La relación del Gobierno con las mineras que han trabajado en suelo venezolano ha sido de todo menos saludable. El malestar no solo es ambiental, sino que se ha traducido en disputas en instancias internacionales: En el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), organismo del Banco Mundial, Venezuela es un viejo conocido por la cantidad de arbitrajes que han interpuesto las empresas en los años del chavismo.
La disputa ha sido por un «toma y dame» de las concesiones. También de expropiación de maquinaria y equipos que han supuesto demandas mil millonarias. Sin embargo, la batalla por explotar una de las regiones más ricas en minerales que existe en América del Sur ha encontrado un desenlace feliz, por los momentos.
El prontuario de las mineras que han trabajado en el país no solo corresponde a la franja de 111 mil kilómetros que el presidente Hugo Chávez delineó en 2012. También a territorios que quedan fuera del Arco Minero del Orinoco y que fueron recientemente incorporados al arranque del Motor Minero: yacimientos minerales en Yaracuy, Aragua, Nueva Esparta y Guárico.
Sea porque el Gobierno venezolano arrebató las concesiones sorpresivamente o porque suspendió las operaciones de manera temporal, algunas mineras se retiraron de la escena. Sin embargo, con las firmas de los memorandos de entendimiento en febrero y agosto de este año, tres viejas conocidas se volvieron a hacer con jugosos contratos: Glencore, Guaniamo y Gold Reserve. Según el presidente Nicolás Maduro, el Motor Minero que recién arranca ya suma cerca de 10 mil millones de dólares en inversiones.
A pesar de que en la alocución del pasado 5 de agosto fue anunciada que la empresa suiza iniciaría sus operaciones en Loma de Níquel, estado Aragua, los trabajos de Glencore con el Gobierno datan de mucho antes. Con la firma del memorando de entendimiento, la minera se aleja de su zona de confort en el oeste del estado Bolívar.
El gigante suizo no solo trabaja con minerales, sino también con agricultura y energía. Sin embargo, en el ámbito de la minería y los metales menciona el cobre, el zinc, el níquel y el aluminio entre sus especialidades. Y es precisamente con este último mineral que Glencore asentó sus bases en Venezuela, cerca de las minas de bauxita en Los Pijiguaos, y con Bauxilum como intermediario.
Glencore, tras hacerse con contratos exclusivos con la empresa perteneciente a la Corporación Venezolana de Guayana, logró convertirse en proveedor de Bauxilum. Este acuerdo resultó poco beneficioso para la empresa nacional, que terminó volviéndose dependiente de la suiza y sus préstamos. Pronto, las ganancias y la producción de la venezolana empezaron a disminuir.
Recientemente Glencore firmó para operar cerca de Tejerías, en el estado Aragua. El Estado también tuvo que despachar a otra empresa antes de la llegada de la suiza: La minera Anglo American tuvo que agarrar sus maletas después de que el presidente Chávez negara la renovación de las licencias en el año 2012. Hasta esa fecha, el grupo británico acumulaba 12 años de operaciones en el yacimiento de níquel y 20 años en el país.
La empresa mixta, en la que Anglo American tenía una participación de 91,4%, llegó a su fin luego de que el Gobierno informara que controlaría las actividades. En un comunicado precisó que para el cierre del año 2011, las reservas de la mina se proyectaban en 4,6 millones de toneladas métricas de níquel.
Coloque el cursor sobre las piedras preciosas e íconos en el mapa para ver más información sobre la compañía
Un decreto emitido por el Ministerio de Energía y Minas, en en el segundo semestre de 2003, acabó con las aspiraciones de Guaniamo Mining Corp. de convertirse en uno de los mayores operadores de diamantes de Sudamérica. El documento, que llegó de sorpresa, anunciaba que el Gobierno se haría con el control de todas las concesiones y contratos mineros del país en adelante.
La empresa de capital americano que operaba en el municipio Cedeño, se quedó sin poder ejecutar sus proyectos diamantíferos. Con esta medida, que revocó parte de las concesiones que había ostentado la compañía por 10 años, también se anunció que el Gobierno tomaría posesión de equipos de la firma minera en los yacimientos ubicados el oeste del estado Bolívar.
Trece años después del impasse en donde la empresa fue acusada de no haber cancelado sus impuestos y de haber paralizado sus actividades, Guaniamo Mining Corp volverá a operar en suelos venezolanos y en la misma región tras la activación del Motor Minero. En la alocución trasmitida el pasado 5 de agosto se anunció que la firma americana trabajará en el área 1 del Arco Minero del Orinoco, de más de 24.700 kilómetros de extensión, donde el Gobierno asegura que existen reservas de oro, diamante y coltán.
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La controversial minera canadiense libró una batalla legal contra el Gobierno venezolano ante el Ciadi que duró cinco años. En 2009, luego de que el año anterior le fuera revocada la concesión para ejecutar el proyecto las Brisas, en el Km 88 al sur del estado Bolívar, Gold Reserve interpuso un recurso de arbitraje en tribunales internacionales, alegando que su inversión supuso un gasto cercano a los 300 millones de dólares.
El organismo emitió un fallo a favor de la minera a finales de 2014, donde estableció que el Gobierno venezolano debía pagar una indemnización de más de 700 millones de dólares. Sin embargo, en febrero de 2016, tras la larga disputa legal, fueron anunciadas las paces entre ambas partes.
La firma del «tratado de paz» fue televisado el 24 de febrero, en un acto transmitido en el Banco Central de Venezuela en donde estuvieron presentes, según el Presidente, 150 empresas de 135 países. En la conferencia, el ministro de Petróleo y Minería y presidente de Pdvsa, Eulogio del Pino, informó que Gold Reserve invertiría 5 mil millones de dólares, cifra en donde venía incluida un préstamo al Gobierno.
La tinta se volvió indeleble al día siguiente, cuando la canadiense publicó en su página web el memorando de entendimiento que la hacía con el proyecto aurífero más ambicioso de América del Sur y uno de los más importantes del mundo. El proyecto Brisas-Cristina suma en sus reservas de oro y cobre alrededor de 35 mil millones de dólares.
Coloque el cursor sobre las piedras preciosas e íconos en el mapa para ver más información sobre la compañía
Tras la firma de la segunda tanda de empresas que participarán en el arranque del Motor Minero, cuyos memorandos de entendimiento fueron presentados el pasado 5 de agosto en al país en una transmisión televisiva, Gold Reserve emitió un comunicado en donde anuncia la conformación de una empresa mixta con el Estado. El documento, publicado en su sitio web, especifica que la participación de Venezuela será de 55%, mientras que la de la canadiense de 45%.
El comunicado también precisa que el proyecto Brisas-Cristinas podrá ser desarrollado en un lapso de 40 años y que Venezuela comprará la data minera correspondiente a las tierras trabajadas, la cual está valorada en 240 millones de dólares. El país deberá cancelar en cuatro tandas todo el pago: La primera empieza el 31 de octubre de este año y la última para esa misma fecha en 2017.
Adicionalmente, también se explica que ambas partes de la empresa mixta deberán trabajar juntas para completar el financiamiento del proyecto con inversionistas, para el que es necesario un estimado en 2.100 millones de dólares. Sin embargo, apostar por el proyecto aurífero supone un gran riesgo: En el pasado, otras cinco trasnacionales han querido pero no han podido con las reservas de oro y cobre más grandes de mundo, sea porque no renovaron las concesiones o porque las condiciones no han permitido ejecutar el proyecto.
Gold Reserve, Guaniamo Mining Corp y Glencore no fueron las únicas mineras que firmaron con el Gobierno. En el acto transmitido por televisión a principios de agosto también figuró otra canadiense llamada Energold Minerals. La trasnacional firmó un memorando de entendimiento para explotar coltán en el área 1 del Arco Minero del Orinoco, cerca de la zona del Río Parguaza.
Con este acuerdo, Energold se suma a la lista de trasnacionales que se anotaron para explotar el «oro azul»: Afridiam, una minera congolesa, y CAMCE Engineering Co., una china, sellaron el trato a principios de año.
Una nacional también iniciará sus trabajos con el coltán tras la firma de los acuerdos el pasado 5 de agosto, Faoz Corp. De acuerdo con la información transmitida en el acto, la minera venezolana participó en la exploración de yacimientos de fosfato en el estado Táchira durante los años 2013 y 2014.
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La relación del Gobierno con las mineras que han trabajado en suelo venezolano ha sido de todo menos saludable. El malestar no solo es ambiental, sino que se ha traducido en disputas en instancias internacionales: En el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), organismo del Banco Mundial, Venezuela es un viejo conocido por la cantidad de arbitrajes que han interpuesto las empresas en los años del chavismo.
La disputa ha sido por un «toma y dame» de las concesiones. También de expropiación de maquinaria y equipos que han supuesto demandas mil millonarias. Sin embargo, la batalla por explotar una de las regiones más ricas en minerales que existe en América del Sur ha encontrado un desenlace feliz, por los momentos.
El prontuario de las mineras que han trabajado en el país no solo corresponde a la franja de 111 mil kilómetros que el presidente Hugo Chávez delineó en 2012. También a territorios que quedan fuera del Arco Minero del Orinoco y que fueron recientemente incorporados al arranque del Motor Minero: yacimientos minerales en Yaracuy, Aragua, Nueva Esparta y Guárico.
Sea porque el Gobierno venezolano arrebató las concesiones sorpresivamente o porque suspendió las operaciones de manera temporal, algunas mineras se retiraron de la escena. Sin embargo, con las firmas de los memorandos de entendimiento en febrero y agosto de este año, tres viejas conocidas se volvieron a hacer con jugosos contratos: Glencore, Guaniamo y Gold Reserve. Según el presidente Nicolás Maduro, el Motor Minero que recién arranca ya suma cerca de 10 mil millones de dólares en inversiones.
A pesar de que en la alocución del pasado 5 de agosto fue anunciada que la empresa suiza iniciaría sus operaciones en Loma de Níquel, estado Aragua, los trabajos de Glencore con el Gobierno datan de mucho antes. Con la firma del memorando de entendimiento, la minera se aleja de su zona de confort en el oeste del estado Bolívar.
El gigante suizo no solo trabaja con minerales, sino también con agricultura y energía. Sin embargo, en el ámbito de la minería y los metales menciona el cobre, el zinc, el níquel y el aluminio entre sus especialidades. Y es precisamente con este último mineral que Glencore asentó sus bases en Venezuela, cerca de las minas de bauxita en Los Pijiguaos, y con Bauxilum como intermediario.
Glencore, tras hacerse con contratos exclusivos con la empresa perteneciente a la Corporación Venezolana de Guayana, logró convertirse en proveedor de Bauxilum. Este acuerdo resultó poco beneficioso para la empresa nacional, que terminó volviéndose dependiente de la suiza y sus préstamos. Pronto, las ganancias y la producción de la venezolana empezaron a disminuir.
Recientemente Glencore firmó para operar cerca de Tejerías, en el estado Aragua. El Estado también tuvo que despachar a otra empresa antes de la llegada de la suiza: La minera Anglo American tuvo que agarrar sus maletas después de que el presidente Chávez negara la renovación de las licencias en el año 2012. Hasta esa fecha, el grupo británico acumulaba 12 años de operaciones en el yacimiento de níquel y 20 años en el país.
La empresa mixta, en la que Anglo American tenía una participación de 91,4%, llegó a su fin luego de que el Gobierno informara que controlaría las actividades. En un comunicado precisó que para el cierre del año 2011, las reservas de la mina se proyectaban en 4,6 millones de toneladas métricas de níquel.
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Un decreto emitido por el Ministerio de Energía y Minas, en en el segundo semestre de 2003, acabó con las aspiraciones de Guaniamo Mining Corp. de convertirse en uno de los mayores operadores de diamantes de Sudamérica. El documento, que llegó de sorpresa, anunciaba que el Gobierno se haría con el control de todas las concesiones y contratos mineros del país en adelante.
La empresa de capital americano que operaba en el municipio Cedeño, se quedó sin poder ejecutar sus proyectos diamantíferos. Con esta medida, que revocó parte de las concesiones que había ostentado la compañía por 10 años, también se anunció que el Gobierno tomaría posesión de equipos de la firma minera en los yacimientos ubicados el oeste del estado Bolívar.
Trece años después del impasse en donde la empresa fue acusada de no haber cancelado sus impuestos y de haber paralizado sus actividades, Guaniamo Mining Corp volverá a operar en suelos venezolanos y en la misma región tras la activación del Motor Minero. En la alocución trasmitida el pasado 5 de agosto se anunció que la firma americana trabajará en el área 1 del Arco Minero del Orinoco, de más de 24.700 kilómetros de extensión, donde el Gobierno asegura que existen reservas de oro, diamante y coltán.
Coloque el cursor sobre las piedras preciosas e íconos en el mapa para ver más información sobre la compañía
La controversial minera canadiense libró una batalla legal contra el Gobierno venezolano ante el Ciadi que duró cinco años. En 2009, luego de que el año anterior le fuera revocada la concesión para ejecutar el proyecto las Brisas, en el Km 88 al sur del estado Bolívar, Gold Reserve interpuso un recurso de arbitraje en tribunales internacionales, alegando que su inversión supuso un gasto cercano a los 300 millones de dólares.
El organismo emitió un fallo a favor de la minera a finales de 2014, donde estableció que el Gobierno venezolano debía pagar una indemnización de más de 700 millones de dólares. Sin embargo, en febrero de 2016, tras la larga disputa legal, fueron anunciadas las paces entre ambas partes.
La firma del «tratado de paz» fue televisado el 24 de febrero, en un acto transmitido en el Banco Central de Venezuela en donde estuvieron presentes, según el Presidente, 150 empresas de 135 países. En la conferencia, el ministro de Petróleo y Minería y presidente de Pdvsa, Eulogio del Pino, informó que Gold Reserve invertiría 5 mil millones de dólares, cifra en donde venía incluida un préstamo al Gobierno.
La tinta se volvió indeleble al día siguiente, cuando la canadiense publicó en su página web el memorando de entendimiento que la hacía con el proyecto aurífero más ambicioso de América del Sur y uno de los más importantes del mundo. El proyecto Brisas-Cristina suma en sus reservas de oro y cobre alrededor de 35 mil millones de dólares.
Coloque el cursor sobre las piedras preciosas e íconos en el mapa para ver más información sobre la compañía
Tras la firma de la segunda tanda de empresas que participarán en el arranque del Motor Minero, cuyos memorandos de entendimiento fueron presentados el pasado 5 de agosto en al país en una transmisión televisiva, Gold Reserve emitió un comunicado en donde anuncia la conformación de una empresa mixta con el Estado. El documento, publicado en su sitio web, especifica que la participación de Venezuela será de 55%, mientras que la de la canadiense de 45%.
El comunicado también precisa que el proyecto Brisas-Cristinas podrá ser desarrollado en un lapso de 40 años y que Venezuela comprará la data minera correspondiente a las tierras trabajadas, la cual está valorada en 240 millones de dólares. El país deberá cancelar en cuatro tandas todo el pago: La primera empieza el 31 de octubre de este año y la última para esa misma fecha en 2017.
Adicionalmente, también se explica que ambas partes de la empresa mixta deberán trabajar juntas para completar el financiamiento del proyecto con inversionistas, para el que es necesario un estimado en 2.100 millones de dólares. Sin embargo, apostar por el proyecto aurífero supone un gran riesgo: En el pasado, otras cinco trasnacionales han querido pero no han podido con las reservas de oro y cobre más grandes de mundo, sea porque no renovaron las concesiones o porque las condiciones no han permitido ejecutar el proyecto.
Gold Reserve, Guaniamo Mining Corp y Glencore no fueron las únicas mineras que firmaron con el Gobierno. En el acto transmitido por televisión a principios de agosto también figuró otra canadiense llamada Energold Minerals. La trasnacional firmó un memorando de entendimiento para explotar coltán en el área 1 del Arco Minero del Orinoco, cerca de la zona del Río Parguaza.
Con este acuerdo, Energold se suma a la lista de trasnacionales que se anotaron para explotar el «oro azul»: Afridiam, una minera congolesa, y CAMCE Engineering Co., una china, sellaron el trato a principios de año.
Una nacional también iniciará sus trabajos con el coltán tras la firma de los acuerdos el pasado 5 de agosto, Faoz Corp. De acuerdo con la información transmitida en el acto, la minera venezolana participó en la exploración de yacimientos de fosfato en el estado Táchira durante los años 2013 y 2014.