El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, encabezó este domingo (18.04.2021) las ceremonias en memoria de las 80.000 personas que han muerto desde el inicio de la pandemia del coronavirus en el país europeo.
El político socialdemócrata hizo un llamado a la compasión y el respeto por el otro, señalando que mostrar empatía por los más afectados es una «luz en medio de la oscuridad».
A juicio de Steinmeier, es importante entender que la vida en sociedad tiene reglas, como que «cuando las cosas se ponen más difíciles, dependemos de los demás, y los demás de nosotros».
La jornada se abrió con un oficio en la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm -cuya torre truncada recuerda la destrucción de la Segunda Guerra Mundial-, al que asistió también la canciller Angela Merkel y el presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble, y siguió con un acto solemne en el auditorio de la Konzerthaus.
La idea era recordar a las víctimas, y también consolar a quienes no pudieron siquiera despedirse de sus seres queridos, obligados al aislamiento por la pandemia.
«Juntemos fuerzas en el camino hacia delante, en este camino hacia el final de la pandemia que queremos recorrer juntos», dijo Steinmeier, que fue el principal orador. También hicieron uso de la palabra cinco familiares de fallecidos.
Steinmeier tuvo palabras también para aquellos que, aunque no mueren por COVID-19, sí deben vivir sus últimos días en la soledad forzada por el encierro y el confinamiento.
«Hemos debido restringir nuestra vida para salvar otras vidas. Es un conflicto para el que no hay una salida coherente», sostuvo. Asimismo, mencionó a jóvenes y niños, que han debido limitar sus actividades en pos de un bien superior.
Las ceremonias se llevaron a cabo con un número muy limitado de asistentes, debido a las restricciones sanitarias, y en ellas intervinieron líderes religiosos, que llamaron a acompañar a los deudos y respetar normas que han sido impuestas por el bien de todos.
El presidente de Caritas, Peter Nehem, instó a no mirar solo la tragedia alemana, recordando que en todo el mundo han muerto más de tres millones de personas a causa o como consecuencia del COVID-19.
En todo el país, los ciudadanos fueron invitados a encender velas en sus ventanas en recuerdo de quienes ya partieron.
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El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, encabezó este domingo (18.04.2021) las ceremonias en memoria de las 80.000 personas que han muerto desde el inicio de la pandemia del coronavirus en el país europeo.
El político socialdemócrata hizo un llamado a la compasión y el respeto por el otro, señalando que mostrar empatía por los más afectados es una «luz en medio de la oscuridad».
A juicio de Steinmeier, es importante entender que la vida en sociedad tiene reglas, como que «cuando las cosas se ponen más difíciles, dependemos de los demás, y los demás de nosotros».
La jornada se abrió con un oficio en la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm -cuya torre truncada recuerda la destrucción de la Segunda Guerra Mundial-, al que asistió también la canciller Angela Merkel y el presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble, y siguió con un acto solemne en el auditorio de la Konzerthaus.
La idea era recordar a las víctimas, y también consolar a quienes no pudieron siquiera despedirse de sus seres queridos, obligados al aislamiento por la pandemia.
«Juntemos fuerzas en el camino hacia delante, en este camino hacia el final de la pandemia que queremos recorrer juntos», dijo Steinmeier, que fue el principal orador. También hicieron uso de la palabra cinco familiares de fallecidos.
Steinmeier tuvo palabras también para aquellos que, aunque no mueren por COVID-19, sí deben vivir sus últimos días en la soledad forzada por el encierro y el confinamiento.
«Hemos debido restringir nuestra vida para salvar otras vidas. Es un conflicto para el que no hay una salida coherente», sostuvo. Asimismo, mencionó a jóvenes y niños, que han debido limitar sus actividades en pos de un bien superior.
Las ceremonias se llevaron a cabo con un número muy limitado de asistentes, debido a las restricciones sanitarias, y en ellas intervinieron líderes religiosos, que llamaron a acompañar a los deudos y respetar normas que han sido impuestas por el bien de todos.
El presidente de Caritas, Peter Nehem, instó a no mirar solo la tragedia alemana, recordando que en todo el mundo han muerto más de tres millones de personas a causa o como consecuencia del COVID-19.
En todo el país, los ciudadanos fueron invitados a encender velas en sus ventanas en recuerdo de quienes ya partieron.