Desde hace más de 150 años cada 3 de mayo en Venezuela se celebra la Cruz de Mayo, una fiesta religiosa que se convirtió en una tradición popular que marca el comienzo de la cosecha y la época de lluvias.
Originalmente el culto a la cruz fue impuesto por los misioneros católicos provenientes de España, quienes buscaban difundir su fe a los nativos por medio de la imagen religioso.
Los colonos eligieron este símbolo por su simpleza y lo combinaron con elementos familiares para que se acostumbraran a la simbología.
En mayo organizaban procesiones y ceremonias con este símbolo de madera como el eje central. Durante este mes se adornaba la figura con flores y se le dedicaban limosnas.
Actualmente la cruz es colocada en un altar donde es decorada para después dedicarle cantos, rezos y bailes.
“Mayo, a partir del mes de las fiestas católicas, es el mes de la cruz y las flores. El 3 de mayo es la fecha que indica el comienzo de la fiesta, pero la celebración se extiende durante el mes entero”, explicó José Esteban Pérez, cultor oriundo de Lara y exgerente de la Fundación Bigott, en una entrevista con Solaz.
Pese a que hoy en día la iglesia católica rememora y honra la cruz en la que fue crucificado Jesucristo el 14 de septiembre, en Venezuela y otros países se mantiene la celebración de mayo por tradición popular.
Además de la simbología religiosa, la Cruz de Mayo marca el inicio de la época de cosechas y el inicio de la temporada de lluvias.
“Al inicio la iglesia designó el 3 de mayo como el día de la exaltación de la cruz, pero posteriormente cambiaron el día al 14 de septiembre. Sin embargo, el venezolano y otros latinos siguieron rindiendo homenaje al objeto santo y a la naturaleza en mayo”, dijo José Pérez, quien fue coordinador de trabajo cultural en Bigott.
En cada región del país se rinde culto a la cruz de forma distinta, por ejemplo Perez cuenta que en su estado natal los cantos son más melancólicos y ceremoniales mientras que en Miranda se notan más alegres y llenos de energía.
“En Caracas y Miranda se cantan las Fulías, un tipo de música que se toca con instrumentos muy particulares llamados tambores de la fulias. Además de cuatro y maracas, claro”, agregó Pérez para Solaz.
En el resto de regiones los instrumentos que se usan son el cuatro, la mandolina, la guitarra, el tambor cuadrado, las maracas y el acordeón. Pese a llevar el mismo nombre, cada celebración es diferente.
“Mi cruz yo la hago al estilo de Lara, con un aire más melancólico y solemne. Yo creo que tiene que ser un canto para elevar el espíritu, no para bailar”, compartió Pérez, quien pese a organizar sus celebraciones en Caracas no olvida de dónde viene.
En algunas ocasiones se realizan los rezos y cantos a la cruz después de decorarla, y al día siguiente se tapa el objeto santo con una tela para dar comienzo a la fiesta con bailes, dulces típicos y bebidas.
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Desde hace más de 150 años cada 3 de mayo en Venezuela se celebra la Cruz de Mayo, una fiesta religiosa que se convirtió en una tradición popular que marca el comienzo de la cosecha y la época de lluvias.
Originalmente el culto a la cruz fue impuesto por los misioneros católicos provenientes de España, quienes buscaban difundir su fe a los nativos por medio de la imagen religioso.
Los colonos eligieron este símbolo por su simpleza y lo combinaron con elementos familiares para que se acostumbraran a la simbología.
En mayo organizaban procesiones y ceremonias con este símbolo de madera como el eje central. Durante este mes se adornaba la figura con flores y se le dedicaban limosnas.
Actualmente la cruz es colocada en un altar donde es decorada para después dedicarle cantos, rezos y bailes.
“Mayo, a partir del mes de las fiestas católicas, es el mes de la cruz y las flores. El 3 de mayo es la fecha que indica el comienzo de la fiesta, pero la celebración se extiende durante el mes entero”, explicó José Esteban Pérez, cultor oriundo de Lara y exgerente de la Fundación Bigott, en una entrevista con Solaz.
Pese a que hoy en día la iglesia católica rememora y honra la cruz en la que fue crucificado Jesucristo el 14 de septiembre, en Venezuela y otros países se mantiene la celebración de mayo por tradición popular.
Además de la simbología religiosa, la Cruz de Mayo marca el inicio de la época de cosechas y el inicio de la temporada de lluvias.
“Al inicio la iglesia designó el 3 de mayo como el día de la exaltación de la cruz, pero posteriormente cambiaron el día al 14 de septiembre. Sin embargo, el venezolano y otros latinos siguieron rindiendo homenaje al objeto santo y a la naturaleza en mayo”, dijo José Pérez, quien fue coordinador de trabajo cultural en Bigott.
En cada región del país se rinde culto a la cruz de forma distinta, por ejemplo Perez cuenta que en su estado natal los cantos son más melancólicos y ceremoniales mientras que en Miranda se notan más alegres y llenos de energía.
“En Caracas y Miranda se cantan las Fulías, un tipo de música que se toca con instrumentos muy particulares llamados tambores de la fulias. Además de cuatro y maracas, claro”, agregó Pérez para Solaz.
En el resto de regiones los instrumentos que se usan son el cuatro, la mandolina, la guitarra, el tambor cuadrado, las maracas y el acordeón. Pese a llevar el mismo nombre, cada celebración es diferente.
“Mi cruz yo la hago al estilo de Lara, con un aire más melancólico y solemne. Yo creo que tiene que ser un canto para elevar el espíritu, no para bailar”, compartió Pérez, quien pese a organizar sus celebraciones en Caracas no olvida de dónde viene.
En algunas ocasiones se realizan los rezos y cantos a la cruz después de decorarla, y al día siguiente se tapa el objeto santo con una tela para dar comienzo a la fiesta con bailes, dulces típicos y bebidas.