No hubo rumor que hiciera sospechar a los vecinos. En la urbanización Araguaney del kilómetro 16 de El Junquito, en el Distrito Capital, la noticia de que Óscar Pérez se refugiaba en una de las viviendas del lugar llegó después de los tiros y detonaciones el 15 de enero.
Sin embargo, la entrada y salida de patrullas policiales sí llamó la atención a algunos de los habitantes. “Desde hace dos semanas varias motos de la Faes (Fuerza de Acciones Especiales, unidad de la Policía Nacional Bolivariana) circulaban por el sector. También carros del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional). Me parecía raro, porque aquí no hay delincuencia fuerte. Sí hay incidentes tipo hurtos, pero nada mayor”, indicó una de las mujeres que este martes ofreció su testimonio a Efecto Cocuyo bajo petición de no revelar su identidad.
En la urbanización Araguaney hay 600 propietarios y todos se comunican a través de un grupo de Whatsapp. Los residentes aseguran que más de 100 años tiene la comunidad, la cual se fue expandiendo poco a poco hasta crear un sector llamado El Cujicito. Los más antiguos conocen a la mayoría de los residentes.
“El día anterior (domingo 14 de enero) vi que varias patrullas de la Faes entraron y salieron de la urbanización. Ese día vi un tránsito mayor de esas camionetas”, agregó la vecina.
En la madrugada del lunes 15 de enero, nadie escuchó el ruido de las ruedas contra el asfalto y tampoco los tubos de escape. Si normalmente a las 11:00 am apenas se oye el paso de un carro o los sonidos de la fauna autóctona, cuando el sol ni siquiera ha salido pocas cosas pueden interrumpir el silencio. Pero lo primero que los residentes percibieron a distancia fueron las ráfagas de balas que parecían fuegos artificiales.
“No entendía qué pasaba. Eso no es normal aquí. Fue luego que salí y mi tía me dijo que por el chat vecinal decían que era un enfrentamiento de la PNB. Pero no supimos por qué o contra quiénes”, manifestó un joven que también pidió su anonimato.
A las 7:00 am, la confirmación de la vigilancia llegó a quienes los llamaron. Entraron más patrullas, mandaron a resguardarse a los vecinos más cercanos del chalet donde encontraron a Óscar Pérez, el exfuncionario del Cicpc estrella que pasó a ser el terrorista más buscado por sus colegas.
De acuerdo con un especialista en operaciones tácticas, retirado de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), este comportamiento podría señalar que los primeros agentes de la Faes ingresaron al sector un día antes, para evitar alertar en la madrugada al grupo de Pérez.
Cree que el reporte del tránsito de Sebin y PNB por la zona pudiera estar relacionado con las acciones de investigación que a partir del 4 de enero de este año se comenzaron a registrar. Dijo que unos días antes fue detenida una persona en Los Dos Caminos por agentes de la Dirección Contra Inteligencia Militar (Dgcim), uno de los cuatro cuerpos que participaron en el operativo que terminó con la muerte de siete “rebeldes”.
Los alrededores de la carretera nueva de El Junquito amanecieron militarizados ese lunes. Seis horas después se informó en un comunicado oficial que se trataba que era un operativo para “desmantelar un grupo terrorista” y finalmente este martes 16 de enero, las autoridades del Ministerio de Relaciones Interiores Justicia y Paz (MIJ) despejaron las dudas: Óscar Pérez estaba escondido en el sector El Cujicito con 11 personas más y tras el asedio de los cuerpos de seguridad, siete integrantes de su equipo fueron “abatidos, incluyéndolo.
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