Los industriales y los comerciantes juntos pidieron que la actividad de las empresas privadas se extienda más allá del venidero 16 de agosto, cuando se termina esta “semana de flexibilización” en Venezuela. La propuesta es que se intensifiquen las medidas de bioseguridad contra el COVID-19, pero sin tener que paralizar por completo a la economía.
“Hay que vencer la barrera de una semana. Una semana no es suficiente para atender los costos o los gastos, ni la nómina de los trabajadores que te ayudan a levantar a las empresas. Hay industrias que no pueden prender y apagar sus procesos. Necesitamos un esquema de continuidad operativa”, argumentó Felipe Capozzolo, presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), durante una conferencia de prensa transmitida por Zoom este martes 11 de agosto.
Adán Celis, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), apuntó que apenas 18,1% de la capacidad de producción es utilizada hoy por las industrias venezolanas. Celis explicó, además, que ningún sector puede quedar excluido de la posibilidad de abrir sus puertas y mantenerse en actividad, porque de eso dependen 3.000.000 de empleos privados.
Las estadísticas manejadas por Consecomercio y Conindustria reflejan que apenas 2 de cada 10 empresas privadas del país pueden operar sin interrupciones durante esta pandemia del nuevo coronavirus.
Ambos representantes gremiales resaltaron que las otras 8 compañías que permanecen cerradas durante las semanas de “cuarentena radical” también necesitan operar y generar ingresos, para continuar tanto con el pago de los salarios a sus trabajadores como los impuestos que alimentan al fisco nacional.
Operaciones continúas con protección
La propuesta conjunta entre los industriales y los comerciantes es intensificar cuatro medidas claves contra el nuevo coronavirus que son el uso obligatorio del tapabocas, el control en el aforo en los locales y plantas industriales, el respeto a la distancia física entre las personas en un mismo espacio y la limpieza de superficies con cloro o alcohol. Consecomercio pidió esta operatividad continúa, de hecho, desde abril pasado.
“No existe relación entre trabajo y contagio”, dijo Capozzolo, en una rima que bien pudiera ser una respuesta a la frase de “Entre cuarentena y producción, no hay contradicción” que repite el gobernante Nicolás Maduro durante sus alocuciones televisivas.
Conindustria y Consecomercio detallaron que este plan de actividad económica continúa y bajo estricta supervisión de las medidas de bioseguridad contra el nuevo coronavirus se va a entregar “por canales directos” a la Vicepresidencia para el Área Económica y al Ministerio del Comercio. Los empresarios se mostraron abiertos a debatir cuál pudiera ser el esquema implementado para mantener a la economía, pero aseguraron que el llamado “7×7” de una semana es insuficiente para que el sector privado pueda mantenerse a flote.
Desde Consecomercio reconocieron, por ejemplo, que las soluciones encontradas por una parte de los dueños de locales comerciales fue cambiar de ramo y pasarse a los alimentos y los productos de higiene personal. Mientras que otra parte de los comerciantes pasó al sector informal y sobrevive gracias a las ventas hechas en redes sociales como Instagram y canales digitales como WhatsApp.
Capozzolo detalló que estas dos tendencias de sobrevivencia comercial ya agrupan a 40% de los agremiados a su cámara. Esto ocurre, en especial, con los comercios dedicados a los electrodomésticos o los equipos celulares que pasaron a la informalidad porque solo podían operar en algunos estados. Mientras que los locales ubicados en los cascos centrales de las ciudades del interior tuvieron que pasarse a la venta de verduras y frutas u otros alimentos.
Ambos empresarios también hicieron un llamado especial para que se considere al sector licorero venezolano. “El problema no está con el consumo. Ellos produjeron y donaron más de 120.000 litros de alcohol en sectores populares y ese es un sector que también necesita volver a la actividad”, sostuvo Celis.