Imagina que vas a una exhibición científica y, de pronto, una araña te muerde. Para el momento, más allá del dolor, “no pasó nada”; luego te das cuenta de que desarrollas la habilidad de trepar por las paredes y nace Spiderman o “el hombre araña”.

Pero, así como el personaje de Marvel Comics, ¿esto sería posible en la vida real? 

Aunque hay varias razones evidentes, un estudio científico asegura que, por motivos evolutivos, es imposible la existencia de un hombre araña.

De los geckos al hombre araña

En 2016, científicos de la Universidad de Cambridge analizaron el desplazamiento del gecko -el animal más grande (conocido) capaz de trepar pegado a las paredes- y lo compararon con otros animales que también tienen la misma capacidad de desplazarse, como ranas y arañas.

“Para trepar, tanto los animales más pequeños, como los ácaros, como los más grandes -los geckos- utilizan una especie de almohadillas adhesivas que llevan en sus extremidades. Pero el porcentaje del área corporal total que suponen varía de una especie a otra y es mayor según crece el animal”, resume El Español.

Una de las patas de un gecko joven. Foto: Lux Valens (Creative Commons)

Spiderman debe tener “almohadillas” en 40 % del cuerpo y calzar 145

En la investigación, los zoólogos explican que las almohadillas son sistemas que permiten a los animales escalar superficies lisas verticales o invertidas y así abrirse a nuevos hábitats.

“Las almohadillas adhesivas han evolucionado varias veces de forma independiente dentro de los artrópodos, reptiles, anfibios y mamíferos y muestran un rendimiento impresionante: se controlan rápidamente, se pueden usar repetidamente sin pérdida de rendimiento y funcionan en superficies ásperas, sucias e inundadas”.

El estudio Extreme positive allometry of animal adhesive pads and the size limits of adhesion-based climbing”, publicado en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), concluye que para ser capaz de trepar paredes como lo hace Spiderman, el ser humano debería tener unas almohadillas adhesivas en 40 % de lo que ocupa nuestro cuerpo, pero en los pies.

Sin embargo: “si un humano quisiera trepar por la pared como lo hace un gecko, tendríamos que calzar una talla de zapatos de 145”, explicó Walter Federle, uno de los autores del estudio, a medios.

“Extrapolando la escala observada, mostramos que para soportar el peso corporal de un ser humano, un 40% poco realista de la superficie del cuerpo tendría que cubrirse con almohadillas adhesivas, lo que sugiere que las restricciones anatómicas pueden prohibir la evolución de escaladores basados ​​​​en la adhesión más grandes que los geckos”.

– Estudio publicado en The Proceedings of the National Academy of Sciences

Uno de los objetivos del estudio era la posibilidad de imitar la potencia natural y adhesiva de esas almohadillas y poder reproducirlas para los humanos.

Pero otro de los autores del estudio, David Labonte, recordó que la Universidad de Stanford ha realizado un trabajo previo que demuestra que sí se pueden producir esas almohadillas, como para escalar pequeños muros, aunque “no estaríamos ni medianamente cerca de mostrar la agilidad de los animales que lo hacen de forma natural.

Columpiarse con la telaraña sería un riesgo

La Universidad de Leicester pone a prueba a sus alumnos de física a través de un módulo incorporado para aplican los principios científicos a fenómenos de la cultura popular.

Algunos de los resultados muestran que una de las grandes habilidades del hombre araña es columpiarse a una velocidad de 109 kilómetros por hora y un lazo de esa seda puede aguantar 88 kilogramos.

Ahora, la telaraña solo puede estirarse hasta 40 %, por lo que se concluye que usarlas para trepar los rascacielos de Nueva York se convierte en algo potencialmente peligroso y el hombre araña en la vida real podría terminar golpeando el suelo.

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