En sillas de ruedas, con una peluca y disfrazado de una mujer mayor, un hombre le lanzó un pastel a la Mona Lisa, la obra de Leonardo da Vinci considerada como la más famosa del mundo.
El sábado 29 de mayo el cristal que protege a la mujer de la sonrisa enigmática quedó cubierto de crema blanca y la imagen se volvió viral en redes sociales, tras las fotos y videos publicados por los visitantes del museo.
La pintura renacentista de Da Vinci fue pintada entre 1503 y 1506, por encargo de Francesco del Giocondo para su esposa Lisa Gherardini.
“De la mujer del cuadro se sabe que nació el 15 de junio de 1479 en Florencia, tuvo cinco hijos y murió a los 63 años”, según el periódico Marca.
En el Museo del Louvre, en París, se exhibe esta obra desde 1797 y en los últimos 100 años ha sufrido un robo, atentados con pintura y ácido. También le lanzaron una taza y una piedra.
En Solaz, te contamos sobre este y otros ataques que ha recibido La Gioconda.
El autor del hecho logró llegar frente a la obra por su silla de ruedas; repentinamente se puso de pie y lanzó el pastel mientras gritaba: “Hay gente que intenta destruir la tierra! ¡Piensen en la tierra! Hice esto por ella”, contaron testigos.
Luego de lanzar el pastel de crema a la conocida obra de arte, el autor del incidente también lanzó pétalos de rosas en la galería.
Según la BBC, la fiscalía parisina confirmó el pasado lunes que “había detenido a un hombre de 36 años y que lo había enviado a la unidad psiquiátrica de la policía”.
Este retrato está protegido por un cristal blindado desde hace más de seis décadas, por lo que no sufrió daños y el personal del Museo pudo limpiar la crema con rapidez.
Debido a las exclamaciones del hombre luego del ataque, se presume que puede tratarse de un activista que intentaba comunicar su preocupación por la amenaza que supone el cambio climático.
El portal web de National Geographic, explica que “todo aquello relacionado con la obra maestra de Leonardo da Vinci asegura que sea un goloso objetivo para todo aquel que quiera dar a conocer su causa, llevando a cabo una acción con repercusión mundial”; se presume que esta pudo haber sido la razón del atacante.
El 22 de agosto de 1911 la obra había desaparecido del Salon Carrée, lugar que solía ocupar para ese entonces en el Museo del Louvre.
El ladrón resultó ser Vincenzo Peruggia, un extrabajador del museo, que fue descubierto cuando intentó vender la obra en Florencia; fue detenido y se regresó el cuadro, que no sufrió ningún tipo de daños.
En 1956, una mujer roció ácido sobre el cuadro y causó cierto daño en la parte inferior.
Se decidió colocar un cristal que protegiera la obra, pero que, de todas maneras, no impidió que en el mismo año un hombre lanzara una pierda, que rompió el vidrio y provocó el desprendimiento de la capa pictórica del codo izquierdo de la Mona Lisa.
Entonces, el Museo del Louvre optó por un cristal blindado a prueba de balas; gracias a este se frustró un nuevo ataque con pintura que ocurrió en 1974.
Durante una exhibición de la obra en el Museo Nacional de Tokio, una mujer arrojó pintura roja al cuadro para protestar contra las políticas de acceso para personas discapacitadas que manejaba dicho museo.
El primer ataque ocurrido en el siglo XXI fue protagonizado por una mujer rusa que lanzó una taza, que compró en la tienda de recuerdos del museo, al cuadro en el 2009.
El cristal blindado cumplió su propósito, la taza se rompió y el cuadro permaneció intacto.
Con información de National Geographic
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En sillas de ruedas, con una peluca y disfrazado de una mujer mayor, un hombre le lanzó un pastel a la Mona Lisa, la obra de Leonardo da Vinci considerada como la más famosa del mundo.
El sábado 29 de mayo el cristal que protege a la mujer de la sonrisa enigmática quedó cubierto de crema blanca y la imagen se volvió viral en redes sociales, tras las fotos y videos publicados por los visitantes del museo.
La pintura renacentista de Da Vinci fue pintada entre 1503 y 1506, por encargo de Francesco del Giocondo para su esposa Lisa Gherardini.
“De la mujer del cuadro se sabe que nació el 15 de junio de 1479 en Florencia, tuvo cinco hijos y murió a los 63 años”, según el periódico Marca.
En el Museo del Louvre, en París, se exhibe esta obra desde 1797 y en los últimos 100 años ha sufrido un robo, atentados con pintura y ácido. También le lanzaron una taza y una piedra.
En Solaz, te contamos sobre este y otros ataques que ha recibido La Gioconda.
El autor del hecho logró llegar frente a la obra por su silla de ruedas; repentinamente se puso de pie y lanzó el pastel mientras gritaba: “Hay gente que intenta destruir la tierra! ¡Piensen en la tierra! Hice esto por ella”, contaron testigos.
Luego de lanzar el pastel de crema a la conocida obra de arte, el autor del incidente también lanzó pétalos de rosas en la galería.
Según la BBC, la fiscalía parisina confirmó el pasado lunes que “había detenido a un hombre de 36 años y que lo había enviado a la unidad psiquiátrica de la policía”.
Este retrato está protegido por un cristal blindado desde hace más de seis décadas, por lo que no sufrió daños y el personal del Museo pudo limpiar la crema con rapidez.
Debido a las exclamaciones del hombre luego del ataque, se presume que puede tratarse de un activista que intentaba comunicar su preocupación por la amenaza que supone el cambio climático.
El portal web de National Geographic, explica que “todo aquello relacionado con la obra maestra de Leonardo da Vinci asegura que sea un goloso objetivo para todo aquel que quiera dar a conocer su causa, llevando a cabo una acción con repercusión mundial”; se presume que esta pudo haber sido la razón del atacante.
El 22 de agosto de 1911 la obra había desaparecido del Salon Carrée, lugar que solía ocupar para ese entonces en el Museo del Louvre.
El ladrón resultó ser Vincenzo Peruggia, un extrabajador del museo, que fue descubierto cuando intentó vender la obra en Florencia; fue detenido y se regresó el cuadro, que no sufrió ningún tipo de daños.
En 1956, una mujer roció ácido sobre el cuadro y causó cierto daño en la parte inferior.
Se decidió colocar un cristal que protegiera la obra, pero que, de todas maneras, no impidió que en el mismo año un hombre lanzara una pierda, que rompió el vidrio y provocó el desprendimiento de la capa pictórica del codo izquierdo de la Mona Lisa.
Entonces, el Museo del Louvre optó por un cristal blindado a prueba de balas; gracias a este se frustró un nuevo ataque con pintura que ocurrió en 1974.
Durante una exhibición de la obra en el Museo Nacional de Tokio, una mujer arrojó pintura roja al cuadro para protestar contra las políticas de acceso para personas discapacitadas que manejaba dicho museo.
El primer ataque ocurrido en el siglo XXI fue protagonizado por una mujer rusa que lanzó una taza, que compró en la tienda de recuerdos del museo, al cuadro en el 2009.
El cristal blindado cumplió su propósito, la taza se rompió y el cuadro permaneció intacto.
Con información de National Geographic