El objetivo es ambicioso y el equipo numeroso. Más de 60 investigadores venezolanos en distintos campos de la ciencia están al frente del “Segundo Reporte Académico del Cambio Climático”, cuya meta es condensar en un solo documento los impactos del fenómeno en el país.
La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) está al frente del trabajo de los 48 autores líderes y otros 13 investigadores contribuyentes que ahora trabajan en una revisión exhaustiva sobre los datos, los modelos y los estudios científicos disponibles sobre el cambio climático en Venezuela.
Un avance de los hallazgos de los científicos se presentaron en el Auditorio “Nohemí Irausquín” de la Ucab | Foto: Manuel Sardá
Los investigadores examinan las investigaciones disponibles sobre cambios en la temperatura y las precipitaciones en el país, al igual que las vulnerabilidades para la economía, la agricultura y hasta la salud.
Aunque uno de los objetivos más importantes es la construcción actualizada del Inventario de Gases de Efecto Invernadero, que permitirá conocer a profundidad cuáles son las fuentes más contaminantes en Venezuela y dictará una ruta para empezar una transición a energías más limpias.
“Si Venezuela no cuenta con el Inventario de Gases de Efecto Invernadero, no sabe cuánto emite y, por tanto, no se pueden definir medidas de mitigación adecuadas” afirmó Alicia Villamizar, coordinadora del proyecto de Acfiman, durante la presentación en el Auditorio “Nohemí Irausquín” de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) de un avance de los primeros hallazgos de este reporte.
Villamizar explicó que crear un plan nacional de actuación sobre cambio climático sin contar con el Inventario de Gases de Efecto Invernadero es como que una persona se vaya a operar, sin practicarse un examen de sangre previo.
La Acfiman empezó a investigar sobre el cambio climático en Venezuela desde el año 2013, pero ahora su búsqueda es que los datos científicos puedan guiar la redacción de leyes como la Gestión contra el Cambio Climático y Energías Renovables y Alternativas que se discuten en la actualidad en la Asamblea Nacional. Eso sin hablar del trabajo de la Comisión Presidencial de Cambio Climático que acaba de cumplir su primer año.
“Debemos insistir al Ejecutivo Nacional que debe involucrar a los expertos en este tema. Tenemos en Venezuela las personas con capacidad para hacerlo y es importante que se haga” aseguró el físico Ismardo Bonalde, quien es el presidente de Acfiman, en el evento de la Ucab.
Bonalde recordó que la colaboración entre los virólogos, los infectólogos y las autoridades de los ministerios fue clave para que Venezuela no resultara tan golpeada por la pandemia del COVID-19 durante su primer fase en el año 2020. Para el presidente de Acfiman esta alianza entre la ciencia y el personal gubernamental es fundamental para que Venezuela pueda disminuir sus vulnerabilidades frente a los impactos del cambio climático.
El investigador Isaías Lescher, coordinador del capítulo sobre los impactos socioeconómicos, puso como ejemplo que 200.000 venezolanos pueden ser empujados a la pobreza extrema para 2030, a causa de los daños producidos por el aumento de la temperatura y una alteración en la frecuencia de las precipitaciones.
Catatumbo (Zulia) y Acevedo (Miranda), que son los dos municipios agrícolas más pobres del país, pueden sufrir las consecuencias más graves con el cambio climático, debido a la sequía proyectada para los próximos años.
Los impactos del cambio climático en Venezuela son tan amplios que el cálculo es que 10% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional se perderá hasta 2030. Las causas de esta vulnerabilidad económica son complejas, pero vienen de la mano con una menor productividad en los cultivos como el arroz y el maíz en el país y la pérdida del ganado vacuno por las sequías o las inundaciones en las zonas pecuarias.
El problema más grave sigue siendo cómo repensar la economía venezolana sin depender del petróleo en un planeta que quiere disminuir el uso de los combustibles fósiles.
“Somos un país pequeño sin gran desarrollo industrial, así que nuestra contribución a los Gases de Efecto Invernadero y el daño a la naturaleza no es altamente significativa. Sin embargo, eso no significa que no debamos ser responsables. Debemos saber en qué comprometernos y cómo hacerlo y en qué no, sin dañar la economía nacional” dijo Bonalde.
Otro avance del “Segundo Reporte Académico del Cambio Climático” con más datos sobre los impactos está programado para presentarse en el primer trimestre de 2023, mientras que el volumen completo se publicará para 2024. El trabajo científico tiene una agenda estricta, pero de lo que se sabe poco es cómo avanzan las iniciativas gubernamentales para promover un mayor uso de las energías solares y eólica o cómo se planea detener la deforestación en Venezuela.
Foto principal: Ministerio del Ecosocialismo
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El objetivo es ambicioso y el equipo numeroso. Más de 60 investigadores venezolanos en distintos campos de la ciencia están al frente del “Segundo Reporte Académico del Cambio Climático”, cuya meta es condensar en un solo documento los impactos del fenómeno en el país.
La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) está al frente del trabajo de los 48 autores líderes y otros 13 investigadores contribuyentes que ahora trabajan en una revisión exhaustiva sobre los datos, los modelos y los estudios científicos disponibles sobre el cambio climático en Venezuela.
Un avance de los hallazgos de los científicos se presentaron en el Auditorio “Nohemí Irausquín” de la Ucab | Foto: Manuel Sardá
Los investigadores examinan las investigaciones disponibles sobre cambios en la temperatura y las precipitaciones en el país, al igual que las vulnerabilidades para la economía, la agricultura y hasta la salud.
Aunque uno de los objetivos más importantes es la construcción actualizada del Inventario de Gases de Efecto Invernadero, que permitirá conocer a profundidad cuáles son las fuentes más contaminantes en Venezuela y dictará una ruta para empezar una transición a energías más limpias.
“Si Venezuela no cuenta con el Inventario de Gases de Efecto Invernadero, no sabe cuánto emite y, por tanto, no se pueden definir medidas de mitigación adecuadas” afirmó Alicia Villamizar, coordinadora del proyecto de Acfiman, durante la presentación en el Auditorio “Nohemí Irausquín” de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) de un avance de los primeros hallazgos de este reporte.
Villamizar explicó que crear un plan nacional de actuación sobre cambio climático sin contar con el Inventario de Gases de Efecto Invernadero es como que una persona se vaya a operar, sin practicarse un examen de sangre previo.
La Acfiman empezó a investigar sobre el cambio climático en Venezuela desde el año 2013, pero ahora su búsqueda es que los datos científicos puedan guiar la redacción de leyes como la Gestión contra el Cambio Climático y Energías Renovables y Alternativas que se discuten en la actualidad en la Asamblea Nacional. Eso sin hablar del trabajo de la Comisión Presidencial de Cambio Climático que acaba de cumplir su primer año.
“Debemos insistir al Ejecutivo Nacional que debe involucrar a los expertos en este tema. Tenemos en Venezuela las personas con capacidad para hacerlo y es importante que se haga” aseguró el físico Ismardo Bonalde, quien es el presidente de Acfiman, en el evento de la Ucab.
Bonalde recordó que la colaboración entre los virólogos, los infectólogos y las autoridades de los ministerios fue clave para que Venezuela no resultara tan golpeada por la pandemia del COVID-19 durante su primer fase en el año 2020. Para el presidente de Acfiman esta alianza entre la ciencia y el personal gubernamental es fundamental para que Venezuela pueda disminuir sus vulnerabilidades frente a los impactos del cambio climático.
El investigador Isaías Lescher, coordinador del capítulo sobre los impactos socioeconómicos, puso como ejemplo que 200.000 venezolanos pueden ser empujados a la pobreza extrema para 2030, a causa de los daños producidos por el aumento de la temperatura y una alteración en la frecuencia de las precipitaciones.
Catatumbo (Zulia) y Acevedo (Miranda), que son los dos municipios agrícolas más pobres del país, pueden sufrir las consecuencias más graves con el cambio climático, debido a la sequía proyectada para los próximos años.
Los impactos del cambio climático en Venezuela son tan amplios que el cálculo es que 10% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional se perderá hasta 2030. Las causas de esta vulnerabilidad económica son complejas, pero vienen de la mano con una menor productividad en los cultivos como el arroz y el maíz en el país y la pérdida del ganado vacuno por las sequías o las inundaciones en las zonas pecuarias.
El problema más grave sigue siendo cómo repensar la economía venezolana sin depender del petróleo en un planeta que quiere disminuir el uso de los combustibles fósiles.
“Somos un país pequeño sin gran desarrollo industrial, así que nuestra contribución a los Gases de Efecto Invernadero y el daño a la naturaleza no es altamente significativa. Sin embargo, eso no significa que no debamos ser responsables. Debemos saber en qué comprometernos y cómo hacerlo y en qué no, sin dañar la economía nacional” dijo Bonalde.
Otro avance del “Segundo Reporte Académico del Cambio Climático” con más datos sobre los impactos está programado para presentarse en el primer trimestre de 2023, mientras que el volumen completo se publicará para 2024. El trabajo científico tiene una agenda estricta, pero de lo que se sabe poco es cómo avanzan las iniciativas gubernamentales para promover un mayor uso de las energías solares y eólica o cómo se planea detener la deforestación en Venezuela.
Foto principal: Ministerio del Ecosocialismo