Internacionalistas sacan en claro que Venezuela es un punto importante dentro de la agenda de política exterior de Estados Unidos. Esta certeza se las da el hecho de que el presidente estadounidense, Donald Trump, se haya referido a ella en su discurso en la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas así como que busque la colaboración de mandatarios de América Latina, con quienes cenó el lunes 18 de septiembre, para buscar soluciones a la crisis que aqueja a la nación.

Carlos Luna observó en el discurso de Trump que no cambia la visión de su país. “Mantiene firme su política exterior con respecto de Venezuela y de América Latina. Es una política exterior que tuvo un giro en relación con la de Barack Obama que tenía la visión del liderazgo benevolente y simpático y sin asumir riesgos. Estados Unidos vuelve a su visión protagónica. Toma las banderas de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, ambos problemas presentes en Venezuela, así como toma partido en la defensa de la democracia. Por eso no se puede quedar de brazos cruzados ante un Estado fallido y forajido”.

Destacó que Trump busca la cooperación de Brasil y Colombia, entre otros,  por la seguridad internacional. “Esas naciones son receptoras, por ejemplo, de los refugiados venezolanos y está acrecentando la presión internacional para generar una salida a la crisis venezolana”.

Para Elsa Cardozo, lo que dijo Trump en la ONU es semejante a los planteamientos que realizó con los presidentes de Colombia, Brasil, Panamá y Perú así como con la vicepresidenta de Argentina. “Lo que luce más interesante es que su discurso va inserto en los grandes temas para Estados Unidos y es más interesante aún que está conciliando la tesis de América primero con el llamado a la cooperación de una actuación internacional”.

La internacionalista opina que el hecho de haber mencionado a Cuba y a Venezuela en su discurso demuestra la importancia que tiene Venezuela en la agenda de Estados Unidos. “Otra cosa interesante es que habla de la disposición de tomar medidas. Además, felizmente lo hace desde la necesidad de cooperar en seguridad internacional”.

A  su parecer, es positivo la idea de concertar acciones con los países latinoamericanos, porque de manera aisladas serían contraproducentes que esas iniciativas fueran escalando sin medir los efectos. “Están planteados escarceos que pueden terminar en negociaciones”.

Cardozo agregó que es una buena señal conversar con las naciones suramericanas para la armonización regional de posiciones.

Sin embargo, considera que aunque estas acciones de Estados Unidos no son suficientes, pero sí necesarias para tratar de solucionar la crisis que vive Venezuela. “Son necesarias porque se ha ido materializando notablemente un movimiento internacional para presionar al Gobierno de Venezuela. Las sanciones, que van desde no poder refinanciar la deuda así como individuales y la posibilidad de que Europa dicte también sanciones, son necesarias, pero no suficientes. Lo suficiente es la concertación de fuerzas opositoras y que trabajen con todos los recursos que tienen para restituir la Constitución y la democracia en el país. Es un desafío gigantesco”, comentó.

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