes hutíes del Yemen.

El Cairo, por su parte, también indicó que el emirato de Catar apoya “las operaciones terroristas en el Sinaí (noreste)” y que interviene “en los asuntos internos de Egipto y los países de la región de manera que amenaza la seguridad nacional árabe y favorece las diferencias dentro de las sociedades árabes”.

Tras el comunicado, la alianza árabe encabezada por Arabia Saudí que combate en el Yemen junto al exiliado presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, ha anunciado la expulsión de Catar de la coalición, según una nota difundida también por la agencia SPA.

Después de esta decisión, otros países árabes de la región han comenzado a unirse al reino saudí y Egipto, como Baréin, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y el Gobierno yemení reconocido internacionalmente.

Dichos países han seguido la línea de los países precursores de esta postura con el objetivo de que Catar no siga financiando y “sembrando el terror” con su apoyo a las organizaciones “terroristas”.

Catar solo linda con Arabia Saudí y este país ha cerrado su frontera terrestre, mientras que los demás países, que se han adscrito a la decisión del reino ultraconservador, han decidido retirar sus misiones diplomáticas.

Estos Estados han dado un lapso de 48 horas para que los trabajadores de las embajadas cataríes abandonen los países que se han sumado a la decisión.

Ante estas acusaciones, Catar ha respondido que esta decisión se fundamenta en “calumnias” y “que no se sostienen sobre ninguna evidencia”

Los países árabes han culpado al reino del Golfo de “socavar la estabilidad” y de no cumplir con los acuerdos entre los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que está compuesto por EAU Kuwait, Catar, Omán, Baréin y Arabia Saudí.

A lo que Catar ha replicado que es “un miembro activo” del CCG, y que está “comprometido con sus acuerdos, respeta la soberanía de otros países y no interviene en asuntos internos”.

En el marco de esta crisis, varios países se han pronunciado al respecto, como Estados Unidos, que ha ofrecido la mediación entre los Estados árabes para que resuelvan sus diferencias y preserven la unidad.

El mismo punto que destacó China, que espera que esos países “se mantengan unidos para promover conjuntamente la paz y la estabilidad regionales”.

Por su parte, Rusia consideró que esta postura es un “asunto interno” en la región y confió en que no afecte a la lucha contra el terrorismo.

EFE

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