Este 2021 el planeta ha experimentado históricas olas de calor en diversos países, pero también un frío extremo y lluvias intensas en otras zonas. Pero si la Tierra se está calentando, ¿por qué hace frío?

La respuesta tiene que ver con el mismo cambio climático, producido por el calentamiento global, que a su vez ha intensificado el ciclo del agua a medida que el planeta sigue calentándose.

Y también tiene que ver con el significado de clima y tiempo, que no son lo mismo.

El ciclo del agua intensificado, ¿qué significa?

Este era uno de los temas básicos en la primaria y la secundaria. El proceso por el que el agua circula por el medio ambiente entre la atmósfera, el océano, la tierra y los depósitos de hielo, cayendo en forma de lluvia o nieve para filtrarse en el suelo, desembocar en un río o al océano, congelarse o evaporarse de nuevo a la atmósfera.

De acuerdo con el sexto Informe de Evaluación del Clima (AR6), publicado en agosto de este año por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (Ipcc), hay varios factores que están intensificando el ciclo del agua, pero el más crucial es el calentamiento global, ya que las altas temperaturas elevan la cantidad de humedad en el aire aumentando la posibilidad de más lluvias.

La intensificación del ciclo del agua quiere decir que tanto los extremos húmedos como los secos –y la variabilidad del agua- aumentarán y no lo harán de manera uniforme en todo el globo.

Según el AR6, se prevé que la intensidad de las precipitaciones aumente en la mayoría de las zonas terrestres, pero mayormente en el Mediterráneo, Sudamérica y oeste de Norteamérica.

Además, que a nivel mundial es probable que las precipitaciones se intensifiquen 7 % por cada grado Celsius que vaya aumentando la temperatura global.

Adicional a los fenómenos extremos alertados por el Ipcc en su AR6, otros aspectos importantes del ciclo del agua también cambiarán, entre estos la reducción de los glaciares, la disminución de la duración de la capa de nieve estacional, el deshielo más temprano y los cambios contrastados en las lluvias monzónicas en las distintas regiones, que afectarán a los recursos hídricos de miles de millones de personas.

El calentamiento provoca enfriamiento

Primero, es importante entender cuál es la diferencia entre clima y tiempo atmosférico.

El clima se define como el conjunto de patrones meteorológicos medios de una región a lo largo de un periodo de tiempo. Cada una de estas regiones climáticas experimenta fluctuaciones diarias de temperaturas, precipitaciones, presión atmosférica y un largo etcétera, variaciones diarias conocidas como tiempo atmosférico, resume National Geographic.

Desde la Revolución Industrial, la concentración de gases de Efecto Invernadero se ha incrementado en la atmósfera terrestre por el uso de combustibles fósiles, la deforestación, la quema de basura, etc. Esa concentración elevada hace que la Tierra se caliente más y más, teniendo como resultado el calentamiento global y sus efectos (cambio climático).

Un estudio de 2017, publicado en Nature Geosciences, concluyó la existencia de un vínculo entre unas temperaturas más cálidas en el Ártico y unos inviernos más fríos en Norteamérica. Luego, en 2018, otro estudio independiente publicado en Nature Communications, concluyó el mismo vínculo.

“Aunque Norteamérica estuviera bajo los efectos de una ola de frío provocada por el aire del Ártico, el resto del mundo está anormalmente caliente”, respondió Stefan Rahmstorf, físico de la Universidad de Potsdam, a un tuit de Donald Trump donde cuestionaba el calentamiento global por una ola de frío que azotaba Norteamérica en enero de 2019.

Para los científicos, no tendremos que esperar hasta el 2100 para comprobar cómo el cambio climático provoca extremos climáticos.

El Ipcc concluyó en su AR6 que veremos un aumento en la frecuencia e intensidad de olas de calor y sequías a escala mundial; un aumento en el riesgo de incendios en todos los continentes habitados; y un aumento de precipitaciones e inundaciones extremas en el planeta.

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