“La vacuna sigue protegiendo contra enfermedad aunque la posibilidad de infección se incrementará con ingreso de variante delta”, sostiene la Academia Nacional de Medicina (ANM) en su boletín número 38 de este 26 de julio, en el cual alertan que “aunque el evolucionar a través de mutaciones es parte de la naturaleza de todos los virus, el SARS-CoV-2, el agente causal del COVID-19, lo hace de una forma que puede hacer más difícil el control de la pandemia”.
Los académicos explican que las mutaciones que ocurren en los virus en algunos casos determinan cambios que afectan su comportamiento, especialmente cuando varias mutaciones se acumulan en lo que llamamos variantes virales, las cuales poco a poco van diferenciándose del virus que originalmente inició la pandemia.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado a cuatro de esas variantes virales como “variantes de preocupación, las cuales exhiben características tales como mayor transmisibilidad y posibilidad de reinfección de personas que se han recuperado de COVID-19 o que han sido vacunadas. Dichas variantes se han denominado con las letras del alfabeto griego, como alfa, beta, gamma y delta. En Venezuela circula sobre todo la variante gamma, que emergió en el norte de Brasil”.
La variante delta que emergió en la India se ha diseminado rápidamente y ya es la más frecuente en todo el mundo, habiéndose identificado recientemente en Colombia. El reto con esta variante es su alta transmisibilidad, incluso en personas que ya han recibido la vacuna contra COVID-19.
Sin embargo, estiman los doctores Enrique López-Loyo y Huníades Urbina-Medina, presidente y secretario académico de la ANM, la experiencia en países con elevadas tasas de vacunación y donde circula y predomina esta variante es que 90% o más de los ingresos actuales a hospitales y defunciones ocurren en individuos no vacunados. Es así como si bien la posibilidad de infección se incrementará con la variante delta, la vacuna sigue protegiendo contra enfermedad grave y muerte.
Por tanto, ven como un peligro el ingreso de la variante delta, y admiten que es una fuerte señal de alarma para acelerar la vacunación en Venezuela, utilizando vacunas de reconocida eficacia y seguridad, y no productos experimentales de dudosas características. Así mismo, se deben redoblar las medidas de prevención, tales como el uso de mascarillas, distanciamiento físico e higiene. Venezuela se encuentra todavía en un pico epidémico, por lo que es importante no relajar las conocidas medidas para impedir la transmisión de este virus.
La Academia Nacional de Medicina (ANM) continua a la orden de las autoridades competentes para buscar en conjunto, soluciones y aportar sus conocimientos en beneficio de la población venezolana, se lee en el boletín.