En el estado Sucre se han aplicado casi 4.000 pruebas PCR, según el gobernador
En el estado Sucre se han aplicado casi 4.000 pruebas PCR, según el gobernador Credit: Nayrobis Rodríguez

La Gobernación del estado Sucre advirtió que encarcelará a quienes no usen tapabocas mientras están en las calles, y para los que circulen en horarios no permitidos.

Estas medidas fueron anunciadas por el mandatario de la entidad, Edwin Rojas, durante la transmisión de una cadena radial y televisiva. Insistió en el estricto cumplimiento de la cuarentena decretada por la administración de Nicolás Maduro.

La ciudadanía solo tendría permitido salir a comprar alimentos y medicinas, pero sólo podrá hacerlo un ciudadano por cada grupo familiar.

A la advertencia de prisión se sumó la de decomiso de mercancía, imposición de multas y cierre de establecimientos comerciales que permanezcan abiertos y no expendan alimentos y medicinas.

Rojas solicitó a los alcaldes el cumplimiento de estas medidas en los quince municipios de la entidad.

“Estamos para preservar la vida y la salud. Es mejor estar encerrados que estar enterrados en un cementerio”, anunció.

El mandatario agregó que habría multas para padres y representantes si sus hijos circulan en las calles. Añadió que de detectarse pacientes positivos con COVID-19, las medidas se extremarían en las zonas de residencia de los casos donde haya contagios.

Bloqueo de fronteras internas

Los anuncios del mandatario se sumaron a los que entraron en vigencia desde el 16 de marzo en la entidad: funcionamiento de expendios de comida y fármacos en horario entre las 8:00 am y  4:00 pm y cierre de fronteras con estados Monagas, Nueva Esparta y Anzoátegui.

Además, por órdenes de la Gobernación de Sucre, están cerrada la vía marítima con Trinidad y Tobago y las fronteras entre los municipios.

En ciudades como Cumaná y Carúpano se instalaron alcabalas en calles y avenidas, con policías y Guardia Nacional para cerrar el paso vehicular y obligar a conductores a regresar a sus hogares.

A comprar alimentos

Sin embargo, pese a las restricciones de circulación por parte de la Gobernación de Sucre, en las calles de Cumaná se observan personas que, desde primeras horas de la mañana salen a intentar comprar alimentos.

“No puedo quedarme encerrada sin comida, tengo que salir a ver qué consigo para comer”, dijo Rosa María de García, una jubilada que hacía cola frente a una carnicería de la avenida Gran Mariscal. Así como ella, cientos de ciudadanos salen al centro de la ciudad  para buscar alimentos.

Carlos Aguirre, un profesor de contaduría de la Universidad de Oriente (UDO), explicó que la disparidad de precios en las zonas de la capital sucrense hace que los ciudadanos se ven obligados a peregrinar en busca de comida.

“Es imposible mantenernos encerrados, con la incertidumbre de no saber qué comer y que el dinero no alcance”.

Sin gasolina

Las medidas gubernamentales incluyeron la restricción de la venta de gasolina, salvo a quienes laboren en sectores priorizados: organismos de seguridad y sector salud; siempre que presenten salvoconductos o carnets certificados.

En Cumaná, una sola estación de servicio ubicada en la avenida Universidad, expende combustible.

Desde allí surten a los funcionarios de seguridad (Cicpc, Faes Conas, PNB) bajo estrictas órdenes del jefe de la Zona Oriental del Defensa Integral, G/D Julio Barrios Torres.

Según Nora Calzadilla, una bioanalista del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá, el maltrato de funcionarios de la Guardia Nacional hacia el personal de salud incluye hacer que hagan colas por horas para después negarles el suministro.

“Ni que mostremos un carnet nos expenden gasolina”, contó.

Calzadilla hizo colas de unas diez horas por tres días consecutivos. Al tercer día logró surtir medio tanque. “Ese día tuvimos que reclamar y confrontar a los guardias, para que nos pudieran echar gasolina”, afirmó.

Aunque no hay certeza de obtener combustible, los ciudadanos hacen colas en estaciones de servicio.

“Mi mamá tiene 73 años y tengo que llevarla a la unidad de oncología del hospital porque es paciente de allí ¿cómo hago? Sin gasolina y con taxistas cobrándome en dólares”, dijo Belkis Arroyo, una comerciante que hacía cola por combustible en una estación de servicio en la parroquia Altagracia de Cumaná.

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