Se podría decir que George Weah ha triunfado, tarde o temprano, en todo lo que ha querido en su vida. Se convirtió en el primer futbolista africano en recibir el premio al Balón de Oro otorgado por la revista France Football en 1995, alzó títulos nacionales en Francia, Italia e Inglaterra y este 28 de diciembre fue proclamado como nuevo presidente de Liberia luego de vencer en segunda vuelta a Joseph Boakai.
Se lee bastante rápido, pero la vida de Weah es digna de una película sobre el éxito personal. George Tawlon Manneh Oppong Ousman Weah nació el 1 de octubre de 1966 en el pobre suburbio de Clara Town en la Isla Bushrod, un territorio rodeado por las aguas del océano Atlántico en las afueras de Monrovia, capital liberiana. A los 15 años de edad, decidió jugar fútbol a diario y entrenar para poder ser fichado por algún club europeo. De inmediato, la calidad del joven baluarte sería apreciada.
En 1985 debutó a nivel nacional con Mighty Barrolle y, apenas un año después, pasó a jugar al Invincible Eleven, conjunto archirrival de su primer club. Con este nuevo equipo, Weah anotó 24 goles en 23 encuentros y se convirtió en el mayor goleador de la liga. En 1988 fue firmado por el Tonerre Yaoundé de Camerún y allí anotó 14 tantos en 18 compromisos.
Ese mismo año, el seleccionador de Camerún, Claude LeRoy, puso sus ojos sobre el potente delantero y habló con el entonces director técnico del AS Mónaco, Arséne Wenger. El estratega francés quedó impresionado con Weah y lo firmó por 12.000 libras. El 17 de agosto fue el debut del liberiano en Francia ante Auxerre y, desde ese momento, el mundo entero conocería a uno de los mejores jugadores en la historia del continente africano y quien se convertiría en apenas el cuarto jugador de África en ser incluido en la lista Fifa 100, que reúne a los jugadores más importantes del siglo XX y parte del siglo XXI.
Luego de cuatro exitosas temporadas en el AS Mónaco, Weah pasó al Paris Saint-Germain (PSG) y allí se convirtió en uno de los principales artilleros del viejo continente. El africano anotó siete goles en la Liga de Campeones de la UEFA en la temporada 94-95 y su accionar le haría acreedor del Balón de Oro en 1995, año en el que, por primera vez, el premio fue entregado a un jugador no nacido en Europa, ocasión en la que se impuso a jugadores como Jurgen Klinsmann y al finés Jari Litmanen.
Weah rompió con la exclusividad europea en el Balón de Oro
El futbolista liberiano pasó al A.C. Milán en la temporada 95-96 y allí permaneció hasta 1999, cuando fue traspasado al Chelsea. Luego de varios años, Weah puso fin a su carrera futbolística en 2003 con el Al-Jazira de Emiratos Árabes.
Vino la carrera política
Finalizada ya la demandante y exitosa vida deportiva, Weah decidió involucrarse en actividades diplomáticas y en la política de su país. El astro, reconocido como hijo ilustre de su país, trabajó con Unicef desde 1994 y, al finalizar la Segunda Guerra Civil de Liberia en 2005, decidió participar en las elecciones presidenciales. Pero, a pesar de tener amplio apoyo y de ser el candidato más popular, perdió las elecciones en segunda vuelta ante Ellen Johnson Sirleaf, quien se convirtió en la primera presidenta mujer de Liberia.
Una de las principales críticas a la candidatura de Weah era que el exfutbolista no estaba preparado para asumir la presidencia del país y que, además, tampoco había cursado estudios superiores.
Caso contrario era el de Johnson Sirleaf, quien había sido dirigente política en Liberia y se había formado en la Universidad de Harvard, en EEUU. Durante su gestión, el Gobierno impuso la obligatoriedad de contar con títulos académicos en estudios superiores como requisito para poder optar a la jefatura de Estado.
Por lo que Weah, aún con la intención de ser presidente, decidió irse a Miami y estudiar administración de empresas y criminología en la DeVry University. Prefirió no postularse en 2011, pues aseguró que “no era el momento”, pero en 2017 el nacido en el suburbio de Clara Town anunció su candidatura con el partido Congreso para el Cambio Democrático y se proclamó ganador luego de la segunda vuelta, con un amplio margen de 61.5% de los votos, frente a 38.5% que sacó su contendor Joseph Boakai.
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Se podría decir que George Weah ha triunfado, tarde o temprano, en todo lo que ha querido en su vida. Se convirtió en el primer futbolista africano en recibir el premio al Balón de Oro otorgado por la revista France Football en 1995, alzó títulos nacionales en Francia, Italia e Inglaterra y este 28 de diciembre fue proclamado como nuevo presidente de Liberia luego de vencer en segunda vuelta a Joseph Boakai.
Se lee bastante rápido, pero la vida de Weah es digna de una película sobre el éxito personal. George Tawlon Manneh Oppong Ousman Weah nació el 1 de octubre de 1966 en el pobre suburbio de Clara Town en la Isla Bushrod, un territorio rodeado por las aguas del océano Atlántico en las afueras de Monrovia, capital liberiana. A los 15 años de edad, decidió jugar fútbol a diario y entrenar para poder ser fichado por algún club europeo. De inmediato, la calidad del joven baluarte sería apreciada.
En 1985 debutó a nivel nacional con Mighty Barrolle y, apenas un año después, pasó a jugar al Invincible Eleven, conjunto archirrival de su primer club. Con este nuevo equipo, Weah anotó 24 goles en 23 encuentros y se convirtió en el mayor goleador de la liga. En 1988 fue firmado por el Tonerre Yaoundé de Camerún y allí anotó 14 tantos en 18 compromisos.
Ese mismo año, el seleccionador de Camerún, Claude LeRoy, puso sus ojos sobre el potente delantero y habló con el entonces director técnico del AS Mónaco, Arséne Wenger. El estratega francés quedó impresionado con Weah y lo firmó por 12.000 libras. El 17 de agosto fue el debut del liberiano en Francia ante Auxerre y, desde ese momento, el mundo entero conocería a uno de los mejores jugadores en la historia del continente africano y quien se convertiría en apenas el cuarto jugador de África en ser incluido en la lista Fifa 100, que reúne a los jugadores más importantes del siglo XX y parte del siglo XXI.
Luego de cuatro exitosas temporadas en el AS Mónaco, Weah pasó al Paris Saint-Germain (PSG) y allí se convirtió en uno de los principales artilleros del viejo continente. El africano anotó siete goles en la Liga de Campeones de la UEFA en la temporada 94-95 y su accionar le haría acreedor del Balón de Oro en 1995, año en el que, por primera vez, el premio fue entregado a un jugador no nacido en Europa, ocasión en la que se impuso a jugadores como Jurgen Klinsmann y al finés Jari Litmanen.
Weah rompió con la exclusividad europea en el Balón de Oro
El futbolista liberiano pasó al A.C. Milán en la temporada 95-96 y allí permaneció hasta 1999, cuando fue traspasado al Chelsea. Luego de varios años, Weah puso fin a su carrera futbolística en 2003 con el Al-Jazira de Emiratos Árabes.
Vino la carrera política
Finalizada ya la demandante y exitosa vida deportiva, Weah decidió involucrarse en actividades diplomáticas y en la política de su país. El astro, reconocido como hijo ilustre de su país, trabajó con Unicef desde 1994 y, al finalizar la Segunda Guerra Civil de Liberia en 2005, decidió participar en las elecciones presidenciales. Pero, a pesar de tener amplio apoyo y de ser el candidato más popular, perdió las elecciones en segunda vuelta ante Ellen Johnson Sirleaf, quien se convirtió en la primera presidenta mujer de Liberia.
Una de las principales críticas a la candidatura de Weah era que el exfutbolista no estaba preparado para asumir la presidencia del país y que, además, tampoco había cursado estudios superiores.
Caso contrario era el de Johnson Sirleaf, quien había sido dirigente política en Liberia y se había formado en la Universidad de Harvard, en EEUU. Durante su gestión, el Gobierno impuso la obligatoriedad de contar con títulos académicos en estudios superiores como requisito para poder optar a la jefatura de Estado.
Por lo que Weah, aún con la intención de ser presidente, decidió irse a Miami y estudiar administración de empresas y criminología en la DeVry University. Prefirió no postularse en 2011, pues aseguró que “no era el momento”, pero en 2017 el nacido en el suburbio de Clara Town anunció su candidatura con el partido Congreso para el Cambio Democrático y se proclamó ganador luego de la segunda vuelta, con un amplio margen de 61.5% de los votos, frente a 38.5% que sacó su contendor Joseph Boakai.