“¿Cuánto cuesta ese chocolate?”, preguntó una persona mientras sostenía con su mano derecha una barra. “Son 2 dólares“, indicó la vendedora en un establecimiento del municipio Chacao, en Caracas, ante la duda del posible comprador. Éste, al recibir el valor del producto, se limitó a colocarlo en el estante y apreciarlo con la vista.

Historias como esta son cada vez más comunes en Venezuela, donde las divisas están reemplazando al bolívar como forma de pago e, incluso, como mecanismo de referencia al momento de marcar precios.

En medio de la hiperinflación, la devaluación y la constante pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional, los venezolanos buscan alternativas para mantener el valor de sus ahorros y facilidades para hacer pagos.

Los productos importados se aprecian en distintos establecimientos comerciales del país. Pueden cancelarse en divisas o en bolívares a la tasa de cambio del momento. Foto: Mairet Chourio

En un informe enviado a sus clientes, la firma de análisis Ecoanalítica señala que las fallas en el servicio de energía eléctrica, que afectaron los sistemas de pago en todo el país, ayudaron a exacerbar el uso de las divisas en Venezuela. Ello como consecuencia directa de las “restricciones operativas que impidieron que los venezolanos acudieran a sus haberes en bolívares“.

Si bien la consultora resalta que no se registraron aumentos destacables en los precios durante los meses de marzo y abril, precisa que los pagos en comercios se caracterizaron por realizarse en dólares. Esto representó el “abaratamiento de la divisa por el ajuste del mercado a esta inusual inyección informal de dólares”.

“La población empezó a hablar cada vez más de un esquema de dolarización informal en el que incluso personas y entes sin experiencia previa comenzaron a involucrarse con mayor frecuencia”, se lee en el informe.

¿Es una dolarización?

La respuesta inmediata es no. Pero, ¿por qué no?

“Aún en una dolarización de facto (parcial), lo característico es la ausencia de fricciones para realizar transacciones en divisas, a pesar de que el dólar no se establezca como numerario legal”, explica Ecoanalítica. No obstante, esa condición no ocurre en Venezuela. Al menos no, por ahora.

¿Qué ha llevado al fracaso de los sistemas cambiarios en Venezuela?

A pesar de la derogación de la ley de los ilícitos cambiarios y el establecimiento de un nuevo convenio cambiario, que se fijó la meta de establecer un “mercado libre”, la firma indica que aún se siguen manteniendo limitaciones a la circulación de divisas. Entre ellas se encuentran:

1⃣ El uso del dólar en Venezuela es más un mecanismo de defensa ante la hiperinflación. Se sustenta en la noción que proporciona como reserva de valor y medición; elementos que ya no puede cumplir el bolívar.

2⃣ Aún existen regulaciones de precios

3⃣ Los bancos no están facultados a dar financiamientos en divisas

4⃣ Las empresas no facturan en moneda extranjera. El Seniat lo autorizó esta semana

5⃣ Restricciones para enviar o recibir fondos desde los mercados internacionales

Para Ecoanalítica, el término correcto para definir esta situación es el de dolarización transaccional. Esto no contempla una dolarización por sustitución de activos, en la que los entes financieros tienen completa facultad para mantener balances en divisas. O el caso de una dolarización real, cuando se indexan los precios y salarios al valor de la divisa.

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“Cabe aclarar que, si bien esos elementos ya se han incorporado a nuestra realidad desde hace meses, esto no se ha hecho bajo un marco jurídico que permita la plena adopción del dólar como referente único de precios o medio de cambio”, precisa el documento.

Foto principal: Mairet Chourio

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