Desde mediados de marzo, varios incendios han afectado las plantaciones del bosque de Uverito, propiedad de Maderas del Orinoco, entre los estados Monagas y Anzoátegui.

La empresa informó que controlaron las llamas, pero aún se desconoce el total de hectáreas arrasadas por el fuego.

Sin embargo, no es la primera vez que un incendio de esta magnitud ocurre en estas plantaciones de Pino Caribe: hace un año atrás, en 2023, se reportó un incendio que duró más de 20 días.

🌲¿Qué hay en el bosque de Uverito?

Uverito nació como un proyecto de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y el Ministerio de Agricultura y Cría en 1961, en conjunto con el ingeniero forestal José Joaquín Cabrera-Malo, para la siembra de Pino Caribe con fines industriales, además, en una zona desértica.

Según reportes en medios de comunicación, el bosque llegó a tener 600 mil hectáreas que han ido disminuyendo: en 2018, por ejemplo, el fuego consumió cerca de 50 mil hectáreas; y, en 2019, se quemaron 200 mil.

José Rafael Lozada, ingeniero forestal y profesor de la Universidad de los Andes (ULA), explica a Efecto Cocuyo que, en esa zona, siempre han ocurrido incendios porque el pino Caribe desprende muchas acículas, término de la botánica referente a las hojas en forma de aguja alargada como las del pino Caribe.

“En el suelo se acumulan muchas toneladas por hectárea de ese manto de acículas. Tarda mucho en descomponerse, es seco, en ocasiones hay un colchón de acículas hasta de 10 centímetros de espesor y es un combustible muy eficiente ante condiciones meteorológicas particulares en zonas como las de Uverito”, detalla Lozada.

El profesor rememora que, para el año 2010 y 2015, el pino Caribe abastecía el 75 % del mercado de la madera para construcción en Venezuela, cifra que ha ido en declive por la paralización de esa industria.

🚒 No hay equipos suficientes ni capacidad de respuesta en sequía

Aunque los riesgos de las acículas que produce el pino Caribe fueron informados a las empresas Maderas del Orinoco y Masisa (en el bosque de Uverito), según Lozada, los sistemas de prevención y control de incendios siguieron en declive: actualmente, tampoco se cuenta con los aviones que ayudan a controlar los incendios forestales, una situación denunciada desde hace un año por extrabajadores, quienes aseguran que “les quitaron 600 bomberos forestales”.

“Se han reducido drásticamente los recursos que tenían que haberse destinado a la prevención y combate de incendios. Si un incendio es de origen antrópico (o intencional), como la mayoría de incendios forestales que pueden tener una causa humana, no hay plan de prevención ni plan de combate que valga, menos en un periodo crítico”, dice Lozada, quien monitorea los incendios a través de imágenes satelitales.

“No tenemos una cifra exacta (y oficial) en este momento de cuánta es la superficie quemada, pero desde el 14 hasta el 24 de marzo, estimé unas 36 mil hectáreas afectadas. Es, tal vez, uno de los incendios más devastadores”, agrega el ingeniero forestal.

En una nota de prensa, Maderas del Orinoco informó que los incendios de la semana pasada fueron controlados por su equipo de Protección Forestal, apoyados por otras instituciones públicas y empresas privadas, y que “siguen desplegados en la zona para vigilar que no ocurra un reinicio del fuego dado que las condiciones climáticas adversas se mantienen”.

El 24 de marzo, días después del inicio del incendio, el viceministro para la Gestión de Riesgo y Protección Civil, Carlos Pérez Ampueda, decretó un “estado de mitigación” y el gobernador de Monagas, Ernesto Luna, dijo que unas 315 familias de zonas aledañas a Uverito fueron ubicadas en refugios preventivos.

Solo el humo de los incendios, además de contaminar el aire, puede afectar la salud de las personas. Desde un punto de vista global, están asociados con cambios en la composición química de la atmósfera y/o el clima del planeta.

Es común que entre enero y marzo, por escasas lluvias, haya una gran cantidad de focos de calor en el país. Pero este 2024, Venezuela ha superado a varios países de Suramérica con cifras récord desde que comenzaron los registros en 2001.

Durante enero de este año, el Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la Universidad Central de Venezuela (Hidromet-UCV) registró 9.554 focos de calor, un total que suele alcanzarse para el mes de marzo.

🔥Incendios más voraces por el cambio climático

En los últimos 20 años, el cambio climático está identificado como otra de las causas por las que los incendios son más intensos y voraces.

“Es una razón que no hay que despreciar. El cambio climático es cada vez más intenso, más drástico. Si, por ejemplo, en Uverito van más de 80 días sin llover y le sumamos una ráfaga de viento de unos 10 o 15 kilómetros por hora, al haber un fuego ocurre un desastre como el que estamos viendo. Y creo que (en Venezuela) no estamos preparándonos adecuadamente para enfrentarlo”.

Venezuela es el único país de Suramérica que no tiene un plan de mitigación y adaptación al cambio climático, aunque expertos ya han advertido sus impactos, entre ellos, más calor y sequías.

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