Una fotografía se viralizó durante el mes pasado. En ella, 19 hombres fuertemente armados posaron ante una cámara con fusiles y vestimenta que parecía imitar a la indumentaria militar, muy similar al modo de operar de las insurgencias criminales de México.
Los delincuentes mostraron fusiles de alto calibre como rifiles AR 15 y AK-103, pero también llamó la atención la uniformidad con la que estaban: pantalones, botas, bolsos y camisas como las de un grupo élite castrense.
El grupo hamponil que protagonizó la fotografía fue el llamado Tren del Llano, una célula del Tren de Aragua, que opera en Altagracia de Orituco, una población ubicada en el estado Guárico, pero que también tenía integrantes en el estado Sucre.
La inteligencia policial maneja que la fotografía pudo haber sido tomada en las montañas de Altagracia de Orituco, adyacentes al Balneario Guanapito.
Insurgencias criminales
Andrei Serbin Pont, analista internacional especializado en inteligencia geopolítica con enfoque en política exterior, defensa, seguridad, y derechos humanos y director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (Cries), señaló en una entrevista con Efecto Cocuyo que los grupos criminales en Venezuela cada vez se asemejan a las insurgencias criminales de México.
Se trata de grupos en confrontación con el Estado que resulta cuando la relación entre el crimen organizado y un gobierno cae en desequilibrio.
Un artículo publicado por la revista digital Small Wars Journal señala que las insurgencias criminales difieren de las terroristas convencionales debido a que el único motivo político que tienen los criminales es ganar terreno y control sobre el territorio.
“Hay una evolución que estamos viendo en los grupos criminales en Venezuela, que cada vez se asemejan más a las insurgencias criminales, un término que se ha desarrollado para describir el fenómeno en México. Son grupos criminales que comienzan a disputarle al Estado control territorial y funciones básicas del Estado y por ende entran en esa categoría”, explica.
Buscan poder territorial
Para el analista esto puede ser un ejemplo o un indicio de que ese tipo de grupo está tratando de modernizarse, establecer uso de las capacidades y empiezan a demostrar la capacidad para controlar territorios.
Añade que probablemente el armamento que mostraron en la fotografía del Tren del Llano se comercializó en el mercado civil norteamericano, pero también se observa armamento que posiblemente pudieron extraer de la Fanb.
Luis Izquiel, criminólogo, profesor de la Universidad Central de Venezuela, y experto en temas de seguridad, explica a Efecto Cocuyo que en varios grupos delictivos del país buscan imitar a los grupos delictivos mexicanos.
“He visto esa tendencia de mexicanización de grupos delictivos que tratan de uniformarse y de tener característica de un grupo paramilitar, al igual que algunos carteles mexicanos como el Jalisco Nueva Generación, principalmente”.
Asegura que grupos como los antiguos Zetas, en su momento también eran una estructura militarizada y con uniformes.
Esta imitación de la indumentaria militar también la ponen en práctica grupos delictivos que operan en el estado Zulia, como es el caso de la banda de Yeico Masacre.
“Todavía eso de paramilitarizar las bandas criminales está incipiente. No es una consolidación como la que existe en México, pero sí existe el peligro de que si siguen avanzando puedan fortalecerse más esos grupos y actuar cada vez más como grupos paramilitares, imitando lo que hacen los carteles mexicanos o los brazos armados de los carteles mexicanos”, dice.
Mensaje de fuerza
En noviembre de 2021, la megabanda Tren del Llano perdió a uno de sus líderes en el estado Sucre. La policía mató a Gilberto Malony, alías El Malony, y a varios integrantes de la banda en un operativo mixto.
Izquiel señala que claramente con la fotografía difundida por los delincuentes están enviando un mensaje de fuerza y que aún, con la pérdida de uno de sus líderes, son una organización criminal con un poderío de fuego importante.
“Hubo la sensación de que esa banda se debilitaba, pero este tipo de fotografías y videos que han mandado con anterioridad envían el mensaje de que siguen siendo fuertes y ellos necesitan eso por varias razones, una de ellas decirle a las personas que ellos controlan socialmente y criminalmente, que siguen siendo una banda muy peligrosa y con mucho poder».
El experto añade que «eso va dirigido a las personas que ellos extorsionan, a las personas contra las cuales cometen delitos y tienen sometidas y a su vez también es un mensaje hacia rivales delictivos que crean que pueden decir: vamos a disputar el territorio de esa megabanda criminal”.
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Armamento militar pesado
El criminólogo sostiene que es de gran preocupación que desde hace algún tiempo existen en el país muchos grupos criminales armados que poseen armamento militar, como granadas, fusiles y ametralladoras.
“Mucha gente desconoce el origen de ese armamento militar, cómo llegaron esas armas tan poderosas a una organización delictiva. Eso ocurre por ejemplo con los sindicatos mineros, ocurre con el Tren del Llano, Tren de Aragua, ocurrió anteriormente con la banda de El Koki, con la banda de El Conejo y con otras mega bandas criminales o expresiones del crimen organizado en Venezuela”, asegura.
Para Izquiel este armamento posiblemente proviene de la corrupción militar y policial. Las armas también pueden ser ingresadas por la frontera terrestre o por los puertos y aeropuertos del país. “La tercera opción es que esas sean armas que ya tenían tiempo en Venezuela y que adquieren en el mercado negro”, añade.
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Paramilitarización
El profesor de la UCV descarta que este grupo criminal tenga intención de pasar a ser grupo guerrillero, aunque sí tratan de mostrar fortaleza, organización y poder de fuego.
“Estas megabandas venezolanas le falta el componente ideológico, aunque sea discursivo, pero le falta. La guerrilla colombiana supuestamente tiene unas intenciones ideológicas, unas intenciones de tomar el poder para transformar la sociedad colombiana. Estas megabandas como la del Yeico Masacre, El Tren de Aragua, Tren del Llano, no tienen ideologías políticas y simplemente lo que están buscando son ganancias a través de la comisión de delitos”, dice.
Izquiel indica que hay una diferencia que limita a estos grupos para convertise en guerrillas, pero pueden tener una fuerza importante y causar daño a la sociedad aún cuando no sean propiamente grupos guerrilleros.
Otra de las diferencias que hay entre las megabandas y las guerrillas colombianas es la relación de esta organización criminal con el narcotráfico a gran escala. Explica que esa vinculación con el tráfico de drogas les permite tener recursos económicos que hasta el momento bandas como el Tren de Llano no poseen.