El 11 de mayo el gobierno de Estados Unidos puso fin al Título 42, la medida que les permitía expulsar de forma exprés a migrantes que intentaban llegar a ese país desde la frontera sur, es decir, por México.
Aunque la cifra de personas que lograron llegar antes de la eliminación de la medida se incrementó, el descenso fue drástico en las siguientes semanas. De un promedio diario de 25.000 personas que pasaban de México a Estados Unidos, esos números estuvieron después en 2.500 migrantes.
Sin embargo, el director de la Casa del Migrante en Juárez, el sacerdote Francisco Javier Bueno, dijo que no debe hablarse de crisis sino de una realidad migratoria entre los dos países en declaraciones a la agencia española Efe.
“Se sigue hablando de una crisis migratoria, pero como ciudad ya tenemos que hablar de que es una realidad migratoria la que estamos viviendo. Porque ya no es tanto una cuestión de que en dos meses va a bajar, en tres años va a bajar, sino que ya es una cuestión de que ya se va a quedar con nosotros esta situación de la migración», opinó el padre.
Venezolanos siguen llegando a EEUU
Efe recogió testimonios de migrantes, entre ellos venezolanos, que entre enero y mayo de este 2023 fue la nacionalidad con más cruces por el Darién, la peligrosa selva que divide a Colombia y Panamá.
Según las autoridades de este último país, un total de 81.618 venezolanos tomaron este peligroso camino con la intención de llegar a Estados Unidos.
Una de quienes lo hizo fue Yubisay Pérez, quien narró a Efe como parte de su familia cruzó hacia Estados Unidos.
“Vengo acá a los Estados Unidos, yo tengo allá un hijo que se vino hace 7 meses, por lo mismo se vino, por los problemas que hay allá. Él me dijo: papi, véngase para acá, yo le ayudo con el pasaje y también tiene que venir pidiendo, y trabajando porque es muy costoso”, narró Pérez, quien trajo desde Caracas a sus hijos Derek y Oriana, de 8 y 3 años.
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Aumenta presencia de migrantes en Juárez
Bueno reconoce que el incremento de personas volvió a darse desde mediados de junio, cuando se duplicó de los 2.500 a unas 5 mil personas en movilidad que llegan a Juárez para cruzar en búsqueda del sueño americano.
No importó la muerte en un incendio dentro de albergue de esa ciudad de 40 migrantes, entre ellos siete venezolanos, el pasado mes de marzo.
En ese momento un grupo de ONG que defienden derechos de personas migrantes condenaron cómo México y Estados Unidos trataban a quienes buscan una mejor calidad de vida.
«Estos hechos solo demuestran que no se trata de casos aislados, sino que responden a un engranaje que se basa en la violación sistemática de los derechos humanos de las personas migrantes«, dijeron el viernes 31 de marzo al recordar un caso similar que se produjo en la estación migratoria de Tenosique, Tabasco, y que cobró la vida de un migrante, el 31 de marzo de 2020.
“Ahorita se estima que rebasamos los 5.000 migrantes, estamos hablando otra vez de un número bastante grande», comentó el párroco del refugio en Juárez.
Dijo que los comedores donde las asociaciones humanitarias atienden a los migrantes están recibiendo a personas retornadas de Estados Unidos, pero se desconoce a cuántos han deportado.
Con información de Efe